Veinticuatro

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-¿Esto es cierto?.- preguntó Lauren confundida.

-Lo es, estoy cansada de fingir, de hacer algo que no siento y más aún cuando sé que tú has hecho mucho por estar conmigo.- señaló la morena. -Tengo miedo, no te lo negaré pero más miedo me dar el vivir una vida sin ti.-

Lauren pasó las manos por su cabeza, respirando profundamente, para luego sonreír levemente.

-No pensé que lo dejarías.- confesó. -Cuando te fuiste sin avisarme, pensé que ya estaba todo decidido, tampoco quiero someterte a esto.- señaló. -Se que habrá un gran escándalo por tu no boda, hablo del círculo social.-

-Pero sabremos sobrellevarlo Lauren, al menos siento que si estoy contigo nada malo sucederá.- señaló Camila.

Lauren asintió.

-Las cosas no serán fáciles Camila, aunque haya salido del clóset, hay muchas cosas que resolver y créeme que la renuncia sigue siendo una opción.- señaló la Princesa intentando pensar con racionalidad.

-No mereces eso en tu vida, lo sabes... sé que en el fondo sabes que es injusto, no quiero que eso suceda.-

-Pero eso lo veremos después.- señaló Lauren. -Lo importante ahora es que tú estés bien.- tomó sus manos suavemente.

-Estoy bien, contigo siempre estaré bien.-

Lauren asintió, dejando un beso en su frente, para volverla a envolver entre sus brazos sin querer dejarla ir, simplemente estuvieron de pie largos minutos dejando que el tiempo pasara entre ellas, dejando todo lo exterior fuera por ese momento, lo necesitaban.

Aunque Lauren estaba feliz de la decisión de Camila, y saber que estarían juntas a pesar de todo, entendía que las cosas no eran tan simples, no cuando la morena había dejado plantado a un hombre de renombre y al igual que ella estaba en duda su posición en la corona. Entendía aquella situación y sobre todo sus propios resquemores por lo que podía suceder ante los demás, pero a pesar de aquello, sentía la tranquilidad de saber que a su lado estaría aquella mujer que hacía vibrar su corazón.

Camila la volvió a mirar a los ojos, para besarse nuevamente de manera suave, fue en esos momentos, cuando la morena le pidió que la llevara a descansar, yendo ambas a aquella casa, estirándose en la cama sin hacer absolutamente nada, solo dejando que el tiempo pasara aquel día, sabiendo el escándalo que podía estar sucediendo lejos de ellas.

Entre medio, Lauren le llevó comida a la cama, estando juntas nuevamente, mirando algunas películas en el televisor de la habitación, sintiendo al menos en esos momentos que no importaba lo que sucediera afuera, si estaban juntas nada podía ir mal.

-A esta hora estaría yendo a tu gran cena.- señaló Lauren, estirando sus brazos.

-¿Hubieras ido?.- cuestionó

-Si, no rechazo una invitación tan importante, más si era mi deber hacerlo.- la miró a los ojos aun en la cama. -Además recuerdo haberte prometido acompañarte en cada momento importante de tu vida.- le señaló:

-Si lo recuerdo.- señaló Camila. -Fue la primera vez que discutimos, y era antes de dar el examen de grado.- 

-En mi defensa tú creías que había roto mi otra promesa de estar con otras mujeres.-

Camila rodeo los ojos.

-No me acuerdes, que aún me da rabia ese momento, tu tan coqueta con todo el mundo, y ella tan ofrecida.-

-Nunca me llamo la atención... pero eso, no sé cómo no me di cuenta en esos momentos que ya sentías cosas fuertes por mi, o yo por ti.- murmuró lo último.-

Dilema real Donde viven las historias. Descúbrelo ahora