Profesor Versack

Capitulo 27

Lira;

Mientras la película avanzaba, una atmósfera de tensión y anticipación se apoderaba del ambiente. La historia, llena de sustos y giros inesperados, mantenía nuestros corazones latiendo rápidamente, pero también había una tensión diferente en el aire, una conexión palpable entre nosotros que crecía con cada momento.

Rick, sentado a mi lado en el sofá, comenzó a inclinarse hacia mí, su respiración cálida y ligera rozando mi piel. Al principio, me sorprendí, pero la sensación se tornó rápidamente en una mezcla de nervios y emoción. Comenzó dándome suaves besos en la mejilla, como si estuviera probando las aguas. Cada contacto enviaba una chispa a través de mi cuerpo, un recordatorio de lo mucho que anhelaba su cercanía.

—¿No te da miedo? —susurré, intentando desviar mi atención de lo que realmente estaba sucediendo.

—No tanto como la idea de no poder besarte —respondió con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con un destello de desafío.

En un instante, sus labios se movieron hacia mi cuello, comenzando a dejar suaves besos que me hicieron cerrar los ojos involuntariamente. La sensación era abrumadora, una combinación de risa nerviosa y susurros de terror de la película que seguía sonando de fondo. Cada beso que me daba parecía ser un encantamiento, y la tensión en el aire aumentaba rápidamente.

—Rick… —murmuré, abrumada por la intensidad del momento, incapaz de decidir si debía alejarme o acercarme más.

—Shh, solo disfruta —dijo, su voz un susurro bajo, mientras continuaba su camino por mi cuello. Podía sentir cómo su aliento se entrelazaba con la risa nerviosa que escapaba de mis labios.

La pantalla parpadeaba con imágenes aterradoras, pero todo lo que podía pensar era en él. Cada beso era un nuevo nivel de intimidad, y la línea entre la emoción de la película y la electricidad entre nosotros se desdibujaba. La mezcla de su proximidad y la película me tenía en un estado de adrenalina pura.

—¿Estás segura de que esto es seguro? —dije, intentando mantener un tono juguetón, aunque la verdad era que no podía contener la risa nerviosa que brotaba.

—¿Te refieres a la película o a nosotros? —preguntó, con una expresión divertida en su rostro.

—A ambos.

—Ambas cosas son un poco arriesgadas, pero a veces hay que arriesgarse para conseguir lo que se quiere —respondió, inclinándose para robarme otro beso, esta vez en los labios.

Ese beso fue diferente; lleno de una urgencia que me hizo olvidar todo lo demás. La película quedó en un segundo plano mientras él me abrazaba con firmeza, la tensión entre nosotros alcanzando un punto crítico. Nuestros corazones latían al unísono, y el mundo exterior parecía desvanecerse, dejando solo el calor y la conexión que compartíamos.

De pronto, la ropa comenzó a desaparecer, quedando en lencería. Había optado por llevar un conjunto negro, y él se desprendió de mí por un momento y pareció contemplarme.

—No sabes lo jodidamente hermosa que eres, Lira —respondió asombrado, mientras se mordía el labio. Me sonrojé y envolví mis brazos con los suyos, volviendo a juntarnos. Esta vez, en un movimiento, ambos caímos hacia arriba del sofá y yo logré quedar arriba de él, sonriendo a través del beso.

—Me encantas tanto, Rick —susurré, mientras le daba besos en la mejilla y bajaba poco a poco por su cuello, causándole varios gemidos hambrientos. Quería todo de él y quería darle todo de mí.

—Tú a mí, nena, me vuelves loco. ¿Segura de que quieres seguir? —me tomó con suavidad del rostro, el cual estaba bajando. Su respiración se volvía dificultosa, y bajo de mí sentía a su amigo demandando atención.