🐺 TREINTA Y CUATRO: VERGÜENZA. 🐺

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Taehyung lo había escuchado en silencio, sin interrumpir, tal y como Jungkook llevaba años haciendo con él y los dramas con su ex.

Y ahora las piezas encajaban en su cabeza, daba igual que su mejor amigo no lo hubiese dicho o confesado directamente, su forma de hablar y comportarse le era evidente.

Tal vez, y solo tal vez, porque Jungkook no era tan dado a expresarse abiertamente,  si no hubiese estado en el último tiempo tan enganchado con sus problemas personales se hubiese dado cuenta de lo que le pasaba al otro beta.

— Jungkook.

— Dime.

Taehyung arrancó la argolla de su lata de refresco, un perro ladró no muy lejos y un deportivo amarillo con las ventanillas bajadas y música tecno a todo volumen pasó por su lado levantando viento que los despeinó.

— Tú estás enamorado de Jimin, ¿verdad?

Jungkook se detiene y su amigo lo imita dos pasos más tarde, se miran, el corazón del más joven late con tanta fuerza que cree sentir los latidos en su piel.

Taehyung vuelve a ponerse a su lado y tira suavemente de la manga de su sudadera para que deje paso a una señora mayor con carro de la compra y luego lo invita a que caminen de nuevo. No le hace falta un respuesta.

Y Jungkook siente que ahora mismo es incapaz de hablar. Oírlo en voz alta lo hace evidente y lo hace real.

¿Es algo nuevo? No.

¿Cuánto tiempo tiempo lleva Jungkook enamorado de Jimin? No lo sabe.

¿Imaginó alguna vez que lo que pasaba ahora entre ellos ocurriría? Ni en sus mejores sueños.

¿Cómo se sentía al respecto? Al principio todo fue maravilloso, ahora, esa misma situación lo estaba destruyendo por dentro.

— Creo que deberías hablar con él, Kook.

Taehyung no piensa ser irónico o chistoso, por más que una vocecita en su mente dijera que sabía que el rechazo hacia todos los alfas, omegas y al amor romántico eran solo pura fachada de su amigo.
Quizá más adelante, si todo salía bien, se burlaría de él con ganas.

— Pero soy un beta, Taehyung.

— ¿Y qué? Has sido tú el que siempre ha dicho que da igual nuestro rango.

Dos chicas agarradas del brazo los miran sonrientes, pero ninguno de los betas se dan cuenta, se cruzan y ambas comprueban que aquellos chicos guapos son solo betas.

— A mi me da igual, Tae, pero a los demás no.

— ¿Piensas que Jimin es como los demás?

Y aquella pregunta logra que frunza el ceño, se guarde las manos en los bolsillos de sus sudadera y camine mirando al suelo mientras piensa. A grandes rasgos y como respuesta rápida no, claro que no piensa que Jimin sea como los demás, pero...

— También soy más joven y mi puesto de trabajo es muy mediocre en comparación con el de él...

Taehyung lo mira serio, pensando en sus respuestas, observando su actitud y expresiones y cuando cruzan el corto paso de peatones llega a una conclusión.

— No sé si temes que para él todo eso sea un problema de verdad o realmente eres tú quien tiene miedo del que dirían los demás.

                                                                                                     🐺

Una nueva reunión familiar en casa de los Park en la que se nota un ambiente tenso, el pollo asado es repartido por la señora Park, su marido tiene los codos apoyados en la mesa y las manos unidas con los dedos entrelazados, mira al frente, a un punto a la nada, aparentemente. El hijo mayor limpia los cristales de sus gafas de forma compulsiva y ese gesto solo logra que el menor se ponga en alerta.

Todos están servidos, pero ninguno come, el silencio es pesado y es agobiante. El lobo de Jimin se remueve nervioso en su interior y su hambre ha desaparecido. Su padre carraspea, baja las manos y lo mira, Namjoon baja la cabeza y el omega sabe que sus sospechas eran ciertas, su hermano se ha ido de la lengua.

— Tu madre y yo no nos interpusimos con tus dichosas salidas nocturnas porque confiamos en que merecía la pena.

