La tarde transcurrió hasta que el atardecer se hizo presente. En aquella parte del bosque Nasiens y Sixtus estaban sentados en el piso tratando de recuperar el aliento.
La batalla contra sus hermanos duro largo rato, poco a poco los demás fueron cansándose hasta abandonar, todos menos Sixtus quien se mantuvo firme en su lucha por derrotar a su hermana. Al final solo habían sucumbido al cansancio dejándose caer entre la hierba uno cerca del otro.
No muy lejos de ahí el resto de la familia los observaba mientras conversaban y reían entre sí, Percival los acompañaba. Ahora que Nasiens estaba ocupada con Sixtus él se volvió el centro de atención de todos los demás.
Percival hizo una pausa en su conversación para ver a los dos que estaban lejos, una sonrisa se posó en su rostro mientras se ponía de pie disculpándose al mismo tiempo, comenzó a caminar rumbo a ellos.
- Es bueno... ver que aceptas... tu derrota... hermana... - hablo Sixtus con dificultad, aunque no había logrado tocar más allá de sus alas que bloqueaban sus ataques.
- No sé de qué hablas... - Nasiens estaba solo un poco mejor gracias a sus venenos.
- Logre hacerte caer... - objeto Sixtus.
- Solo me senté porque estaba cansada... - no quería darle la razón a su pequeño y terco hermano – nadie gano en realidad -.
- ¡eso es mentira! – se quejó indignado - ¡no me tocaste en ningún momento! ¡auch! – se quejó cuando Nasiens le dio un golpecito en la frente con su dedo.
- Ya lo hice... -.
- ¡no cuenta! -.
- ¿Cómo están? – pregunto Percival llegando al lado de ambos mientras se acuclillaba para estar a la altura.
- Casi derroto a mi hermana – acepto orgulloso – la próxima vez voy a poder enfrentarme contra ti, jinete -.
- No podrás – intervino Nasiens con tranquilidad mientras estiraba las piernas y dejaba su cabeza caer hacia atrás.
- Casi te derroto – le recordó Sixtus.
- Mi especialidad no es la pelea – señalo lo obvio – además Percival te derrotaría en un solo toque -.
Percival no pudo evitar sentirse un poco orgulloso al ser reconocido por Nasiens.
- ¡por favor! ¡eso es impo...! – Sixtus se desvaneció cayendo a la hierba dormido.
- Te lo dije – Nasiens vio a su hermano desvanecido mientras la mano de Percival se encontraba extendida en el aire donde antes estaba el rostro de Sixtus - ¿Cuánto tiempo dormirá? -.
- Solo unos minutos – señalo tranquilo.
Nasiens suspiro agotada por tanta actividad en un día, esa era otra de las razones por las que no quería venir, sus hermanos no podían contenerse.
- Nasienshu... -.
Se sorprendió al escuchar aquella vocecita, sintió su mejilla cálida notando como un pequeño Percivalillo la abrazaba en esa área – hola... - saludo suavemente mientras le acariciaba con un dedo.
- Creo que te notan cansada – señalo Percival a su lado.
Este día le había servido para relajarse en muchos sentidos, ver a Nasiens interactuar con su familia lo había hecho feliz pero sobre todo lo ayudo a comprender algo más...
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¿Puedo Tocarte?
FanfictionNasiens no estaba segura de lo que era "ser una chica" la verdad era complicado en muchos sentidos, pero lo averiguaría, después de todo no estaba sola en esta aventura, sus amigos la acompañaban. Descubriría todos los misterios que su cuerpo oculta...