Capitulo 7

151 16 15
                                    

Esa mañana todo parecía normal. El sol entraba por la ventana, el típico ruido del campus empezaba a llenar el aire, y yo intentaba no pensar demasiado en lo que había pasado el día anterior. Habíamos evitado el tema por completo, fingiendo que no había sucedido nada, como si ese momento entre nosotros fuera solo una alucinación compartida.

Pero sabía que eso no podía durar para siempre.

Estaba medio despierto, con la mente en piloto automático, cuando escuché un golpe suave en la puerta. No esperaba a nadie tan temprano, así que me levanté de mala gana, esperando cualquier cosa menos lo que encontré al abrir la puerta: Suguru, parado ahí, con una expresión que no había visto en él antes. Parecía... inseguro.

—Oye, ¿podemos hablar? —preguntó, con un tono de voz que casi me hizo estremecer.

—Claro, pasa —dije, haciéndome a un lado para dejarlo entrar.

Cerré la puerta detrás de él, y nos quedamos en un incómodo silencio por unos segundos. Suguru miraba el suelo, evitando mi mirada, lo cual era raro para él. Siempre había sido tan seguro, tan firme. Verlo así me hacía sentir... extraño.

—Sobre lo que pasó ayer... —empezó a decir, pero no dejó de mirar el suelo—. Lo siento, no debería haber...

—No te disculpes —lo interrumpí, más rápido de lo que había planeado. Ni siquiera sabía de dónde habían salido esas palabras. Solo... lo sentí. No quería que se disculpara, no quería que lo borrara como si no hubiera significado nada.

Finalmente, levantó la mirada y nuestros ojos se encontraron. Esa misma sensación, esa tensión que había sentido el día anterior, volvió a llenar el espacio entre nosotros. Pero esta vez, no quería huir de ello. Algo en mí quería enfrentarlo.

No sé de dónde saqué el valor, si es que alguna vez he tenido algo de eso, pero antes de darme cuenta, mi mano se movió por su cuenta, buscando la suya. Cuando nuestros dedos se rozaron, sentí una corriente que me recorrió el cuerpo. Su mano era cálida, y ese simple contacto hizo que todo lo demás desapareciera por un momento. Era como si el mundo se hubiera detenido, dejándonos a nosotros solos en ese pequeño universo.

Suguru no apartó la mano, y eso me dio la confianza para entrelazar mis dedos con los suyos. Era un gesto pequeño, casi insignificante, pero para mí, significaba todo. Nunca en mi vida me había sentido así con alguien. Todo en mi vida siempre había sido caos, ruido, expectativas. Había nacido con la carga de ser el más fuerte, con responsabilidades y deberes que nunca pedí, y que muchas veces deseé no tener.

Pero cuando estaba con Suguru, todo eso se desvanecía. Me miraba de una manera que nadie más lo hacía, como si realmente viera quién era yo detrás de todas esas capas. No era el "Gojo Satoru" que todos veían; para él, era solo Satoru.

—Satoru... —dijo mi nombre, su voz suave, como si temiera romper el hechizo que nos envolvía.

—No sé qué está pasando conmigo —admití, con un nudo en la garganta—. Nunca me he sentido así antes. Nunca... he estado cómodo con nada. Siempre ha sido un peso sobre mis hombros, algo que me empuja a seguir adelante, pero que también me hunde. Pero tú... —Hice una pausa, buscando las palabras correctas, aunque no estaba seguro de que existieran—. Tú haces que todo eso desaparezca, aunque sea por un momento.

Suguru no dijo nada, solo me miró con esos ojos que parecían entender todo. Sentía que podía ahogarme en esos ojos, y por primera vez en mi vida, no me importaba.

—¿Lo quería? —me pregunté a mí mismo, casi sin darme cuenta. La pregunta flotaba en mi mente, negándose a ser ignorada.

¿Lo quería? Ni siquiera sabía lo que eso significaba. Había tenido citas, había estado con chicas, pero nada de eso se sentía como esto. Esto era diferente, más profundo, más aterrador. El amor era algo que siempre había visto desde la distancia, algo que no creía necesitar. Pero ahora, estaba empezando a preguntarme si todo lo que había creído saber sobre mí mismo era una mentira.

Stay with me I /Satosugu (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora