Quince

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-La hubieras visto, lucia perfecta... hermosa.- Lauren estaba apoyada sobre el mesón de la amplia cocina de la casa de su mejor amiga.

-Es la octava vez que me dices eso.- señaló Vero.

-Es que no puedo superarlo, no puedo superarla.- señaló con sinceridad. -Me hierve la sangre saber que ella se casara con ese idiota, que luce así de perfecta para él y que simplemente la perdí.- confesó con su voz quebrada.

-Te demoraste mucho tiempo en darte cuenta, pero no te juzgo... en tu posición es difícil.- señaló su mejor amiga. -Además tampoco sabemos cómo hubiera reaccionado ella, quizás hubiera tomado la misma decisión.-

-Lo más probable, Camila no dejará de hacer lo correcto porque es la mejor imagen que puede tener para su futuro y su vida, no creo que ella sienta algo fuerte por mi, al menos si lo siente no es lo suficiente como para aceptarse a sí misma.- confiesa.

-No lo sé, no conozco en ese sentido a Camila, al menos Lucy lo hace pero no sabría interpretarlo... sé que te duele Lauren.- le aseguró.

-Me duele mucho, pero solo necesito tiempo, ella no dará un pie atrás en esto, ella siempre deseo en el fondo tener la vida perfecta, primero Nicholas, después Erick, ahora esto.- le señala.

-No me acordaba de Erick.- murmuró. -Ahí te volviste loca.- recordó.

-Era un buen chico, mejor que Theo en todos los sentidos, preferiría que fuera el, pero ya nada está en mis manos.- soltó un suspiro bebiendo un sorbo de Whisky. -Debo aceptar que Camila se casara con él y formará la vida que siempre quiso con aquel hombre.- aseguró.

Vero acarició su espalda, dejando un beso en su cabeza, mientras que con su otro brazo mantenía a su hija en brazos; la bebé dormía plácidamente.

-Me gustaría poder ayudarte, hacer algo más por ti en estos momentos, solo puedo escucharte.- dice sincera Vero y Lauren asintió. -Aunque debo confesar que me da risa que te afecte más esto que todo lo que está pasando en la nación con tu noticia.-

-No quiero pensar en eso, la gente solo está manifestando lo que piensa.- aseguró Lauren pasando una mano por su rostro. -Mi abuelo aún no acepta mi renuncia formal.- confiesa.

-Pensé que lo había hecho.- señaló Vero meciendo a su hija.

-No, creo que está en negación o buscando un plan de Persuadirme, la verdad no lo sé, pero mientras no acepte mi renuncia las cosas están detenidas, no puedo hablar con la prensa, y no puedo decir nada en cuanto a esta situación más que dejarla en rumores.- señaló.

-Está mal aquello, lo puede tener detenido por años Lauren.- le señala. -Y tú necesitas ser libre de algún modo, al menos declarar que si te gustan las mujeres, además es la única forma que dejen de tachar a la corona de homofobicos.-

-Lo sé, pero tampoco puedo ser irreverente y salir a decir que soy lesbiana, no creo que sea la forma.- terminó su vaso, dejando una leve caricia en la mejilla de la bebé. -Solo dejarán que las personas dejen de lado un poco el tema.

-¿Qué harás después de eso?.-

-No lo sé, tengo mis negocios, el viñedo está súper bien, las ventas suben y suben, creo que me iré allí, y vendré de vez en cuando.- señaló.

-Dejarás de lado lo que ocupa todo tu tiempo.- le señala.

-No dejaré la beneficencia, tengo algunas ideas con eso, solo las plasmaré cuando ya pueda tener un grupo de asesores, personas que me hagan giras y poder ver ese lado.- señaló. -Será diferente pero es lo mejor.-

-¿No te duele dejar todo esto?.-  cuestionó Vero. -Ha sido tu vida durante 33 años, y realmente me preocupa lo que pueda afectarte todo esto, más si estarás sola, o sea nos tendrá a nosotras, tus amigos, pero lo demás... me preocupa Lauren.- dijo sincera.

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