Jimin suelta su cuchillo y tenedor aún sin usar, aprieta la mandíbula y sus labios se abultan, la mirada es afilada cuando la levanta y la fija en su padre.

— Incluso, ingenuos de nosotros, pensamos que de veras te encontrabas con Seokjin.

El omega voltea los ojos, se cruza de brazos y apoya la espalda en la silla. Ve que su madre se limita a mirar su plato inmóvil y cómo Namjoon nervioso mueve la pierna por debajo de la mesa.

— Pero resulta que te escapabas para encontrarte con un beta.

El menor de los Park gira la cabeza para mirar con odio a su hermano mayor, éste no le devuelve la mirada, ya no se mueve y no dice nada. Así que el omega niega con la cabeza con frustración y mira de nuevo a su padre.

— No me escapaba, simplemente salía por la puerta. Soy adulto, por si se te había olvidado.

— ¡Vives bajo mi techo!

Jimin y su madre se sobresaltan por el grito y el golpe en la mesa que lo acompañó, pero el chico no se amedrenta y se pone de pie.

— Si ese era el problema entonces no tengo más que coger mis cosas e irme.

— Jimin...

La señora Park se levanta y agarra a su hijo menor de la muñeca antes de que llegue a los pies de las escaleras. Sus ojos son suplicantes, están un poco acuosos.

— ¿Y a dónde vas a ir? ¿Con ese pobre beta que no tendrá dónde caerse muerto?— Dice el más mayor con desagrado, sin levantarse de su sitio.

— A lo mejor.

La furia del alfa se enciende ante la respuesta insolente de su hijo menor y se pone en pie de forma brusca, la silla cae hacia atrás dando un golpe seco.

— ¡¿Qué dirán de ti cuando todos lo sepan?! Saliendo de noche a revolcarte con un don nadie, ¡menuda vergüenza!

La ira de Jimin burbujeó en sus venas, las insinuaciones de su padre eran horribles, tanto como su forma de hablar de alguien a quien no conocía.

Podría gritar de vuelta, rebatirle, pero, ¿de qué le serviría? Simplemente lo miró con decepción y subió las escaleras tras deshacerse del agarre de su madre. Ella corrió tras él.

El omega comenzó a echar sus cosas dentro de mochilas y bolsas, sacó de debajo de la cama una maleta de viaje y también metió cosas sin cuidado.

— Cariño, tranquilízate... Pero, ¿a dónde vas a ir? Hablemos las cosas.

— Ya lo habló todo él y el traidor de mi hermano, ¿no?

Jimin comienza a amontonar sus zapatos dentro de una bolsa de plástico que tenía dentro de una mochila pequeña. Su madre se sienta en la cama llena de cosas.

— Sé que le pierden las formas, pero... Tiene razón, ¿no? Además, Nam, solo está preocupado por ti.

Él se gira con el rostro desencajado, no puede creer que su madre esté diciendo aquello. O sea, sabe que es una omega a la antigua, muy sometida a lo que dice su alfa, pero decir que tiene razón le parece el colmo. La mujer se remueve un poco, aún lleva el delantal puesto.

— ¿Qué hay de tus sueños de formar una familia? Un beta no tiene una buena solvencia económica, su estatus social te perjudicaría y... no podríais engendrar.

Jimin deja de lado el hecho de que Jungkook y él no son pareja, se sabe la teoría, conoce la realidad, pero está tan furioso que tras el shock inicial cierra la maleta de viaje de golpe y la mira directo.

— Menuda vergüenza, ¿no? Pues imagínate que encima el cobarde vuestro hijo mayor ande de cama en cama porque lleva años enamorado de una omega casada.

La omega se queda sin habla, pálida y temblorosa, abajo se escucha algo caer. Jimin sabe que sus palabras han sido oídas por su padre y su hermano. Baja la maleta de un golpe de la cama al suelo y recoge las demás mochilas y bolsas que ha conseguido llenar, camina hasta la puerta de la habitación y se gira para hablar una vez más.

— Así que ve olvidándote de tener nietos, si con suerte los tienes, serán bastardos.

🐺Two is better than one🐺 (Kookmin)-OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora