Aclaración: capítulos extras que servirán para tener una visión más amplia de los eventos de la trama central.
Dicho lo anterior, puedes saltarlos si quieres, no afectaran tu lectura aun si lo haces.
- llegan muy tarde para ayudar - fueron las palabras de Ironside antes de activar un hechizo capaz de crear una densa pared que los separaría de los híbridos de hada que habían llegado al lugar.
La expresión desesperada por alcanzarlo de Lancelot y Nasiens fue lo último que Percival pudo ver antes de verse encerrado por Ironside, la batalla entre ambos era dura, caos le había dado tanto poder al caballero carmesí que Percival apenas podía hacerle frente.
Fue ese mismo poder el que se encargó de azotar su cuerpo contra la pared inmovilizando sus movimientos, Ironside no perdió el tiempo y se encargó de clavar la "espada Percival" junto a su propia espada en cada una de sus muñecas.
- debí haberte dejado muerto en ese barranco aquel día - escupió con odio - mi vida y la de mi verdadero hijo hubiera estado resuelta sin ti en la pintura - esas fueron sus últimas palabras antes de apuñalarlo en el corazón causándole la muerte.
La oscuridad le rodeo dentro de su cuerpo, se sentía afectado por las palabras de aquel que consideraba un "padre" a falta de palabras, Ironside había traído desgracias a su vida, una tras otra...
Percival...
¡Percy!...
¡Percival!...
¡PERCIVAL!...
Escucho el llamado de quienes creían en él, lentamente abrió sus ojos de aquel estado de suspensión encontrándose con algo que nunca antes había visto.
- oh... - susurro cegado por el brillo que dio directo en sus ojos, era tan brillante y colorido, como si un arco iris diera directo hasta sus ojos... Era hermoso sin duda. El ruido de las armas chocando, los golpes y gritos lograron sacarlo de su ensoñación, se dio cuenta que podía ver a través de la pared de brillo iridiscente notando que no era una pared, vio a Nasiens parada frente a él malherida protegiéndolo, hasta entonces no se había tomado el tiempo de ver su alrededor, aquello frente a él eran las alas de Nasiens que le protegían como una pared frente a él, eran realmente grandes y hermosas. Si las comparaba con el tamaño de ella eran enormes.
Vio a Lancelot a través de las alas, Ironside se encargaba de asestarle golpe tras golpe, se veía realmente mal ¿Cuánto tiempo había pasado? Estaba seguro de que este no era su aspecto antes de que las paredes se cerrarán.
Ironside logró capturarlo del cuello arrojándolo contra Nasiens que apenas fue capaz de atraparlo y resistir su propio peso.
- señorita le pido por favor que se retire, su vida será más valiosa que su muerte de eso estoy seguro - hablo mientras se acercaba a la muchacha.
- ¡Me niego! -.
- entiendo - se paró de frente y comenzó a prepararse para su ataque - nadie puede decir que no lo intente - formó cruces con sus manos arrojándolas directo hacia ella.
Nasiens trato de resistir lo mejor que pudo, activo el Heavy Metal antes de recibir el primer golpe pero este no duraría para siempre, Ironside no se detenía, ataque tras ataque se encargó de hacerla caer lentamente, atravesó una de sus alas y la hizo retroceder, justo cuando iba a lanzar el último ataque escucho la débil voz de ella.
- Blancheflour... -.
Se quedó quieto tratando de comprender sus palabras hasta que sintió una fuerte energía mágica tras él, apenas pudo apartarse cuando la lanza paso a su lado, la lanza se posiciono al lado de la malherida mujer defendiéndola.
- veo que aún puedes defenderte - sonrió ante la imagen, el jinete de la guerra malherido a sus pies, su "hijo" preso tras las alas de la híbrida y ella cubierta de marcas rojas y sangrientas tratando de resistir - veamos cuánto más puedes hacerlo - una nueva ola de ataques fueron lanzados siendo interceptados por la lanza que se movía de un lado a otro defendiendo a su dueña.
Aunque Nasiens se defendía como podía no era una defensa perfecta, muchos ataques se escapaban dando de lleno en ella, ajena al despertar de Percival trato de llamarlo de nuevo - ¡Percival regresa! ¡Se que puedes escucharme! - se mordió los labios ya llenos de sangre por los diferentes ataques - ¡No nos abandones! ¡Todos te necesitamos, nuestros amigos, nuestros compañeros, el mundo te necesita! ¡PERCIVAL YO TE NECESITO! -su voz murió justo después de aquel grito desesperado.
Ironside había logrado evadir a Blancheflour asestando una de sus espadas Djin en el abdomen de Nasiens, pudo ver la sangre ser escupida por su boca antes de que sus ojos se nublaran - te concedo mi reconocimiento pequeña monarca - dijo antes de verla caer de rodillas inconsciente, apenas dio un paso en busca de su desfallecida presa cuando su espada fue incrustada en el piso deteniendo su avance - esto... -.
- da un paso más y lo lamentaras Ironside - el hombre subió la vista y vio como ambos híbridos eran cubiertos por energía verde, frente a ellos, empuñando su espada, se encontraba el caballero de la muerte listo para continuar.
- me sorprendes... Pero ya no será suficiente, todos morirán aquí - tomo su espada listo para continuar con el enfrentamiento.
- voy a hacerte pagar por lo que le hiciste a mis amigos - le reto Percival.
La batalla fue retomada entre ambos hombres, ninguno estaba dispuesto a perder dándolo todo en aquel combate.
Nasiens pudo abrir los ojos aún aturdida, vio a Percival batirse en duelo, trato de levantarse viendo a Lancelot justo a su lado inconsciente, debía ayudarlo, a él y Percival.
- quédate quieta, tu cuerpo no va a resistir sino te calmas - reconocía esa voz, se giró y vio a "Saltarín" a su lado sanando sus heridas - las cosas son más complicadas que antes, hasta para nosotros es difícil seguir el ritmo - le explicó refiriéndose a él y los demás espíritus de vida - solo confía en nosotros - Saltarín no entendía los sentimientos humanos como tal pero algo había aprendido de Percival, había seres que le importaban como a su hermano, Nasiens era uno de ellos.
No pudo responder antes de volver a desvanecerse al lado de Lancelot.
Cuando la batalla terminó Percival malherido se encargó de detener a Ironside, Isolda junto a otros caballeros logró localizarlos mientras buscaba a Tristán, quedó asustada al ver el estado del jinete de la muerte corriendo a ayudarlo.
- yo... No... - logró decir mientras señalaba otro punto del lugar.
Corrió pasando al lado del caballero carmesí que parecía muerto, mientras se acercaba al punto indicado pudo ver a sus compañeros malheridos pero en mejores condiciones que Percival.
- ¡Traigan ayuda justo aquí! - ordeno sin dejar de ver la escena, Lancelot inconsciente y malherido junto a Nasiens cubierta de marcas en forma de cruz, su ropa estaba desgarrada de la espalda en dónde habían extendidas por el piso un par de alas que brillaban como el arco iris ante la luz.
Isolda nunca olvidaría aquel color tan lleno de vida en medio de la sangre.
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¿Puedo Tocarte?
FanfictionNasiens no estaba segura de lo que era "ser una chica" la verdad era complicado en muchos sentidos, pero lo averiguaría, después de todo no estaba sola en esta aventura, sus amigos la acompañaban. Descubriría todos los misterios que su cuerpo oculta...