Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
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A las tres en punto se encargó de bajar, encontrando a la pequeña en el sofá revisando su teléfono.
Hacía 30 minutos Jihyo había tocado a su puerta para hacerle saber que saldría y en caso de necesitar algo le dijera a su esposo. Seungmin más feliz que molesto asintió a sus palabras.
Para no hacerles demasiado larga la historia le enseñó a la niña los mejores ejercicios de calentamiento vocal, también evaluó su voz y la conoció con ayuda del piano para descubrir su rango vocal.
Ya había pasado una hora, Minji tenía que irse.
Así que dejaron todo hasta allí, con Seungmin prometiendo que buscaría canciones que fueran con su tono de voz para practicarlas y darles su propio estilo. Para que ella se conociera mejor.
-¿Puedes llevarme? Mamá dijo que lo harías.- dijo y el de cabellos naranjas asintió con una sonrisa.
-Claro que sí, tú sólo dime a dónde.- y sin más emprendieron a la casa de una de las amigas de la niña ya que tenían que hacer un trabajo juntas para el campamento al que habían asistido juntas en las vacaciones.
-Llámame cuando estés lista.- dijo dándole un papel con su nuevo número y ella asintió a sus palabras.
-Está bien. Gracias, oppa.- y entró a la casa.
Seungmin volvió tranquilo, dejando el auto de la familia donde lo encontró para subir a la oficina de Bang.
Jake había salido cuando aún estaba en clase con la niña, por lo que estaban completamente solos.
La casa no tenía cámaras de ningún tipo, así que no tenía de qué preocuparse.
Subió las escaleras con sigilo y pronto ingresó a la habitación en la que sabía que se encontraba un hombre de oscuras hebras.
No le extrañó el verlo concentrado en la pantalla, tanto que ni siquiera se dio cuenta de su presencia.
-Buenas tardes.- saludó y el hombre lo miró algo molesto.
-Hola.- no dijo nada más y aquello transportó a Seungmin a cuando el hombre era su profesor, tan malhumorado como antes.
-Acabo de llevar a Minji a la casa de una compañera.- avisó, él asintió en su dirección.
-Bien.- dijo algo molesto.
-¿Qué estás haciendo?- cuestionó y el mayor se alzó de hombros.
-Trabajando.- definitivamente estaba hablando con el hombre que hace unos años tenía su corazón.
¿Sólo hace unos años...?
No es tiempo de pensar en eso.
-¿Te traigo algo, Banggie?- cuestionó, notando repentinamente como el otro se tensaba.