Capítulo 32

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Después de unos días de reflexión y discusiones con sus padres, Lian decidió dar el siguiente paso en su vida. La oferta de la discográfica era una oportunidad que no podía dejar pasar, y aunque sus sentimientos por Lesly aún lo tenían en un estado de incertidumbre, sabía que debía seguir adelante con su carrera.

Una tarde, Lian reunió el valor para contarle todo a sus padres. Ellos lo escucharon atentamente, compartiendo su asombro y orgullo por el éxito que estaba logrando. Sus padres, aunque preocupados por lo rápido que todo estaba avanzando, lo apoyaron y le recordaron que siempre estarían a su lado.

Al día siguiente, Lian llamó a los representantes de la discográfica para confirmar su decisión. Ellos estaban emocionados y rápidamente organizaron una reunión en su casa para formalizar el contrato. La reunión fue un evento importante, con abogados presentes para asegurar que todo se hiciera correctamente, y sus padres cuidando cada detalle para proteger los intereses de su hijo.

El día de la firma, Lian se sintió abrumado pero también emocionado. En la sala de su casa, rodeado por sus padres, los abogados, y los representantes de la discográfica, tomó la pluma y firmó su nombre en el contrato que marcaba el inicio de su carrera profesional en la música. Al finalizar, los representantes de la discográfica le dieron un cheque con una suma considerable de dinero, un anticipo para su trabajo, con la promesa de que si todo iba bien, recibiría mucho más en el futuro.

Antes de despedirse, uno de los representantes se acercó a Lian con una sonrisa, dándole una palmada en el hombro.

—Sabemos que tienes un gran talento, Lian. Ahora que eres parte de nuestro equipo, queremos que te enfoques en lo que mejor sabes hacer: escribir canciones. Nos veremos en unas semanas para escuchar lo nuevo que tengas, ¿de acuerdo?

Lian asintió, agradeciendo el apoyo y la confianza que estaban depositando en él. Aunque la presión comenzaba a sentirse, también sabía que esta era su oportunidad para demostrar lo que podía hacer.

Esa noche, después de que todos se marcharon, Lian se quedó solo en su habitación, mirando el cheque que tenía en las manos. Todo había sucedido tan rápido, y aunque se sentía agradecido, también había una parte de él que no podía dejar de pensar en Lesly. Ella había sido la musa de todas sus canciones, y ahora que estaba a punto de adentrarse en el mundo de la música profesional, no sabía si podía seguir sin tenerla a su lado.

Lian decidió que, antes de ponerse a escribir más canciones, necesitaba aclarar sus sentimientos. Aunque aún no había recibido respuesta al mensaje que le había enviado a Lesly, sabía que pronto tendrían que hablar. Necesitaba saber si ella quería ser parte de su vida, o si debía aprender a seguir adelante sin ella.

Mientras esas dudas lo atormentaban, Lian tomó su guitarra y comenzó a tocar suavemente, dejando que las notas lo llevaran. Sabía que las próximas semanas serían cruciales, no solo para su carrera, sino también para su corazón. Con la mirada fija en el futuro, Lian estaba decidido a enfrentar lo que viniera, ya fuera éxito, amor o incluso más dolor. Pero esta vez, lo haría con la convicción de que estaba en el camino correcto, un camino que él mismo había elegido.

Las semanas siguientes fueron un torbellino de actividad para Lian. Tan pronto como firmó el contrato, la discográfica comenzó a trabajar en la producción de sus canciones de manera más profesional. Los días en el estudio eran largos, pero cada momento valía la pena. Las melodías que había creado en su habitación ahora cobraban vida de una manera que nunca había imaginado. Cada nota, cada letra, resonaba con una intensidad que lo emocionaba profundamente.

Una vez que las canciones estuvieron listas, la discográfica lanzó su álbum debut y, casi de inmediato, comenzó a recibir una abrumadora respuesta del público. En cuestión de días, sus canciones se posicionaron en el número 1 de las listas de éxitos en 14 países. Los medios no paraban de hablar del joven prodigio que, con tan solo 17 años, estaba revolucionando el mundo de la música. Sus seguidores en redes sociales se contaban por millones, y su canal de YouTube no dejaba de crecer.

La popularidad de Lian despegó como un cohete, y pronto su agenda se llenó con conciertos en más de 32 países. Era difícil de asimilar para alguien tan joven, pero sus padres y su equipo lo apoyaron en cada paso. Sabían que mantener los pies en la tierra sería crucial para que no se dejara llevar por el vertiginoso ritmo de su nueva vida.

Finalmente, llegó el día de su primera gran presentación internacional. Lian y sus padres, junto con los representantes de la discográfica, abordaron un avión rumbo a un país extranjero, donde un estadio repleto de fanáticos lo esperaba. Mientras el avión despegaba, Lian miró por la ventana, sintiendo una mezcla de nervios y emoción que le recorría todo el cuerpo. Era la primera vez que iba a cantar delante de tantas personas, y la idea de que miles de ojos estuvieran puestos en él le producía un nudo en el estómago.

Horas después, el avión aterrizó, y Lian fue recibido por una multitud de fans y periodistas que se agolpaban en el aeropuerto. El revuelo era increíble, pero sus padres se mantuvieron a su lado, ofreciéndole la seguridad y el apoyo que necesitaba. El trayecto hasta el hotel fue breve, pero cada segundo lo acercaba más al momento que cambiaría su vida para siempre.

Cuando llegó la noche del concierto, Lian se encontraba en los vestidores, preparándose para salir al escenario. Podía escuchar el murmullo de la multitud que se incrementaba con cada minuto. Se miró al espejo y respiró hondo, recordándose que todo lo que había hecho hasta ese momento lo había llevado a estar allí. Los nervios eran inevitables, pero también sabía que este era su sueño hecho realidad.

Sus padres entraron al camerino para darle ánimos, recordándole que estaban muy orgullosos de él. Sus palabras lo reconfortaron, y cuando los representantes de la discográfica lo llamaron para salir al escenario, Lian sintió una ola de determinación recorrer su cuerpo.

El escenario estaba iluminado por miles de luces, y cuando Lian puso un pie en él, la multitud estalló en gritos y aplausos. La energía del público lo envolvió, y por un momento, se quedó allí, observando a las personas que habían venido a verlo, a escuchar su música.

La primera nota de su guitarra resonó en el estadio, y de inmediato, el silencio se hizo presente, como si todos contuvieran la respiración. Lian cerró los ojos y comenzó a cantar la primera canción, "A 9 lunas de ti". Con cada verso, su voz se llenaba de emoción, transmitiendo todos los sentimientos que lo habían acompañado desde que Lesly se fue a España. El dolor, la soledad, el amor que aún sentía por ella, todo se reflejaba en su música.

A medida que avanzaba el concierto, Lian fue perdiendo los nervios y entregándose por completo a la experiencia. Cada canción era recibida con ovaciones, y la conexión que sentía con el público lo llenaba de una felicidad indescriptible. Sabía que este era solo el comienzo, pero ya podía sentir el impacto que estaba teniendo en la vida de tantas personas.

Al final del concierto, mientras las luces se apagaban y el público coreaba su nombre, Lian supo que su vida había cambiado para siempre. Había dejado atrás al chico inseguro que miraba desde la ventana de su habitación, esperando algo más. Ahora, estaba en el camino que siempre había soñado, y aunque el futuro era incierto, estaba listo para enfrentarlo con todo lo que tenía.

Con una sonrisa en el rostro, Lian levantó su guitarra en señal de agradecimiento y se despidió del público, sabiendo que había superado su primera gran prueba. Y mientras regresaba al camerino, con la adrenalina aún corriendo por sus venas, supo que esto era solo el principio de algo mucho más grande.

A 9 LUNAS DE TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora