Capitulo 12

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- Ya tardo... - se quejó recargado en una silla con los pies en la mesa.

- Solo han pasado algunos minutos... - trato de tranquilizarlo el de pelo blanco – tal vez... no se... ¿trafico? – el humor de Lancelot estaba realmente mal.

- El vuela, genio – señalo con fastidio.

- Pobre pajarito – menciono Gawain aun sentada sobre la mesa – si supiera lo que le espera dudo que viniera – escucho el ruido de la puerta y un sonoro "¡buenos días!" – buenos días dulce pajarito – dijo con burla volviendo a verlo y ansiosa por lo que iba a pasar.

- ¡buenos días Gawain! – respondió con una enorme sonrisa.

Todos voltearon a verlo, su voz sonaba tan alegre y su semblante irradiaba felicidad ¡hasta podían asegurar que brillaba!

- ¿buena noche? – pregunto con una sonrisa maliciosa.

- Gawain no... - intento detenerla Tristán temiendo lo peor.

- ¡si! Muy buena – acepto - ¡la mejor! – dijo con emoción irradiando por todo su ser.

Tristán se palmeo el rostro sin poder evitarlo – no sigas Percy... - susurro bajo.

Percival ajeno a lo que pasaba ahí solo lo vio extrañado - ¿estas bien Tristán? – pregunto inocente.

- Está bien, no te preocupes por él, Tristán está muy bien – Lancelot apareció al lado de Percival pasándole un brazo por sobre los hombros – aunque no creo que este tan bien como tú ¿verdad? – dijo viéndolo a los ojos, purpura y rojo chocaron, Percival ajeno a las intenciones de Lancelot solo sonrió en respuesta.

- ¡creo que sí! Anoche me divertí mucho – anuncio en su tono infantil.

- Cuéntame que tal fue todo – apretó más el agarre en su hombro mientras una sonrisa que causaba risa en Gawain y pánico en Tristán se dibuja en su rostro.

- Bueno... - sin perder tiempo Percival comenzó a relatarles como anoche había tenido una pijamada, vieron películas, comieron, rieron... hizo un repaso rápido de cada cosa que Nasiens y él habían hecho la noche anterior, Lancelot lo había llevado hasta la mesa y lo sentó ahí junto a los demás, todos atentos a su historia – hasta que Nasiens se quedó dormida y después yo – concluyo con su misma expresión infantil.

Gawain intentaba contener la risa mientras Tristán reía nervioso, Lancelot estaba expectante ante cada palabra sin decir nada y Percival solo los veía extrañado de la actitud de todos - ¿paso algo? -.

Lancelot soltó un enorme suspiro tirando la cabeza hacia atrás – no Percy... no paso nada – le revolvió los cabellos ahora con una sonrisa a un confundido Percival, aparte de toda la explicación que dio pudo escuchar la voz de su corazón, era tan clara y pura, Nasiens y él solo habían estado pasando el rato anoche viendo algún drama nada más, pero también se dio cuenta de los crecientes acercamientos que habían tenido, el corazón de Percival era un solo desastre lleno de alegría recordando cada cosa de Nasiens que lo hacía feliz y francamente no podía molestarse con él, ahora entendía por qué su tío le tenía cierto cariño, no se puede odiar a alguien con intensiones tan puras y cálidas hacia alguien que amas – eres un buen chico -.

- ¿lo soy? – pregunto confundido.

- ¿lo es? – preguntaron Tristán y Gawain en conjunto.

- Lo es – les respondió con una mirada molesta.

- Te recuerdo que tú eras el de las ideas locas – contraataco Gawain volando hasta la silla – da igual que hay que empezar la reunión de una vez, los domingos son para disfrutar y ver cosas bellas, no sus carotas -.

¿Puedo Tocarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora