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-¿Incheon, amor?- cuestionó Seungmin con una sonrisa mientras se bajaba de la moto

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-¿Incheon, amor?- cuestionó Seungmin con una sonrisa mientras se bajaba de la moto. 

-No sé si antes había venido, y de haberlo hecho ya llevas más de cinco años sin venir.- dijo y el menor sonrió. 

-Es cierto…- una bonita sonrisa se pintó en su rostro y sintió su mano ser tomada por el motero. 

-¿Quieres que paremos un rato?- cuestionó al saber lo cansado que resultaban los viajes en moto y no le extrañó la respuesta afirmativa de parte de Seungmin. 

-Vamos a comer… quiero algo dulce.- dijo. 

-Si ya me tienes a mí.- dijo divertido, poniéndole los seguros a la moto y dejando uno de los cascos en la maleta para no entrar con tantas cosas al sitio. 

-Me encanta mi paleta y tableta de chocolate blanco… pero no puedo hacer de las mías en medio de la calle.- dijo y Bang se puso rojo al escucharlo. 

-Seungmin.- regañó dándole una suave palmada con el hombro. 

-Relájate, hombre. Toda la vida te la pasas tenso.- rodeó con su brazo sus hombros y tras darle un suave beso en la mejilla se dirigieron hacia la calle en la que habían varios puestos de comida, disfrutando de algunos aperitivos que no eran más que para picar, y siendo pocos los puestos que vendían a esa hora un miércoles. 

Al pasar de unos minutos caminando con sus brazos entrelazados y Seungmin dándole de su comida en la boca Chan llegaron hasta la costa, donde Chan le propuso que caminaran juntos, a lo que Seungmin no tuvo ganas de decir que no. 

Agradeciendo de lo nublado que se encontraba en día disfrutaron de una tranquila caminata acompañados del olor de mar. 

-Me encanta.- admitió Seungmin mientras veía al paisaje. 

-¿Nunca habías venido?- cuestionó curioso a lo que Seungmin respondió con una sonrisa. 

-La última vez que vina aquí fue con los chicos… Jisung nació aquí en Incheon, y su familia tiene una casa por aquí, pasamos una semana de vacaciones aquí con su abuela… fue de lo mejor.- una sonrisa estaba en su rostro y el mayor entrelazó sus dedos. 

-¿No has intentado hablar con ellos?- cuestionó, siendo bastante consciente del apego y cariño que le tenía a sus amistades. 

-Sé que ninguno está aquí ahora…- dijo y el mayor se alzó de hombros. 

-Hyunjin va a volver de su viaje un poco después de Navidad. Podríamos invitarlos a nuestra nueva casa…- dijo y Kim sintió su corazón detenerse por unos segundos. 

“Eres una maldita basura.” 

Estaba de acuerdo con sí mismo e hizo una línea con sus labios. Asintió a las palabras del mayor. 

-Vamos a dejar que pasen las vacaciones, para no molestarlos.- dijo con una suave sonrisa en su rostro y el mayor asintió en su dirección.

-Es verdad, en lo que sepa que están en Corea de nuevo hablamos con ellos, ¿Te parece, amor?- cuestionó y Kim asintió, besó su mejilla.

The secret revenge ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora