Capítulo 14

57 5 8
                                    

—Olive, por el amor de Dios, ¿puedes dejar de usar mi espalda como escudo protector? No te esconde de nadie y te hace ver como ridícula —protestó Annie.

—Quiero saber qué tanto hace Lucas con Payton.

—¿Qué más da? No es tu novio de verdad.

—No, pero... no lo sé. Anoche nos besamos.

—Eugh, ¿en la boca?

—No, en el trasero... ¡Claro que en la boca!

—Bueno, en el trasero también hubiese sino una opción. ¿Y qué tal? ¿Quien lo empezó? ¿Cómo besa?

—¿Por qué no pareces sorprendida?

—Era de esperarse. Te la pasas hablando de Lucas. Y últimamente pasas más tiempo con él que conmigo. Hasta creo que pasas más tiempo con tus padres que conmigo —acusó y la abracé por los hombros.

—Eso jamás. Y lo siento, en serio. ¡Es más, hasta podríamos salir hoy mismo! Nos hace falta una tarde de compras... A ti, a mi, y a mi armario.

—Hecho. —Sonrió.

Lucas besó la mejilla de Payton en forma de saludo y se separaron. Él comenzó a caminar hacia mi dirección del pasillo y me quité de detrás de la espalda de Annie, intentando no parecer una loca desesperada por él y un fantástico beso.

Por Dios, estaba nerviosísima. No habíamos hablado demasiado tras aquella noche, ni aclarado lo que significó o en qué lugar nos dejaba. ¿Seguiríamos siendo falsos novios? ¿O amigos?

Pues este era el momento de descubrirlo. Se encontraba a pocos metros y no tardaría en llegar hasta donde yo estaba, frenar y quizás pedirle a Annie si podía secuestrar durante un momento a la mujer más bella del instituto...

Finalmente, pasó por mi lado y, sin detenerse, dijo:

—Hola.

Y se marchó.

No fue hasta que lo perdí de vista que me volteé a Annie y la sujeté por los hombros.

—¡¿Qué rayos fue eso?!

—Tú contracturándome si continúas usando mi cuerpo como saco de estrés —respondió, empujándome con suavidad. Mordí mi labio inferior, frustrada—. Oye, no te vuelvas loca. Eres Olivia Wesley, cualquiera se moriría por ti, y tú andas detrás de un sin futuro que ni siquiera es capaz de frenar durante un minuto para saludarte como se debe... Aunque debo admitir que esa aura de chico malo y misterioso lo hace ver sexy.

—No le digas así...

—Lo siento, soy team Nate —respondió antes de guiñar un ojo y marcharse a clases.

Justo como lo hizo Lucas.

•••

Me encontraba caminando hacia el estacionamiento del instituto hecha una furia. El maldito no me había hablado en todo el día. ¡Siquiera me había dirigido la mirada! Era como si no existiera ante sus ojos. ¿Qué rayos había hecho mal?

¿Y si no besaba bien? Aunque tenía varios testigos de mi lado que afirmaban lo contrario...

Oh por Dios, ¿y si tenía mal aliento? Había estado llorando aquella noche, ¡de seguro apestaba!

Aunque no iba a sobrepensar o preocuparme por ello. Annie tenía razón, al menos en la parte de que era Olivia Wesley. ¡Cualquier chico se moriría por mi y yo no iba a estar lloriqueando por uno!

Aunque era tan guapo... ¡Y también un maldito infeliz, ignorador de muchachas, imbécil, zaparrast..!

—Hola.

Mi perfecto novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora