Fragmento 3

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Reino de piedra con príncipe de cristal.

(Lea Riwoo;19 años)
(Verano,1839)

El lugar en el que me encuentro es demasiado silencioso como para decir que es un comedor, un gran comedor con exactamente 40 sillas de aspecto victoriano, una mesa de más de tres metros de largo, vajilla de porcelana traída de China y regalo del emperador de la dinastía Yang, cubiertos finos y costosos recubiertos con algún metal precioso y comida, mucha comida. Más de la que las personas sentadas a su alrededor pudieran pedir, pero la señora Eun cumplía todos y cada uno de los caprichos de la familia Min;  no quería que ningún antojo repentino hiciera que la reina levantará su mano en señal de descontento y recordatorio, puesto que si no cumplían su peticiones, no duraría ni dos segundos en hacer rodar su cabeza.

Regresando al ambiente, la verdad era demasiado tenso. La señora Min o mejor como la reina Jyheun de la dinastía Min se encontraba sentada justo en un extremo  derecho de la mesa, la pequeña princesa Naeyeon sentada al lado derecho en la silla número 5, por su parte el joven príncipe y heredero al trono Yoongi se mantiene en el asiento número 15 del lado izquierdo, mientras que el asiento del rey se encontraba vacío como era de costumbre, sus ocupaciones tomaban más del tiempo que de verdad se necesitaba, pero eso a su majestad no le importaba puesto que el pueblo era más importante que su mismo bienestar.

Aunque la vida en el reino no era absolutamente mala, la verdad era que en el castillo se escondía una oscura sombra de soledad, tristeza y exigencia que no se podría superar, puesto que aunque el rey tomaba los asuntos bastante a la ligera, la reina era quien gobernaba con mano de hierro a su propio esposo e hijos. Y la razón del porqué exactamente hoy no estaba de sus mejores ánimos era porque el príncipe Yoongi o mejor conocido como el príncipe Min, se negaba a tomar a alguna de las princesas como esposa.

Sin olvidar el hecho de que todas y cada una de ellas fueron seleccionadas por su madre.

-La princesa Hwang te recibirá por la noche en el baile- habló la reina mientras limpiaba la comisura de sus labios con una servilleta de tela- Sus padres y yo hemos hablado de lo bien que haría al pueblo unir nuestros reinos- tomó su cuchillo y cortó un trozo de su fino corte de carne- Además de que podemos alargar más el proceso de tu coronación.  Debes contraer matrimonio lo antes posible-

-Pero no quiero hacerlo- mencionó el joven de cabello negro perfectamente alineado- No quiero casarme ni mucho menos ser un rey- comentó esto último con reselo- No sé como hacerlo, además….-

La risa de su madre retumbó por todo el comedor, y a pesar de que sonaba aterrador, ninguno de los guardias a los costados se estremeció, todos permanecían rectos y con una perfecta cara de póquer.

-Vamos, el señor Lee me ha dicho que todas y cada una de tus clases han sido perfectas, tus principios morales son impecables y tu sentido de responsabilidad y compromiso son tan rectos como las flores de mi jardín- tomó otro trozo de carne y lo encaminó hacía su boca- No crees excusas-

–¡No lo haré!- gritó incorporándose de la mesa y haciendo que la pequeña Naeyeon se sobresaltara- ¡No quiero ser rey, ni siquiera me gusta ser parte de esta familia!- afirmó- ¡No tienes siquiera derecho a decirme con quien debo casarme, es una completa idiotes! ¡No eres mi madre!-

Las últimas palabras quedaron  volando en el aire y haciendo eco en cada pequeño rincón de la gran sala, miré a los guardias de reojo quienes apenas habían movido sus ojos , agrandando estos a manera de sorpresa, Naeyeon soltó su pequeño tenedor, se incorporó y después de hacer una reverencia hacía su madre está le permitió irse.

Para tener 6 años, sabía muy bien cuando tenía que retirarse.

-Número 10- llamó- ¡Número 10!-

🖤PROYECTO 93🖤: En otra vida seremos lo que no pudimos ser. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora