Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
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El sábado llegó y Seungmin salía emocionado a la peluquería, ya no se sentía mal en absoluto, la gripe se había esfumado de su organismo.
Al llegar saludó Kyujin con un beso en la mejilla, ya que si bien no se sentía mal, no quería enfermarla si es que quedaban restos de la gripe en él.
Al momento de sentarse en la silla estaba un poco nervioso.
-Tranquilo, estás en manos del mejor.- dijo ella mientras acariciaba su hombro, él asintió.
Pronto llegó un amable chico que lo atendió con cordialidad.
-Cuéntame, ¿Tienes algo en mente...? Yo te recomendaría cortar todo esto.- tomó con sus dedos las hebras claras.
-¿Tanto le vas a cortar?- cuestionó Kyujin con el ceño fruncido.
-Lo que él me diga.- se defendió el otro.
-¿Qué opinas, Seung?- se dirigió ahora a él, notándolo muy callado.
-Dejo todo en tus manos, no sé, haz lo que quieras.- dijo en dirección al mayor y este sonrió.
-Bueno, cortarte todo lo decolorado es dejarte el cabello muy corto, entonces lo que podemos es ir cortando y las puntas claras que queden las tapamos después con un color negro, ¿Te parece?- cuestionó y él tras pensarlo un poco sólo asintió.
-El cabello crece.
Tras dejar ir aquellas palabras empezó a aplicar un tratamiento capilar en el chico, en eso estaban una de las aspirantes, mientras el encargado se fue a sentar a un lado de Kyujin.
-Me gusta más para mí que para ti.- dijo divertido, ella alzó una ceja en su dirección, no le había gustado la bromita.
-¿El chiste se descarga a parte o cómo va la cosa?- cuestionó ella, el mayor le dio una palmada en el hombro.
-Era broma, no te pongas así. Yo respeto tu relación.
-No, si él y yo no tenemos nada. No te preocupes.- negó rápidamente.
-¿Entonces está disponible?- cuestionó con el único fin de molestarla.
-No, no lo estoy.- dijo Seungmin, apareciendo a espaldas del chico, su cabello húmedo y goteando, parecía un perrito.
-Esteban jugando con Kyujin, yo no... No.- dijo negando y lo invitó a sentarse en una de las sillas.
Kim notó lo sería que estaba Kyujin por lo que le hizo una seña para que se acercara cuando ya estaba sentado en la silla en la que le cortarían el cabello, aprovechando que el encargado de su corte estaba buscando las tijeras.
Ella le hizo caso y le pidió que se acercara hasta que estuvo a una altura más similar, acunando su mejilla para decirle algo al oído.
-Puedes decir que no estoy disponible. Quita esa cara.- dijo y ella se sonrojó.
