𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʟᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦

XXIII

Capítulo 23: El Dolor de la Verdad

Tras otra noche sin dormir, me levanté con el cuerpo pesado y la mente aturdida. Caminé hasta el baño, enfrentándome al espejo con una mirada vacía. Mis ojos, rodeados de círculos oscuros, revelaban el insomnio y el estrés que no lograba ocultar. Sabía que tenía que maquillarme, al menos para evitar que Xavier viera el caos interno que me consumía. Me cubrí las ojeras con base, traté de darle un poco de vida a mi rostro pálido, pero incluso con el maquillaje, seguía viéndome agotada. Me sentía como un reflejo distorsionado de mí misma, una persona que ya no sabía quién era ni a dónde pertenecía.

Me dirigí a la cocina, intentando aparentar normalidad. El aroma a comida recién hecha invadió el pequeño espacio, y ahí estaba Xavier, cocinando el almuerzo, visiblemente entusiasmado. Su energía contrastaba con mi propia pesadez, y por un momento me sentí fuera de lugar, como si no encajara en la vida cotidiana que alguna vez había sido mía. Todo lo que solía ser familiar ahora se sentía ajeno, como si no perteneciera realmente a este hogar, a esta rutina.

"Voy a ir en la tarde a visitar a Zayne," le comenté mientras me sentaba en la mesa, intentando distraerme de mis pensamientos.

Xavier no respondió de inmediato, lo que no era típico de él. Me resultaba sospechoso, y el silencio que siguió comenzó a pesar más de lo que esperaba. Podía notar cómo evitaba mirarme a los ojos mientras removía la comida en la sartén.

"¿Qué ocurre?" pregunté, la preocupación filtrándose en mi voz. Sabía que algo no estaba bien. Su comportamiento, tan evasivo, solo aumentaba mi ansiedad.

Xavier dejó de cocinar por un momento, suspiró profundamente y se giró hacia mí, con una expresión de incomodidad que nunca había visto en él.

"Una nueva cazadora se unió al equipo..." comenzó, pero inmediatamente supe que estaba dándole vueltas al asunto, que lo que me iba a decir no era tan simple. "Nada excepcional, realmente, pero su evol es... especial, por decirlo así. No se logra identificar claramente, es algo que no hemos visto antes." Las palabras eran confusas, evasivas, llenas de rodeos. Estaba claro que no quería llegar al punto.

Lo miré con una mezcla de impaciencia y confusión. "¿Qué tiene que ver eso con Zayne?" Mi corazón comenzó a latir más rápido, presentía que lo que estaba a punto de decirme no sería fácil de escuchar.

Xavier desvió la mirada antes de hablar. "Bueno, es sabido que Zayne ha desarrollado un acercamiento... especial con esta cazadora. Al parecer, la curiosidad entre ambos los llevó a más que una simple relación profesional. Se rumorea que están... saliendo."

Las palabras de Xavier cayeron sobre mí como un golpe brutal. Me quedé en silencio, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. Zayne... ¿con otra mujer? Sentí que el suelo desaparecía bajo mis pies, como si el mundo que conocía se desmoronara en cuestión de segundos. Lo último que esperaba al regresar era enterarme de que él había seguido adelante. Mi mente simplemente no podía creerlo.

"¿Hace cuánto?" Logré preguntar, aunque mi voz salió rota, apenas un susurro.

"Hace como dos o tres meses," respondió Xavier, su tono cauteloso, como si midiera cada palabra. Mi corazón se encogió ante la respuesta. Eso significaba que todo había comenzado mientras yo seguía desaparecida, mientras estaba atrapada en la casa de Sylus, esperando que Zayne me encontrara.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, nublando mi visión mientras trataba de contener el dolor que se estaba desbordando en mi pecho. No sabía qué dolía más: la idea de que Zayne había encontrado consuelo en otra persona, o que lo había hecho mientras yo aún estaba perdida, mientras él debería haber estado buscándome.

"¿Él siquiera me buscó?" Logré preguntar, con la esperanza de aferrarme a algo, cualquier cosa que me diera alivio.

Xavier asintió lentamente. "Hasta donde sé, sí. Contrató a cazadores especiales para encontrarte. De hecho, uno de esos equipos fue enviado a la zona 109..." Hizo una pausa, como si lo que estuviera por decir fuera aún peor. "Pero nunca regresaron. No sabemos qué les ocurrió."

Sentí un escalofrío recorrerme al recordar la zona 109, ese lugar donde todo cambió para mí. ¿Había mandado a Zayne a esos cazadores, los había enviado a una muerte segura en su intento por encontrarme?

Xavier suspiró, su rostro sombrío. "Bueno, creo saber qué ocurrió... Pero después de ese incidente, Zayne dejó de buscarte."

El golpe final. Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía evitarlo. Toda la esperanza que había albergado en esos meses desapareció de golpe. Zayne había dejado de buscarme, había decidido que no valía la pena seguir intentando. Sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos. ¿Cómo era posible que todo se hubiera desmoronado de esa manera?

De repente, Xavier dejó de cocinar. Me miró con una expresión que mezclaba compasión y tristeza, como si entendiera todo el dolor que estaba sintiendo. Caminó hacia mí, y sin decir una palabra más, me rodeó con sus brazos. Lo siguiente que sentí fue el calor de su abrazo, y fue en ese momento cuando me permití romperme por completo.

"Lya, yo jamás me detendría en buscarte," susurró con firmeza, su voz llena de una convicción que me hizo llorar aún más. "Juro que nunca dejé de buscarte, ni por un segundo. Lo habría seguido haciendo, por siempre si era necesario."

Su abrazo fue reconfortante, pero no podía aliviar el dolor que sentía. Era como si una parte de mí estuviera vacía, rota de una manera que ni siquiera podía describir. Mis lágrimas cayeron sin control, y mi cuerpo se estremecía en sus brazos. Todo lo que había reprimido durante tanto tiempo, todo el dolor, la confusión, el miedo, finalmente explotó.

No supe cuánto tiempo estuve así, en los brazos de Xavier, desmoronándome por completo. Pero en algún momento, mis lágrimas comenzaron a detenerse, y todo lo que quedaba era un agotamiento abrumador, una sensación de vacío que no podía sacudir.

Xavier me soltó con cuidado y me miró a los ojos, limpiando una de mis lágrimas con su pulgar. "Lo siento tanto, Lya... Quisiera poder hacer algo para que todo esto desaparezca."

"Yo también," susurré, sintiendo cómo mi voz se rompía de nuevo. Pero sabía que no había nada que él, ni nadie, pudiera hacer para borrar lo que había pasado. No podía cambiar el hecho de que Zayne había dejado de buscarme, ni que había encontrado consuelo en los brazos de otra mujer.

El dolor aún estaba ahí, latente, pero al menos ya no me lo estaba guardando sola. Xavier estaba ahí para mí, como siempre lo había estado, y aunque eso no eliminaba el dolor, me daba un pequeño rayo de esperanza.