Capítulo 6: Vigilancia Silenciosa
Al llegar a casa, apenas tuve fuerzas para quitarme las botas antes de desplomarme en la cama. Cada músculo de mi cuerpo protestaba por el esfuerzo del día, y mis heridas, aunque tratadas, ardían con un dolor sordo que se negaba a desaparecer. Mis párpados se sentían como plomo, y aunque traté de mantenerme despierta un poco más, fue inútil. Mientras mis ojos se cerraban lentamente, vi una sombra moverse en el balcón. Mi instinto me dijo que algo no estaba bien, pero el agotamiento era tan profundo que no pude hacer más que cerrar los ojos y dejar que el sueño me envolviera.
Desde la perspectiva de Sylus, la noche era una aliada familiar. La oscuridad cubría la ciudad como un manto, ocultando mis movimientos mientras me deslizaba por los tejados, siempre en busca de información y, en este caso, de Lya. Hacía días que Mephisto, mi fiel cuervo, la había estado vigilando. Sabía que estaba pasando por pruebas difíciles, y hoy había llegado la noticia de que había resultado gravemente herida. El cuervo voló hacia mí, aterrizando con gracia en mi brazo extendido. Sentí su inquietud a través de nuestro vínculo, y supe que algo había cambiado.
"¿Qué has visto?" le pregunté en voz baja. Mephisto graznó en respuesta, sus ojos oscuros brillaban con una inteligencia poco común para una criatura de su tipo. A través de él, vi la imagen de Lya, herida y exhausta, luchando por mantenerse de pie después de su entrenamiento. Había superado la prueba, pero a un costo alto.
Un sentimiento desconocido para mí se agitó en mi interior al ver su condición. No era compasión; era más bien curiosidad mezclada con algo que no podía identificar. Algo en ella me resultaba intrigante, algo más allá de su resistencia y su habilidad en combate. Era su poder, un poder que sentía latente, oculto bajo capas de duda y miedo.
Decidí que esta noche sería una buena oportunidad para visitarla. No con la intención de molestarla, sino para observarla más de cerca. Me moví entre las sombras, acercándome a su ventana con la habilidad sigilosa de un depredador nocturno. Cuando llegué a su balcón, esperé un momento, esperando que ella reaccionara a mi presencia. Pero no hubo movimiento.
Con un movimiento suave, abrí las ventanas y me deslicé dentro de su habitación. La encontré tumbada en la cama, inmóvil, su respiración era profunda y regular. Dormía profundamente, su rostro estaba marcado con heridas recientes que habían sido tratadas apresuradamente. Sus cejas estaban ligeramente fruncidas, como si aún en el sueño, no pudiera encontrar paz.
Mientras la observaba, la luna se asomó por la ventana, iluminando su rostro con una luz suave y plateada. Vi en su piel las cicatrices de su lucha, las marcas de su determinación. Me acerqué más, sin poder evitarlo. ¿Cómo podía alguien con tanto poder ocultarlo tan profundamente? Sabía que lo tenía, lo había sentido. Era como un brillo oculto bajo la superficie, un poder que ella misma parecía no comprender completamente.
Me pregunté si su habilidad era algo que había aprendido a controlar o algo que simplemente había nacido con ella. Y si era esto último, ¿por qué lo escondía? La mayoría de las personas con poder buscaban demostrarlo, usarlo para su ventaja. Pero ella no. Ella lo ocultaba, y al hacerlo, se ponía en peligro.
"¿Por qué?" murmuré en voz baja, casi sin darme cuenta. "¿Qué es lo que intentas esconder, Lya?"
Ella se movió ligeramente en su sueño, un murmullo apenas audible escapó de sus labios, pero sus ojos permanecieron cerrados. Me incliné un poco más cerca, tratando de escuchar, pero no pude distinguir las palabras. ¿Estaba soñando con los monstruos que había enfrentado? ¿O quizás conmigo?
La idea me hizo sonreír, aunque no sabía por qué. Me quedé observándola por un rato más, fascinado por la idea de que alguien pudiera tener tanto miedo de sí misma, de lo que era capaz. Me pregunté cómo sería si decidiera aceptar su poder, dejarlo salir. ¿Sería capaz de enfrentarse a mí entonces? ¿Sería tan poderosa como yo sospechaba?
El tiempo pasó lentamente mientras permanecía allí, inmóvil, mirando su rostro dormido. No pude evitar preguntarme qué tan diferentes habrían sido las cosas si ella hubiera tomado otro camino. Si en lugar de luchar para ser cazadora, hubiera abrazado su verdadero poder. Quizás entonces habría encontrado un verdadero rival en ella.
Pero no era solo eso. Había algo más, algo más profundo que no podía nombrar. Una especie de conexión, como si en algún nivel, yo entendiera lo que ella estaba pasando. Había estado en su posición antes, ocultando mi verdadero yo, no por miedo, sino por estrategia. Pero para ella, parecía ser algo más. Algo personal.
Finalmente, me aparté, sabiendo que quedarme más tiempo no me daría más respuestas. Había mucho que descubrir sobre Lya, y aunque no tenía prisa, sabía que el tiempo apremiaba. Mephisto se movió inquieto en el borde del balcón, sintiendo mi impaciencia.
"Vamos," le dije en voz baja, y el cuervo voló hacia mí, posándose una vez más en mi hombro. Miré una última vez a Lya antes de salir por la ventana, cerrándola tras de mí con un suave clic. Mientras me deslizaba de regreso a la oscuridad de la noche, no pude evitar sentir que este no sería nuestro último encuentro. No mientras hubiera tanto misterio por desentrañar.
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𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʀᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦
FanficUna cazadora novata lucha por superar sus limitaciones, sin saber si su poder es débil por falta de entrenamiento o por un oscuro secreto que alguien más guarda sobre ella. Mientras entrena para subir de rango, una sombra del pasado emerge, cambiand...