𝐋𝐄𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃 𝐁𝐔𝐑𝐍 [ꜱʏʟᴜꜱ] 𝘓𝘰𝘷𝘦 & 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘴𝘱𝘢𝘤𝘦

XVI

Capítulo 16: El Juego del Poder

Lya:

Al día siguiente, me encerré en mi habitación, sin ganas de salir ni de comer. Mi mente era un torbellino de pensamientos y emociones. Estaba agotada de vivir en este limbo, prisionera de Sylus y su obsesión por mi poder. Si él quería mi energía, mi evol, entonces se lo daría. No me importaba renunciar a mi potencial como cazadora. Lo único que quería era recuperar mi libertad y regresar con Zayne. Su ausencia pesaba cada vez más sobre mí; estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por escapar de aquí.

Decidí que esa noche, lo enfrentaría. No más juegos, no más escondites. Me daría a Sylus y acabaría con esta pesadilla de una vez por todas.

Sylus:

Durante la tarde, Luke vino a verme con una expresión cautelosa. "Señor, Lya no ha salido de su habitación. No ha comido nada desde anoche."

Asentí, sin apartar la vista de los documentos que revisaba. "Ya me di cuenta," respondí con desinterés aparente.

Luke continuó, como si sus palabras fueran revelaciones: "Ella tiene su poder. Lo sentí anoche cuando..."

"Por supuesto que lo tiene," le interrumpí, mi tono más frío de lo habitual.

"Ahora solo necesita robarle su evol y dejarla ir. Ya no la necesita, señor. El control total será suyo," sugirió Luke, su voz llena de un entusiasmo que me molestó.

Dejarla ir... La idea retumbó en mi mente como una campanada fúnebre. Dejarla ir significaba renunciar a esa energía, a esa conexión única que había comenzado a sentir. ¿Pero era solo por el poder? Anoche, algo cambió entre nosotros, algo que necesitaba entender. Tal vez ella sabía algo que yo no.

"Dejarla ir..." murmuré para mí mismo.

Luke me miró confundido. "¿Dijo algo, señor?"

"No, nada. Déjame solo," le ordené.

Luke se retiró, y yo me quedé sumido en mis pensamientos. Necesitaba respuestas, y solo había una persona que podía dármelas.

Lya:

Esa noche, salí de mi habitación y me dirigí a la sala principal. Mis pasos resonaban por el corredor silencioso, cada uno cargado de la determinación que había acumulado durante todo el día. Me senté en el sofá, apretando mi camiseta con las manos para controlar el nerviosismo. Mis pensamientos estaban centrados en una sola cosa: enfrentar a Sylus y recuperar mi libertad.

No pasó mucho tiempo antes de que escuchara sus pasos acercándose. Sylus entró en la sala con su típica calma, vestido con una bata roja que dejaba entrever su torso. Mi mirada se apartó instintivamente al ver la abertura de la bata, sintiéndome vulnerable ante su presencia. Maldita sea, mantén el control, me dije a mí misma.

"¿Querías mi poder en primer lugar, no? ¡Entonces tómalo!" exclamé con una mezcla de furia y desesperación, levantando la cabeza para mirarlo directamente a los ojos.

Sylus levantó una ceja, una sonrisa sutil jugando en sus labios. "¿Tomar tu evol?" Su voz tenía un tono más grave, casi amenazante. ¿Estaba disfrutando esto?

"Eso es lo que querías desde que me trajiste aquí," dije, mi voz temblando ligeramente, intentando mantener mi postura desafiante.

Sylus se encogió de hombros, su mirada fija en mí, evaluándome como un depredador acechando a su presa. "¿No piensas decir nada?" insistí, mi frustración creciendo.

Se acomodó en el sofá, recargando su brazo en el respaldo y su cabeza en su mano, como si todo esto fuera un simple juego para él. Su expresión era indescifrable, pero podía sentir una tensión en el aire, algo que no había notado antes.