Capítulo 25: El Recuerdo Perdido
La noción del tiempo había dejado de tener sentido para mí. No sabía cuántos días habían pasado desde que me encerré en mi habitación, llorando en silencio y mirando la ventana. Los días se mezclaban con las noches, y lo único que sentía era un vacío profundo que me devoraba lentamente. La traición de Zayne, la confusión sobre Sylus, todo se acumulaba, y no podía encontrar una salida. La falta de sueño comenzó a pesarme. No recuerdo la última vez que realmente había dormido, pero esa noche, el cansancio finalmente me venció. Cerré los ojos y caí en un sueño profundo, aunque no fue el alivio que esperaba.
Al principio, el sueño era vago, borroso, pero pronto cobró forma. Una escena desoladora se desplegó ante mí: un campo de batalla en ruinas. No reconocía el lugar, pero algo en mi interior me decía que lo conocía, que había estado allí antes. A lo lejos, el cielo estaba cubierto de nubes grises, el viento arrastraba el olor metálico de la sangre y el humo de las batallas recientes. Me encontraba en medio de la guerra, rodeada de caos, luchando por sobrevivir. Podía sentir la adrenalina en mis venas, pero también notaba algo extraño: mi cuerpo se movía con lentitud, como si cada movimiento me costara más de lo que debería. Mis golpes eran débiles, mis reacciones torpes. Era como si una parte de mí estuviera perdida, como si no tuviera toda mi fuerza.
De repente, una figura hostil apareció frente a mí. Apenas tuve tiempo de reaccionar antes de sentir el frío cortante de una espada atravesar mi abdomen. El dolor me dejó sin aliento, y caí de inmediato al suelo. La espada se retiró de mi cuerpo, y pude ver a mis atacantes alejarse, ignorándome, como si ya no fuera una amenaza. Mi visión se oscurecía poco a poco, mientras presionaba mi abdomen con desesperación, tratando de detener la hemorragia, aferrándome a la vida.
Fue entonces cuando lo vi.
Una energía roja y poderosa atravesó el campo de batalla, desintegrando a mis atacantes en un instante. Con esfuerzo, levanté la cabeza y vi una figura masculina acercarse a mí, envuelta en esa energía familiar. Mis ojos apenas podían enfocarlo, pero sabía quién era. Sylus. Siempre Sylus.
Él se arrodilló a mi lado y me levantó en sus brazos, sosteniéndome con una mezcla de desesperación y ternura. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores, estaban ahora llenos de lágrimas, lágrimas que caían silenciosamente por su rostro. Era la primera vez que lo veía llorar, y su dolor era palpable.
"No te vayas," suplicó, su voz rota por la angustia. "No me dejes... no ahora... ahora que recordamos que debemos estar juntos. No me abandones, Lya. No podré seguir sin ti."
Su abrazo era cálido, desesperado, como si con solo sostenerme pudiera evitar que la vida se escapara de mi cuerpo. Me miraba con una intensidad que me atravesaba el alma, como si yo fuera la única cosa que importara en el mundo en ese momento.
"Estuvimos toda nuestra vida buscándonos, ¿recuerdas?" continuó, su voz temblando. "No quiero perderte, no de nuevo."
Mis fuerzas se agotaban, el dolor se extendía por todo mi cuerpo, pero escuchar sus palabras despertaba algo en mí. Había verdad en lo que decía, lo sentía. Habíamos estado juntos antes. En vidas pasadas, nos habíamos encontrado, solo para ser separados una y otra vez. Esa conexión, esa atracción que siempre había sentido hacia él, ahora tenía sentido.
Sylus inclinó su rostro hacia mí, y sus labios rozaron los míos en un beso suave, casi reverente. El contacto fue como un rayo de electricidad, una corriente familiar que recorrió mi cuerpo, despertando algo profundo en mi interior. Era un poder, uno que había olvidado pero que siempre había estado ahí, dormido en las sombras de mi ser.
"Te doy parte de mi poder, Lya," susurró contra mis labios. "Así, cuando en la siguiente vida uses tu fuerza, esta me llevará contigo. No perderemos más tiempo buscándonos. No te vayas... Recuérdame... No quiero perderte de nuevo. Quédate conmigo... te amo."
Sus palabras resonaban en mi mente como un eco lejano mientras la oscuridad me envolvía. Lo último que sentí fue su abrazo firme, su calor envolviéndome, antes de que todo desapareciera.
Desperté de golpe, con el corazón latiendo a toda velocidad y el sudor cubriendo mi frente. Mis manos temblaban mientras las llevaba a mi pecho, aún sintiendo el latido de mi corazón, como si me estuviera asegurando de que seguía viva. El sueño... no era solo un sueño. Lo había recordado todo, o al menos, lo suficiente para entender.
En nuestra vida pasada, Sylus y yo habíamos estado juntos. Éramos dos piezas de un rompecabezas que solo podía completarse cuando estábamos el uno con el otro. Pero la guerra nos había separado, y yo... yo había muerto en esa guerra. La imagen de la espada atravesándome volvió a mi mente, y con ella, la sensación del poder de Sylus inundándome antes de morir. Él me había dado parte de su poder, para asegurarse de que nos encontraríamos de nuevo en esta vida.
Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos mientras me sentaba en la cama, abrazando mis rodillas. Ahora entendía por qué, desde el momento en que conocí a Sylus, había sentido una atracción inexplicable hacia él. No era simplemente una fascinación, era algo más profundo, algo que venía de un tiempo anterior a esta vida. Era como si una fuerza superior nos uniera, como si el destino mismo nos estuviera empujando el uno hacia el otro.
Sylus siempre había sabido más, siempre había estado buscando respuestas que yo no podía ver. Ahora lo comprendía. Las emociones que ambos sentíamos pero no podíamos entender... todo provenía de nuestras vidas pasadas, de esa historia que habíamos compartido antes, y que nos había dejado marcados de por vida.
Estuvimos toda nuestra vida buscándonos, había dicho en el sueño, y esas palabras se repetían una y otra vez en mi mente. Sylus había estado esperando que recordara, que comprendiera lo que significábamos el uno para el otro. Y ahora que lo sabía, una parte de mí se sentía destrozada por haberlo alejado todo este tiempo, por haberlo rechazado.
Las lágrimas caían silenciosamente por mi rostro, pero esta vez no eran solo de dolor, sino de comprensión. Sylus y yo estábamos destinados a estar juntos. Habíamos sido separados por la muerte y por el tiempo, pero él había encontrado una manera de traernos de vuelta. Ahora, la única pregunta que quedaba era: ¿qué haría con este conocimiento?

ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʟᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦
FanfictionUna cazadora novata lucha por superar sus limitaciones, sin saber si su poder es débil por falta de entrenamiento o por un oscuro secreto que alguien más guarda sobre ella. Mientras entrena para subir de rango, una sombra del pasado emerge, cambiand...