CAPÍTULO 17: Ecos de Vidas Pasadas
Después de darme una larga ducha fría, intenté calmarme y recuperar el control sobre mí misma. Mi mente seguía atrapada en lo que había sucedido con Sylus, pero necesitaba olvidar ese momento, al menos por un rato. Sentía como si todo mi ser estuviera fuera de lugar, como si una parte de mí se hubiera desvanecido en aquel instante. Finalmente, me dirigí a la cama, anhelando que el sueño me ofreciera un refugio donde pudiera encontrar algo de paz.
Sueño:
"Por favor, no me dejes... No puedes dejarme..." Esa voz, tan lejana y, al mismo tiempo, tan reconocible. Sylus estaba hablando, pero ¿por qué? ¿Qué estaba sucediendo? Mi cuerpo no respondía, estaba inmóvil y una punzada aguda de dolor se manifestaba en mi abdomen. "Quédate conmigo, no me dejes solo." Su voz se quebraba, cargada de una desesperación que nunca antes había escuchado en él. No podía distinguir su rostro, pero sus ojos rojos, esos ojos intensos y brillantes, eran lo único que lograba percibir con claridad. "Recuérdame... No quiero perderte de nuevo, no ahora... Quédate conmigo, te amo." Mis ojos, apenas entreabiertos, se cerraron lentamente mientras todo a mi alrededor se volvía borroso.
Desperté sobresaltada, con el corazón latiendo desbocado. ¿Qué había sido ese sueño? Era como si lo hubiera vivido realmente, como si cada palabra, cada sensación, hubiera sido tangible. Pero, a la vez, era tan confuso, tan inexplicable. Me quedé en la cama un momento, tratando de entender qué significaba todo aquello, pero lo único que logré fue sentirme aún más perdida.
Unos golpes en la puerta de mi habitación me sacaron de mis pensamientos. Luke, desde el otro lado, me informó que Sylus me esperaba en el comedor para almorzar juntos. Respiré hondo, intentando mantener la calma. Era obvio que algo estaba ocurriendo, algo que necesitaba ser resuelto, y Sylus debía saberlo tanto como yo.
Cuando llegué al comedor, Sylus ya estaba allí, sentado y comiendo. Me miró con esa mezcla de curiosidad y frialdad habitual en él.
"¿Dormiste bien?" preguntó, con un tono que parecía más interesado en mis emociones que en la respuesta.
Decidí ir al grano, no tenía tiempo para juegos. "¿Sabes algo que yo no? ¿Tuviste algo que ver con lo que soñé?"
Sylus me miró con una mezcla de sorpresa y confusión. Entrecerró los ojos, intentando descifrar a qué me refería exactamente.
"Así que tú también lo soñaste," murmuró, más para sí mismo que para mí. Noté cómo fruncía los labios, como si estuviera evaluando la situación.
"Antes de que digas algo," continuó, levantando una mano para detenerme, "yo no hice nada." Se encogió de hombros como si lo que iba a decir a continuación no fuera de gran importancia, aunque sabía que lo era. "He tenido sueños peores, pero soñar que muero y que gritas mi nombre no es precisamente placentero."
Sus palabras me golpearon como un balde de agua fría. "¿Qué? No, no... Yo era la que moría, y tú pedías que me quedara." Sentí cómo mi garganta se cerraba un poco al recordar la desesperación en su voz en mi sueño.
Sylus dejó de lado su plato, la expresión de su rostro se suavizó por un instante. "Bajemos la hostilidad de ambos," sugirió, su tono volviéndose más conciliador. "Es obvio que queremos saber qué es lo que está ocurriendo. Hagamos una tregua."
Asentí, reconociendo que esta vez tenía razón. Después de todo, si estábamos soñando lo mismo, eso significaba que compartíamos algo mucho más profundo de lo que habíamos imaginado.
Después de almorzar, Sylus me llevó a su habitación. El ambiente estaba cargado de una tensión que ambos intentábamos ignorar. Mientras él se servía un trago y me ofrecía uno que rechacé, me senté en el sofá a su lado, sintiendo la suave presión del terciopelo bajo mis dedos. Sylus se recostó en el sillón con la elegancia calculada que siempre parecía rodearlo, pero había una seriedad en sus ojos que nunca antes había visto.
Comenzamos a hablar sobre los sueños que habíamos tenido, describiendo cada detalle. Mi corazón latía rápido mientras le contaba mi parte del sueño.
"En mi sueño," comencé, aún con la voz temblorosa por el recuerdo, "estaba muriendo. Sentía un dolor agudo en mi abdomen, pero lo más perturbador era tu voz... Me rogabas que no te dejara, que me quedara contigo." Pausé, intentando recomponerme antes de continuar. "No podías dejarme ir... Tus palabras eran tan desesperadas, tan llenas de... amor." Las últimas palabras apenas las susurré, pero sentí que Sylus no las pasó por alto.
Sylus me observó en silencio por un momento, sus ojos rojos estudiando cada matiz de mi expresión. Finalmente, se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas. "Mi sueño fue diferente, pero igual de perturbador," admitió con un tono que revelaba más de lo que quería. "En mi sueño, yo era el que moría. Sentía un dolor intenso, y podía escucharte llamarme, rogándome que no te dejara... que te quedara contigo. Sentí tu desesperación, tu miedo... Y lo peor es que no podía hacer nada para alcanzarte."
Su confesión me dejó helada. ¿Cómo era posible que hubiéramos tenido sueños tan similares, intercambiando los papeles? ¿Qué significaba todo esto?
Sylus dejó escapar un suspiro, su mirada volviéndose más introspectiva. "¿Qué es lo que no me has dicho, Lya? Sabes cómo fue que tu poder detonó, ¿verdad? ¿Qué fue lo que lo causó?"
Bajé la mirada, sintiendo un peso en el pecho. No quería admitirlo, pero sabía que tenía que ser honesta si quería entender lo que estaba ocurriendo. "Tu beso," murmuré, apenas audiblemente. "No sé por qué, pero tu beso fue lo que lo detonó."
Él levantó una ceja, sorprendido por mi confesión, pero una ligera sonrisa se formó en sus labios. "Así que un contacto tan cercano e íntimo fue suficiente para que tu poder finalmente saliera a la luz."
No entendía del todo lo que él decía, pero su explicación parecía lógica, aunque extraña. "Pero los sueños... No entiendo qué fueron esos sueños."
Sylus se acomodó en el sofá, reflexionando por un momento antes de hablar. "Aunque es algo que se cree imposible, yo creo en la posibilidad de múltiples vidas, de que las personas puedan vivir más de una vez. Es posible que esos sueños sean recuerdos de nuestras vidas pasadas... Lo que podría significar que nos conocemos desde antes, de otra vida."
Su respuesta me dejó sin palabras. Era una idea que nunca había considerado, pero tenía sentido de alguna manera. No eran simples sueños, sino fragmentos de algo más profundo, algo que había estado enterrado en nuestras almas.
Nos quedamos en silencio por un rato, cada uno perdido en sus propios pensamientos. La posibilidad de haber compartido una vida pasada con Sylus, de que nuestros destinos estuvieran entrelazados de maneras que ni siquiera podíamos comprender, era a la vez aterradora y reconfortante.

ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʟᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦
FanfictionUna cazadora novata lucha por superar sus limitaciones, sin saber si su poder es débil por falta de entrenamiento o por un oscuro secreto que alguien más guarda sobre ella. Mientras entrena para subir de rango, una sombra del pasado emerge, cambiand...