¿Y si...?

XXXVIII

Pov. Marcela

Desperté nuevamente a las dos horas con una llamada de Alex, era absurdamente temprano y yo había dormido muy poco con toda la acción de la noche anterior, me levanté con cuidado y atendí el celular en el baño para no despertar a Antonella.

- Alexander son las siete y media de la mañana que quieres!

- Mar! No seas amargaba que vas a quedar fea, la cosa es que me olvidé de revisar la hora antes de llamar, recién llego del antro, era para preguntarte cuando regresabas.

- Ah bueno aún no lo sé, iba a hacerlo mañana pero no sé como que tengo ganas de tomarme unas micro vacaciones ¿Que dices, Lu me va a odiar demasiado?

- No creo, es buena chica además ahora puedes aprovechar para sacar todas las vacaciones que quieras, cuando ella no esté se te va a complicar un poco más.

- tienes razón, le voy a llamar en unas horas. Ya sabes como lo haría un ser humano normal!

- Ay no que exagerada, hablamos más tarde amargada!

Colgó el teléfono y salí del baño y la ví durmiendo plácidamente y no dude ni por dos segundos en acostarme a su lado abrazándola por la espalda.

Narrador

Al día siguiente Patricia había ido a la empresa extrañada de que Marcela no la hubiera llamado, ella había pasado ese tiempo con aquel chico, Marcos, quien no había perdido el tiempo en lo más mínimo y ahora por su culpa Patricia estaba caminando algo raro. Después de tanto tiempo en relaciones con mujeres se había desacostumbrado a tener acción por la parte de atrás y a Marcos parecía encantarle esa zona de su cuerpo. Internamente Patricia agradecía un poco que Marcela no le hubiera escrito, quería verla pero no explicarle porque tenía la marca de una gran mano en su nalga derecha, no sería precisamente cómodo que digamos.

Patricia había dejado algunas llamadas en el teléfono de Marcela no muchas quizás tres o cuatro, pero era extraño que Marcela aún no hubiera llamado. Cuando vió pasar a Daniel no dudó mucho en preguntar por ella.

~ Daniel! Sabes algo de Marcela? no ha respondido mis llamadas y según yo ya debería de haber regresado, su vuelo salía a las tres de la madrugada.

- Si Patricia, Marcela pospuso su vuelo por unos días, quizás semanas.

Esa última información no había sido proporcionada por su hermana, pero a Daniel le molestaba la idea de que Patricia lástimara a su hermanita y disfrutaba joderle un poquito la vida a veces.

~ ¿Qué? Eso es imposible, me lo hubiera dicho.

- Se le debe de haber olvidado, adiós Patricia.

Siguió su camino hacia su oficina dejando a una confundida Patricia en el camino, en un susurro pronunció:

"Se habrá quedado por esa? No es imposible, no compite conmigo"

Volvió a su puesto e hizo como si nada hubiera pasado, pero una pequeña espina se había colado en su cabeza haciéndola dudar un poco más

Marcela recién estaba levantándose a desayunar con una camiseta larga de Antonella de color blanco y únicamente con ropa interior en la parte de abajo, Antonella aún no llegaba, a la castaña la habían llamado hace una hora de la empresa notificando un nuevo problema en ésta.

Marcela puso música y comenzó a preparar un desayuno rápido para cuando Antonella llegara en algunos minutos, una vez listo se sentó en sofá blanco y grande de la sala de estar. Al poco tiempo entró Antonella en el departamento.