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A la una, cuando ya las mujeres del servicio terminaron su jornada Seungmin fue hasta la habitación matrimonial pasó sin molestarse en tocar y lo vio dormido tranquilo

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A la una, cuando ya las mujeres del servicio terminaron su jornada Seungmin fue hasta la habitación matrimonial pasó sin molestarse en tocar y lo vio dormido tranquilo.

Sonrió y se acercó.

Que sea una persona egoísta e indecisa al punto de dañar a los demás no le quitaba lo atractivo que era, ni lo lindo que se veía con sus labios en aquella mueca.

Se acercó y besó sus labios en varios picos suaves, el mayor fue despertando de a poco, sonriendo al verlo frente a él.

-Buenos días, Minnie.- dijo y el mencionado se permitió reír.

-Buenas tardes, Chan. Vamos a comer, anda.- dijo y el mayor asintió, se sentó en la cama y jadeó poniendo una mano en su cabeza. -En la mesa dejé unas pastillas para la resaca, come y te la tomas, para que no te pegue en el estómago.- dijo y entonces el mayor asintió.

Bajaron juntos al piso de abajo.

-Siéntate, yo traigo la comida.- se dirigió a la cocina y a los pocos minutos volvió con dos platos. Luego se pasó por dos vasos y el jugo.

Almorzaron en un silencio que no resultaba incómodo, no hacía falta hablar ya que en silencio cada uno estaba mirando a un punto fijo, perdidos en sus propios pensamientos.

Seungmin recogió los platos y los puso en el lavavajillas, sentándose con Chan en la mesa por unos minutos ya que tendría que irse pronto.

-¿Por qué estabas en ese estado cuando llegue, Chan?- cuestionó y él se alzó de hombros.

-Estaba estresado y fue la mejor forma que vi para desahogarme.- dijo y el menor tomó su mano sobre la mesa, acariciando la misma.

-No me... gustó verte así.- admitió en un susurro, el mayor hizo una mueca.

-Lo siento, no lo volveré a hacer.- dijo en un hilo de voz. - Y lamento haberte hecho sentir mal en la mañana, no... no quería seguir lastimándote.- dijo y el menor acercó un poco su silla.

-El problema no es que me lo ocultes... es que no quiero que lo hagas.- admitió, el mayor entonces asintió.

-Ya no lo haré más.- dijo, seguro de sus palabras.

-¿Me lo prometes?- cuestionó en un suave susurro, el mayor asintió, besando sus labios en un ligero beso.

-Te quiero a mi lado...- dijo y el alto asintió.

-Te amo.- besó sus labios en un beso lento, el mayor sonriendo en medio de este, antes de tomar su cadera y sentarlo en las suyas tras separar sus labios un momento.

-Yo te amo más, Minnie.- volvió a unir sus labios mientras acariciaba su cintura de manera tierna.

Sus labios se movían con cuidado, no buscando subir el tono de sus acciones mientras compartían un suave beso.

The secret revenge ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora