III

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Pov. Patricia

  Me molesta mucho ver como Marcela siempre pone en duda su valor por culpa de Armando, ella es muy buena persona con todo el mundo, bueno a excepción de cuando se pone celosa, era feo ver lo insegura que se volvia con el tiempo. Aunque se veía muy linda cuando fruncía el ceño y se cruzaba de brazos. Ella odiaba admitir que no tenía el control en su relación con Armando, la ví en más de una ocasión intentar solucionar las cosas con Armando cuando ella ni siquiera tenía la culpa de las peleas.
  Yo nunca le he dicho nada sobre su relación porque sé como se cierra con las personas cuando cree que quieren controlar su vida, pero ayer la ví tan apagada que no pude evitar entrometerme. En algún momento alguien le tenía que decir algo para que abriera los ojos, aunque no estoy segura de haberlo logrado.

  Marce estaba aferrada a mí eso me indicaba que estaba muy mal, siempre ha sido de las personas que no se muestran vulnerables con los demás y el hecho de que lo haga conmigo me hace sentir un poco especial, lo tengo que admitir. Sobaba su espalda con mi mano para que se relajara un poco y aumente un poco la fuerza de mi agarre cuando sentí que se quiso alejar de mí, no quise permitir que se vuelva a cerrar conmigo. Creo que en el fondo yo también necesito uno de sus abrazos.

-¿Patricia que puedo hacer?

- ¿De que hablas Marce?

- Creo que ya no quiero casarme con Armando .

  Me quedé callada no sé que decirle que se supone que diga "Marcela, déjalo de una buena vez y sal con alguien mejor" yo podría ser alguien mejor, ay Dios pero que estoy pensando, Marcela es mi amiga, además de eso yo a Marce la desespero de una forma impresionante, así yo me tire al piso a rezarle a Marcela ella no aguantaría tener una relación conmigo.

- Mira Marce, yo creo que tu te mereces a alguien: atento, cariñoso, amable, lindo que digo lindo, hermoso.

  Ella soltó una pequeña risa y me dió una linda sonrisa.

- Ay Patricia estás usando la misma descripción que cuando te describes a ti misma, eso significa que tiene que ser alguien bueno

  Ay dios que imprudente ¿de verdad había hecho tal cosa? Ay por supuesto que lo había hecho si nunca digo que soy una torpe cuando me describo a mí misma.

- Ay Marce pues claro, si es que te mereces a alguien igual de magnífico que yo

  Ay pero yo que estoy diciendo, estaría necesitando que alguien me de una cachetada pronto.

  Ella estaba por hablar hasta que sonó el timbre como siete veces seguidas.

-  ¿quién será el pesado?

  Me levanté para ir a ver quién era y es nada más y nada menos que Armando, rápido le hago unas señas a Marce.

  Marcela buscó una cobija y se tapo fingiendo estar enferma mientras yo iba a abrir la puerta.

- Patyy, así que acá estabas nos tenías muy preocupados la próxima si no es mucha molestia para ti avisar házlo.

  Usó su típico tono irónico, en definitiva no estaba muy feliz que digamos.

- Ay Armando que pena contigo, pero Marce no se sentía bien y yo no podía dejarla sola.

- Armando ya déjala, yo le pedí que se quede conmigo y se me pasó avisarte ya está, de todas formas Beatriz también estuvo en eco moda, no es como si te hubieras quedado sin secretaria.

  Armando solo la miró y no le dijo nada, al parecer recordó porque vino hasta acá en un principio.

  Marcela me miró y me hizo una seña para que pasara a su cuarto, algo me dice que esto no va a terminar bien.

  Hice caso y caminé hasta la habitación pero le di una última mirada la verdad estaba algo preocupada por ella, Marce me dió una sonrisa y una mirada tranquila así que cerré la puerta, claro que trate de no escuchar de lo que hablan, pero me resulta imposible, pego mi oído contra la puerta escuchando como comienzan a hablar.

- Mira Armando la verdad es que yo quería hablar contigo, ya no creo que la boda sea la mejor idea.

- Marcela, mi amor, de que me estás hablando? Si hace unos días estabas más que entusiasmada con los planes de la boda.

  Yo no podía creer lo que estaba escuchando ¿Marce de verdad estaba cancelado la boda? Eso sí que no me hubiera imaginado, claro que lo deseaba pero nunca creí que fuera a suceder.

- Armando yo siento que tal vez si nos apresuramos ahora no estoy segura de que sea lo que quiero. Yo te amo, pero no estoy segura de que tu también me ames a mí de la misma manera.

- Marcela por Dios, claro que te amo de la misma forma.

  Si claro desgraciado, la ama tanto que le es infiel con cualquiera.

- Armando, no insistas por hoy yo creo es necesario que dejemos las cosas así, mañana si quieres hablamos más tranquilos.

  Quería seguir escuchando pero los desgraciados comenzaron a hablar más bajo lo que indicaba que Armando ya se estaba por ir.

  Corrí a la cama y me senté en esta cosa de que Marcela no pensara que estaba espiando. A los segundos se abrió la puerta Marcela parecía entre triste y aliviada, camino y se acostó en la cama al lado mío.

- Voy a dejarlo, ya es un hecho

Que se supone que debo decir "felicitaciones" o "lo siento mucho" no mejor no digo nada.

- Puedes decir "ya era hora"  no voy a enfadarme, no contigo

  Tenía ganas de decirlo, pero no confiaba del todo en que no se fuera a enojar, así que en su lugar la abracé. Ella lloró menos de lo que imaginaba como máximo 3 o 4 minutos y luego solo me siguió abrazando.

¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora