Capitulo 22

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Le dolía la cabeza... sentía el palpitar de su corazón golpeando con fuerza en su cráneo, era molesto.

Se sentía tan cómoda ahí, la suavidad y calidez que la rodeaban se sentían tan bien... pero el martillar en su cabeza arruinaba todo.

Restregó el rostro en la almohada que tenía frente a ella, le gustaba el olor, era muy reconfortante y dulce... apretó ligeramente antes de sentirla moverse, estaba demasiado cómoda para dejarla ir... ¿moverse?

Se quedo quieta un momento tratando de entender que estaba haciendo, recordaba la fiesta, recordaba pasar el rato con sus amigos, recordaba estar hablando con Tristán... ¿y luego? ¿se había quedado dormida? ¿Cuándo?

Sabía que las almohadas no se movían pero no era capaz de recordar en donde estaba, se tomó algunos segundos para pensar aun con el golpeteo en su cráneo, no era tonta, lo que ella estaba abrazando no era una almohada, era una persona...

Cielos... ¿Qué había pasado? ¿Quién estaba con ella? ¿se había quedado dormida? ¿sería Lancelot? Esperaba que fuera Lancelot, la cabeza comenzaba a darle vueltas, respiro hondo tratando de serenarse, debía comprender la situación.

Estaba recostada en algún lugar, de eso estaba segura, estaba abrazando a un hombre, lo que tenía frente a ella era el pecho de un hombre sin duda alguna, esta persona la abrazaba de vuelta, podía sentir los brazos de este a su alrededor, ¿Cómo había terminado en esta situación? Comenzaba a sentir pánico, ¿sería Lancelot? ¿Por qué dormiría en esta posición con Lancelot? Pero deseaba que fuera Lancelot ¿Quién más sino?

Trago grueso al imaginarlo, ¿podría ser Tristán? Tristán estaba en la fiesta, ¿Cómo ella terminaría en esa situación con Tristán...? ¿y si era Jade? ¡cielos no! De ninguna manera quería estar en una situación tan comprometedora con él, aunque era mejor que la última opción... el terror se dibujó en su rostro sin poder evitarlo ¿Chion?

Comenzó a sentir como le faltaba el aire de solo imaginar esa posibilidad, ninguna era buena aunque sin dudas Tristán o Lancelot serian mejor que las otras... trago grueso y alzo el rostro aterrada esperando que su acompañante aun durmiera para poder escapar de ahí cuanto antes.

El tiempo se detuvo... frente a ella cabello verde como las alas de un ave se hizo visible, ojos purpuras brillantes y llenos de magia, una sonrisa tan radiante que competía con el sol... apenas tuvo oportunidad de procesar aquello antes de que sus labios fueran tomados.

Se quedo quieta aun intentando comprender lo que pasaba, ¿era un sueño? Los sueños no se sentían así, sus sueños no le transmitían calor, no la hacían cosquillear de pies a cabeza, no se sentían suaves y cálidos... no la hacían querer más.

- Buenos días Nasiens – hablo con una gran sonrisa al tiempo que se separaba de ella.

Algo en su cerebro al fin hizo "clic" como si una alarma se hubiera activado de repente, sintió su rostro arder, su corazón dio un vuelco y la sorpresa se apodero de su cuerpo, se levantó de golpe como acto de reflejo lanzándose hacia atrás sin pensarlo y deslizándose hacia el piso.

Auch... por lo visto había estado en una cama, se quedó ahí sin decir nada tratando de procesar lo que había pasado, ese era...

- ¡Nasiens! – lo vio asomarse y suspirar al verla.

Era él... de verdad era él, el dolor en su cuerpo debido a la caída le decía que no estaba soñando – estas aquí... - escapo de sus labios de forma inconsciente, Percival estaba aquí, sintió sus mejillas arder al igual que sus ojos, la visión comenzó a nublarse debido a las lágrimas que sentía brotar, Percival de verdad estaba con ella.

¿Puedo Tocarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora