XXVI

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Pov. Marcela

Luego de poco más de una hora volví a la empresa encontrando a Patricia ya en su escritorio, admito que no tuve el valor para verla a la cara y antes de pasar por la puerta fingí hablar por teléfono.

- Si por supuesto, bueno yo llegué esta mañana, pero no me he enterado de nada ... si si obvio hay que hacer algo ... claro, ya lo había pensado.

Sabrá Dios cómo hice para no reírme cuando me miró fijo elegí un mal tema de mí falsa conversación, más aún considerando que ella es una chismosa, la verdad eso es una de las cosas que más extraño, a mi mejor amiga, la que no importa la hora si le digo "te tengo un chisme" viene enseguida.

Entré a la oficina y ahí estaba Lucia la chica era muy amable y atenta al instante supe que nos llevaríamos bien.

Es algo raro ver mi oficina dividida en dos pero tampoco es tan grave, me senté en mi escritorio y comencé a llenar y revisar algunas papeles mientras Lucia me contaba un poco de su vida, ella nació en Italia, se vino a vivir a colombia al año de haber nacido, luego volvió a Italia a los quince y se fue a los diecisiete años a Inglaterra donde vivió hasta el año pasado, en resumen anduvo de un lado para el otro durante toda su vida y ahora quería quedarse por un largo tiempo en Colombia.

Llegada la hora me despedí de mi nueva compañera y salí de la oficina encontrándome con Daniel en el ascensor, en los pasillos del primer piso ví algo que me mató, Sandra besaba a Patricia, no un beso tranquilo si no que algo acalorado y la tomaba de la cadera, más allá de todo
¿A quien carajos se le ocurre eso en la oficina? Yo solo iba a seguir de largo, pero Daniel tenía otros planes, en verdad era lo adecuado si permite esas actitudes en la empresa todos lo terminarían pasando por encima, yo aunque sea lo hice en el baño, pero sospecho que no es una casualidad que yo las encontrara así, sin embargo creo que no contaban con que Daniel no se había ido de la empresa.

Carraspeo fuertemente la garganta haciendo que Sandra soltara con rapidez a Patricia.

- Ay pero que tenemos acá? En qué mundo pueden creer ustedes que es un comportamiento adecuado para dos empleadas de la empresa esas actitudes tan vulgares, ésto es una empresa no un motel o es que acaso no saben diferenciarlo!?

- Ay Daniel perdone que lo contradiga, pero ¿Por qué sería tan vulgar que besé a MI novia? ¿Acaso es porque somos dos mujeres?

Ella se creía muy inteligente al enfrentarlo con eso, muchas personas utilizan a diario el "me están discriminando" para librarse de una situación comprometedora, pero él no se lo iba a dejar tán fácil.

- Mire...- miró en mí dirección fingiendo haber olvidado su nombre, me hice la desentendida un rato y finalmente le respondí con un "Sandra?"- Ah sí eso, mi hermana acá presente tuvo una reacción con una mujer cosa que no es ajena para usted y está actualmente conociendo a otra mujer - que loco, ni yo sabía eso- y fui el primero en darle mi apoyo así que le voy a exigir que no hable incoherencias solo porque sí y a en la próxima ocasión que las encuentre en estás circunstancias ambas recibiran el correspondiente llamado de atención acompañado con una reducción de su sueldo.

En ese momento se acercó a nosotros Lucia quien acababa de salir del ascensor, ya parecía una película de comedia la situación, Patricia tensó la mandíbula cuando la vió pararse a mi lado

# Lamento interrumpir ¿hay algún problema?

Ella entrelazó nuestras manos y ví como por un segundo le dió una mirada a Daniel, comenzaba a entender todo, ese hombre si que podía ser un desgraciado cuando quería. Viendo las cosas en teoría la otra mujer que "estoy conociendo" sería Lucia pero ¿Por qué? O sea no me quejo es divertido ver a esas mujeres enojadas pero aún así no tiene mucho sentido.

- No Lucia, todo en orden ahora sí, vamos a comer que se nos hace tarde y podemos perder la reserva.

# Claro, vamos linda.

Comenzamos a caminar pero hablando lo suficientemente alto para que puedan escuchar

- Síguenos la corriente, Lucia te explica en tu auto.

- ¿Quieren que las lleve?

- No no tranquila nosotras vamos juntas y nos encontramos allá.

# Si Daniel quédate tranquilo después de todo tenemos bastante tiempo sin vernos.

Las actuaciones de éstos dos locos eran dignas de un Oscar, una vez arriba del auto Lucia comenzó a explicarme el "plan" de Daniel.

# Lamento muchísimo el no haberte dicho nada, la cosa es que ayer estaba en el baño y escuché cuando vinieron la altota y sus amigas, yo estaba por salir y comenzaron a hablar, mi amor por el chisme fue más fuerte que yo y escuché a Sandra decir que ahora con tu regreso temia que Patricia la dejara y la secretaria de Olarte no recuerdo bien su nombre, pero le dijo que la mejor forma de sacarte del camino era hacerte sufrir y que vieras que no tenías oportunidad alguna con Patricia, por eso idearon lo del beso el día que volvieras no contaron con que Daniel iba a estar contigo, le conté a Daniel lo que escuché porque la verdad me pareció cruel hacerle eso a alguien, además yo ya sabía la historia porque me la había chismeado Hugo y fue lo que creí correcto, él me preguntó si quería ayudarlo a idear algo y repito me gusta el chisme por lo que no me pude negar.

- Okey eso fue mucha información para mi cerebro, gracias porque si entendí correctamente te podrías haber quedado callada y yo probablemente estaría llorando ahora, pero es otro tema mi pregunta ahora es ¿En realidad hicieron una reservación en un restaurante? - ella asintió lentamente- genial porque tengo hambre así que andando.

# ¿No estás molesta?

- No, es decir, si fue raro, pero aprecio que me hayan querido ayudar y bueno la verdad es que nadie puede reclamarme nada tampoco, ella decidió estar con esa mujer.

# Si imagino que no a de ser muy fácil, sabes en realidad me pasó algo prácticamente igual y por eso es que estoy acá en parte, una sabe que ya no le puede reclamar algo, pero no quita que duela.

Encendí el auto y seguimos conversando mientras yo manejaba hasta el restaurante. Al parecer esta chica tenía casi que la misma historia, su ex novia se había quedado con la persona que le había causado noches enteras de peleas y todas las inseguridades dentro de la relación.

Traté de fingir durante todo el trayecto que no me había dolido tanto, pero me sentía muy mal y no rechacé la invitación a cenar porque me pareció lindo que se hayan preocupado por mí.

Llegamos al restaurante y pasamos a la mesa donde ya se encontraba Daniel, ordenamos, comenzamos a comes y charlar sobre lo que había pasado.



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