III

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Capítulo 3: Revelaciones Bajo la Luna

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Capítulo 3: Revelaciones Bajo la Luna

A medida que Sylus se acercaba más, la presión de su presencia me resultaba casi insoportable. A pesar de la preocupación que sentía por el poder que él creía tener, mi instinto me decía que debía mantenerme firme. El eco de sus palabras aún resonaba en mi mente, y la incomodidad que sentía no hacía más que aumentar.

"No estoy mintiendo." dije, tratando de mantener la voz tranquila. "Mi poder es el de velocidad, y mi nivel es demasiado bajo como para llamar la atención de alguien como tú."

Sylus frunció el ceño, su expresión mostrando una mezcla de curiosidad y escepticismo. Sus ojos, que reflejaban la luz plateada de la luna, seguían fijos en los míos.

"Tus palabras no podrán convencerme de lo contrario." dijo con firmeza. "Sé que tienes un poder especial, y no descansaré hasta averiguar cuál es, por cualquier medio que sea necesario."

Un escalofrío recorrió mi espalda ante la determinación en su voz. No podía evitar sentirme inquieta ante la perspectiva de que Sylus estuviera dispuesto a ir tan lejos para descubrir algo que yo misma apenas comprendía. Sin embargo, era evidente que no podía cambiar su opinión en ese momento.

"Déjame en paz esta noche." dije, tratando de mantener el control. "Estoy cansada, y no tengo nada más que decir."

Sylus pareció considerar mi petición durante un momento antes de asentir con una sonrisa enigmática.

"Está bien, por esta noche te dejaré en paz. Pero no creas que esto ha terminado. Estaré observándote." dijo, y antes de que pudiera reaccionar, su figura se desvaneció en el aire, dejándome sola en el bosque bajo la luz de la luna.

Sentí una mezcla de alivio y agotamiento mientras me quedaba allí, el silencio del bosque envolviéndome. La noche estaba tranquila, pero mi mente estaba en un torbellino. A medida que el cansancio se hacía más presente, decidí regresar a casa.

Al llegar, me dirigí directamente al baño, deseando tomar una ducha para despejarme de la tensión acumulada durante el entrenamiento y el encuentro con Sylus. La cálida agua corría por mi cuerpo, y me dejé llevar por el consuelo momentáneo que ofrecía la ducha.

Mientras el agua caía sobre mí, me preguntaba si debía comentar mis encuentros con Sylus a mis superiores. La perspectiva de hacerlo me llenaba de ansiedad. Sylus era peligroso, el más buscado, y había una buena razón para ello. No obstante, también sabía que si decía algo, podría ser vista de mala manera. Mi bajo desempeño reciente solo añadiría razones para que se cuestionara mi posición en el grupo de cazadores.

"¿Debería contarles?" murmuré para mí misma, el vapor de la ducha envolviéndome. "Pero si lo hago, ¿no daría más razones para que me saquen del grupo?"

La idea de ser expulsada de los cazadores me resultaba desalentadora. Había trabajado tan duro para llegar a donde estaba, y perder mi lugar solo por un mal desempeño y por hablar de Sylus sería devastador. Sin embargo, no podía ignorar el peligro que él representaba. Mi preocupación por mi seguridad y la de los demás me hacía dudar si debía mantener el silencio.

Me incliné bajo el chorro de agua, permitiendo que el calor me relajara mientras reflexionaba sobre la situación. Las imágenes del encuentro con Sylus volvieron a mi mente. Sus palabras, su actitud desafiante y su habilidad para aparecer y desaparecer sin previo aviso me dejaron intranquila.

"¿Qué hago?" pregunté en voz alta, aunque sabía que no había respuesta en la ducha. "¿Cómo puedo protegerme y, al mismo tiempo, no poner en riesgo mi posición?"

Salí de la ducha, sintiendo el agua caliente dejarme una sensación de alivio temporal. Me envolví en una toalla y me dirigí a mi habitación, el peso de mis pensamientos aún presente. Mientras me vestía, trataba de organizar mis ideas, pero la preocupación seguía siendo constante.

La noche se instaló, y mientras intentaba conciliar el sueño, la inquietud persistía. La cama parecía más incómoda de lo habitual, y el sueño no llegaba. Me giré de un lado a otro, el rostro empapado en sudor y el corazón acelerado.

El encuentro con Sylus había sido un recordatorio brutal de que había fuerzas en juego que estaban fuera de mi control. La idea de enfrentarme a un poder desconocido y potencialmente peligroso me mantenía despierta. La duda de si debía hablar o no con mis superiores solo añadía más peso a mi mente ya atormentada.

"Necesito una solución."  murmuré para mí misma. "No puedo quedarme aquí sin hacer nada."

A medida que la noche avanzaba, mi mente seguía dando vueltas a las posibles acciones a tomar. Había tantas variables a considerar: cómo informarles a mis superiores sin parecer alarmista, cómo protegerme de Sylus, y cómo manejar mi bajo desempeño para evitar que se convirtiera en una razón para mi expulsión.

El silencio de la noche era abrumador, y la sensación de aislamiento era casi tangible. Cada crujido de la casa, cada sonido en el exterior, parecía amplificado en mi mente. Los recuerdos del bosque, de la confrontación con Sylus y de la tensión en su voz, seguían presentes, como una sombra que no podía alejar.

Finalmente, el cansancio comenzó a ganarme, y aunque no podía dormir, me dejé llevar por el sopor que me envolvía. Con los pensamientos aún agitados, me acurruqué bajo las mantas, esperando que el descanso me brindara alguna claridad. Sabía que necesitaba una estrategia, pero el miedo y la incertidumbre me hacían sentir perdida.

La noche avanzó lentamente, y mientras la luna se desvanecía en el horizonte, me preguntaba si encontraría una respuesta a las preguntas que me atormentaban. El misterio de Sylus y el desafío de mantener mi posición como cazadora eran problemas que requerían soluciones cuidadosas. 

𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʀᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora