XIII

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Capítulo 13: El Despertar del Poder

Tres días habían pasado desde mi último intento de escapar. Acepté mi situación, al menos por ahora. La rutina diaria en la casa de Sylus se había vuelto casi insoportable en su monotonía. Las horas se estiraban interminables mientras deambulaba por la casa, atrapada en mi propia impotencia. Sin embargo, hoy, algo cambió.

Era una tarde nublada y el aire estaba cargado de humedad, lo cual solo aumentaba mi sensación de opresión. Sylus apareció en la puerta de mi habitación, con una mirada diferente a la usual. Había algo en sus ojos, un destello de anticipación, casi como si hubiera estado esperando este momento.

"Ven conmigo", dijo, su voz más seria de lo habitual. No me dio opción a discutir. Con un suspiro resignado, lo seguí, mi curiosidad despertando a pesar de mí misma.

Me llevó a través de la casa y, por primera vez, me di cuenta de que nunca había explorado verdaderamente este lugar. Había habitaciones y pasillos que nunca antes había visto. Bajamos unas escaleras de piedra, y de repente, me encontré en lo que parecía ser un espacio de entrenamiento subterráneo. El lugar era enorme, iluminado por antorchas que proyectaban sombras danzantes en las paredes de piedra.

"¿Dónde estamos?" pregunté, mirando a mi alrededor.

"Este es mi espacio de entrenamiento personal", respondió Sylus sin volverse a mirarme. "Quiero ver de lo que eres capaz."

Antes de que pudiera responder o siquiera procesar sus palabras, Sylus alzó una mano. Sentí un temblor en el suelo y, de repente, un monstruo apareció frente a mí. Era grande y poderoso, con ojos llenos de una furia salvaje. Retrocedí un paso, mi corazón latiendo rápidamente. Pero Sylus me empujó suavemente hacia adelante.

"Vamos, Lya. Quiero ver cómo te manejas sola", dijo con una voz tranquila pero autoritaria.

El monstruo rugió, y sin darme tiempo para pensar, se lanzó hacia mí. Mis instintos tomaron el control. Saqué mi espada y me preparé para enfrentarme a la criatura. Los primeros golpes fueron duros; sus movimientos eran rápidos y agresivos. Me concentré, bloqueando sus ataques y buscando una apertura.

A medida que el combate continuaba, me di cuenta de algo extraño. Me sentía más ligera, más rápida. Mis reflejos eran más agudos, y mi energía no se agotaba tan rápidamente como solía hacerlo en los entrenamientos de la academia de cazadores. Cada golpe que daba tenía más fuerza, y cada esquive era más preciso.

El monstruo me atacó con una fuerza brutal, pero logré evadirlo por poco, girando sobre mis talones y contraatacando con un golpe certero. Sentí la vibración de mi espada al atravesar su piel, y con un último esfuerzo, lo derribé al suelo, jadeando por el esfuerzo. Aún así, no me sentía tan cansada como hubiera esperado. Había algo diferente en mí, algo que no podía identificar.

Sylus observaba desde la distancia, sus ojos fijos en cada uno de mis movimientos, analizando cada detalle del combate. Cuando finalmente el monstruo cayó, él se acercó lentamente, aplaudiendo suavemente.

"Impresionante", comentó, su voz llena de un extraño respeto. "¿No sientes que pudiste con el monstruo más fácilmente esta vez?"

Todavía tratando de recuperar el aliento, asentí. "Sí... pero no entiendo por qué. No me siento tan agotada como normalmente estaría después de una pelea así."

Sylus sonrió, una sonrisa astuta que me puso en guardia. "Tengo la sospecha", comenzó lentamente, "de que en la base de cazadores, aquellos en el alto mando saben más sobre tus poderes de lo que tú crees. Y creo que han estado haciendo algo para drenar o minimizar tu verdadero potencial."

Mi mente se quedó en blanco por un momento, tratando de procesar lo que había dicho. "¿Qué quieres decir con que están drenando mi poder? Eso no tiene sentido."

Sylus se cruzó de brazos y me miró fijamente, como si estuviera evaluando cuánta información debería darme. "Los cazadores de élite siempre han estado obsesionados con el control y el poder. Algunos de ellos pueden haber descubierto tu potencial antes que tú misma y decidieron mantenerlo bajo control, tal vez para evitar que te convirtieras en una amenaza o quizás para tenerte bajo su control."

"No... eso no puede ser verdad," dije, negando con la cabeza, aunque una parte de mí comenzaba a dudar. Recordé las veces en la academia en las que me había sentido inexplicablemente cansada, como si algo me estuviera frenando. Siempre había asumido que era por falta de habilidad o práctica. "¿Cómo lo harían? ¿Cómo podrían drenar mi poder sin que me diera cuenta?"

Sylus dio un paso más cerca, sus ojos fijos en los míos. "Podría ser a través de los amuletos que usas, los rituales de entrenamiento, incluso los lugares donde te hacen practicar. Hay muchas formas de manipular el Evol, especialmente cuando la persona que lo posee no sabe realmente lo que tiene."

"¿Y cómo sabes tú tanto sobre esto?" pregunté, la desconfianza llenando mi voz.

"Porque he visto lo que pueden hacer," respondió sin dudar. "Y porque he visto lo que tú puedes hacer. Hoy fue solo una pequeña muestra de tu verdadero potencial. Si me permites ayudarte a desbloquearlo, podrías volverte mucho más poderosa de lo que jamás imaginaste."

No sabía si confiar en sus palabras. Sylus siempre tenía una agenda oculta, y aunque su propuesta sonaba tentadora, también me aterraba. ¿Qué significaba realmente desbloquear mi potencial? ¿Y qué costo tendría?

"¿Por qué querrías ayudarme?" pregunté finalmente. "¿Qué ganas tú con todo esto?"

Sylus inclinó la cabeza, y por un momento, su expresión fue casi melancólica. "Mis razones son mías. Pero digamos que tengo un interés personal en asegurarme de que entiendas lo que eres y lo que puedes hacer. Y también... en ver hasta dónde puedes llegar."

"Entonces, ¿esto es solo un experimento para ti?" pregunté con frialdad, sintiendo una oleada de ira. "¿Un juego?"

"No, Lya," respondió con una seriedad que me sorprendió. "Esto no es un juego. No para ti, y ciertamente no para mí. Pero sí, quiero saber hasta dónde puedes llegar. Porque creo que tienes un potencial que va más allá de lo que cualquiera de nosotros puede imaginar. Y si tengo razón, ese potencial podría cambiar muchas cosas."

Me quedé en silencio, tratando de absorber todo lo que acababa de decir. Parte de mí quería rechazarlo, negarlo todo y aferrarme a la creencia de que era solo una cazadora promedio. Pero otra parte, una parte más profunda y más oscura, se sentía intrigada. Porque si había algo más dentro de mí, algo que ni siquiera sabía que tenía... quería saberlo. Quería entenderlo.

"Bien," dije finalmente, enderezándome y sosteniendo su mirada. "Veremos hasta dónde puedo llegar. Pero quiero hacerlo a mi manera."

Sylus sonrió, un brillo de aprobación en sus ojos. "Eso es lo que quería escuchar. Vamos a descubrir de lo que realmente eres capaz, Lya."

𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʀᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora