Dilema real

Tres

La morena tomó un respiro profundo, negando con la cabeza mientras sus labios se apretaban levemente ante el nerviosismo.

Quería entender a la princesa, pero simplemente no podía, no cuando Lauren siempre tenía ese poder de controlar cada parte de su cuerpo, solo con unas palabras, aunque siempre supo que todo esto había sido una mentira por parte de ella, estaba en la obligación de venir.

-Se que te preocupa, pero Vero es alguien en quien podemos confiar.- señaló suavemente para girarla.

-Debes entender el peligro que corres, no puedes llegar y confiar en las personas como si nada.- aseguró.

-Entiendo, pero también entiendo que no hay peligro alguno.- acarició su rostro con su pulgar. -Solo no te vayas.- le pidió.

Camila tomó un respiro profundo, intentando hacer lo que decía más su mente que su cuerpo pero con la mujer al frente de ella era casi imposible.

Aún más cuando los labios de la princesa tocaron los suyos en un beso lento, pidiéndole permiso para continuar con aquel contacto. Lauren era lo más delicada posible cuando de ella se trataba, en especial cuando la mujer entendía que estaba frustrada por algún motivo.

De algún modo, eso le fascinaba, cuando sentía aquel suave tacto de su piel, en especial de sus labios, aunque todo de ella le dijera como siempre que saliera de aquel lugar no podía poner más resistencia, no al menos cuando todo de ella estaba pidiendo a gritos la cercanía de la otra mujer.

Le correspondió el beso, sintiendo como la mano de Lauren se iba a su nuca para acercarla más a su cuerpo, envolviendo suavemente su lengua con la de ella, haciendo aún más profundo el contacto, perdiendo sus propios sentidos, cuando la otra mano de la princesa bajó hasta su cintura apretando con algo de fuerza.

-¿Me permite faltarle el respeto Señorita Edevane?.- murmuró alejándose un poco, con aquella sonrisa triunfante.

-Te odio tanto.- aseguró.

-Te encanto que es diferente.-

Camila negó, sintiendo los labios nuevamente de la princesa ahora agarrando con ambas manos su cintura acercándola a su cuerpo evitando cualquier espacio entre ambas.

El deseo aumentó entre ellas como cada vez que estaban juntas, comenzando aquella batalla de cuál de las dos mantenía el control, inevitablemente Camila cedió, cuando le boca de Lauren se apoderó de su cuello, para girarla nuevamente sintiendo como movía su cabello para dejar besos suaves en su nuca, deslizando el cierre de su vestido.

Sus ojos se apretaron con fuerza, mientras la princesa la volvía completamente loca con aquel contacto. Sus manos se deshicieron de su vestido, dejándola semi desnuda frente a ella, sintiendo la pasión y el deseo aumentar cada segundo más.

-No sabes cuánto te extrañe.- murmuró en su oído.

Su mano se deslizó hasta meterse debajo de su ropa interior, sintiendo la humedad entre sus dedos de la morena, Camila estiró su cabeza hacia atrás sintiendo aquel contacto suave, lento, sabiendo que solo alguien como Lauren podía saber cómo tocarla.

Su mano fue hasta la cabeza de la mujer, sintiendo aquellos besos en su cuello y hombros, envolviéndose en suaves quejidos que emanaban de su boca sin previo aviso. Sintiendo su cuerpo contraerse levemente, mientras la mujer aumentaba el ritmo.

Su corazón acelerado, junto con su respiración, el anhelo de querer más y al mismo tiempo el placer que no podía controlar, sintiendo su cuerpo temblar, girándose lentamente, tomando el rostro de la princesa entre sus manos para besarla de manera profunda, tomando el control que tanto ansiaba.