Amigos

670 53 27
                                    

"Lou, dijiste que no tendría que hacer nada mientras fingíamos ser novios," protestó Harry, frunciendo el ceño mientras intentaba concentrarse en el partido.

"¿Y qué? Solo necesitas verte bonito y hacerme quedar bien," replicó Louis, sonriendo de lado.

Lanzó el pase a Nigel, que lo recibió con agilidad y, sin perder un segundo, anotó un gol que dedicó a Adam, ese chico misterioso que había conocido en la última fiesta.

Louis, siempre competitivo, seguía corriendo a la par de Harry, que defendía su puesto como si fuera el super bowl.

Y entonces, en un movimiento tan sutil como desastroso, Louis lo derribó al suelo. Ambos cayeron en un caos de brazos y piernas, quedando cara a cara, con Louis encima de Harry.

"Solo unas fotos y préstame tu camiseta," dijo Louis, poniendo cara de cachorro abandonado mientras miraba al pobre chico atrapado debajo de él.

Harry resopló, sabiendo que no tenía escapatoria, y asintió con desgana. "Lo que sea para que dejes de aplastarme."

Cuando la práctica terminó, Harry se fue a duchar.

Al salir, con el cabello aún húmedo, entregó su camiseta limpia al chico de ojos azules que lo esperaba con una sonrisa tan brillante que podría haber iluminado todo el estadio.

Louis no perdió ni un segundo. Tomó la camiseta y, sin ningún tipo de vergüenza, se la llevó al rostro, aspirando profundamente. "Ah, hueles increíble, como siempre."

Harry, con las cejas levantadas, lo miró incrédulo. "¿Y por qué querrías la otra camiseta? La que huele a sudor no te la daré jamás."

"Es que sería más auténtico, ¿no crees? ¡Realismo, Harry, realismo!" Louis rió, negando con la cabeza ante la confusión de su amigo.

Harry se acercó, sacudiendo la cabeza divertido, y se inclinó hacia Louis para apartarle un mechón de pelo rebelde que le caía sobre los ojos.

Fue en ese momento de absoluta ternura cuando Nigel, cual paparazzi profesional, aprovechó para sacarles una foto sin que lo notaran.

---

Louis descubrió la foto cuando su móvil vibró. Miró la pantalla y, para su sorpresa, vio una publicación de Nigel en Instagram.

@Nigelbanyi te ha etiquetado.

Le dio click, y ahí estaban: él y Harry, en una escena tan dulce que podía hacerle competencia a cualquier película romántica.

Louis sonrió de oreja a oreja y rápidamente le dio like a la foto.

Justo en ese momento, Harry salió de los vestuarios con su bolso colgando despreocupadamente del hombro, su cabello aún mojado y un aire irresistible.

"¿Por qué esa cara de felicidad, pookie boo?" preguntó Harry, con una sonrisa socarrona.

Louis, sin perder un segundo, le mostró la foto. Harry la observó, luego lanzó una sonrisa ladeada que podría derretir hielo. "Nos vemos guapos."

"Yo más," replicó Louis, como si fuera un hecho incuestionable.

Harry soltó una risa suave, sacudiendo la cabeza. "Claro, siempre lo haces," respondió, mirándolo con esa calidez que hacía que el mundo entero desapareciera por unos segundos.

Louis sintió un vuelco en el corazón, un pequeño latido descontrolado que lo dejó completamente desconcertado.

Pero, como buen maestro del disimulo, simplemente sonrió más amplio. "Soy irresistible. Lo sé."

No JudgementWhere stories live. Discover now