Un amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo.
¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan.
Después de todo... Dond...
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Al haber llegado tan temprano el ambiente era tranquilo, las pláticas eran amistosas y de a poco iban llegando más personas que se unían a la conversación.
Entre las caras conocidas estaba Kyujin, quien se limitó a saludarlo alzando su mano con una sonrisa pintada en su rostro. Seungmin devolvió el gesto y ya.
Las pláticas eran amenas y toda tranquilidad que había en el ambiente desvaneció en el momento que nadie más ni nadie menos que Choi Beomgyu pasó por la puerta con una caja de cerveza.
-¿Me ayudan a bajar el resto?- cuestionó a lo que varios de los que reposaba en la sala se ofrecieron, bajando el cargamento de alcohol.
Entre traguitos que al principio sólo les hacía soltar más la lengua pronto estaban jugando a hacer un par de preguntas incómodas.
-Agreguen retos, cagadotes. Nada pueden hacer.- dijo Beomgyu con la misma actitud que solía acompañarlo en el pasado y el resto, quienes también llevaban algo de alcohol encima aceptaron rápidamente la propuesta agresiva de Gyu.
Besos, retos de comer cosas asquerosas, toques y exploraciones a cuerpos ajenos, idas al baño, vomitadas y encerradas en alguna habitación no se hicieron esperar.
A Seungmin le habían dicho que tomase salsa picante y tras negarse tomó un pequeño shot del Vodka que reposaba en la mesa del centro para aquellos que se negasen a cumplir.
Alcanzó a leer en la botella que su grado de alcohol era mayor al 70% y lo confirmó cuando el líquido raspó su garganta.
-Kyujin, estás muy callada.- dijo Jiwoo con una sonrisa tras varios minutos.
-Beso con alguien.- molestó Taehyun, Choi asintió y varios del grupo comenzaron acordar que se besara con Jiwoo.
-¡No! ¡Con ella no! Tengo una idea mejor.- sonrió con malicia un ebrio Beomgyu y su mirada cayó sobre Seungmin, haciéndolo pasar vergüenza al hacerse una mínima idea de lo que Choi planeaba, él nunca tiene buenas ideas.
Todos los ojos rápidamente estaban en Seungmin y Kyujin se adelantó a servirse un trago de alcohol, cuál fue arrebatado por quien parecía ser el anfitrión de la fiesta.
-Piénsalo bien, es un alcohol muy fuerte.- dijo, a sabiendas de lo sensible que era ella con el alcohol, teniendo en cuenta de que ya estaba algo tomada. -¡Si ya hasta se acostaron! ¿Por qué no se darían un beso?- cuestionó y ambos aludidos abrieron los ojos en grande.
Lo que más les sorprendió es que nadie parecía sorprendido en lo absoluto.
-No se sorprendan, todos nos dimos cuenta que subieron esa noche al cuarto.- mencionó Tae.
-Y yo entré en la mañana y los vi durmiendo juntos, pero no sabía qué estaban ahí, en mi defensa.- explicó rápidamente y ambos entonces parecían tomates.