Todo fue idea de Louis.
Susurró algo sobre escapar como si fueran fugitivos y ahora Harry lo estaba siguiendo como un idiota enamorado.
Si tan solo sus padres supieran lo fácil que fue dejarlos atrás, con solo una sonrisa de Louis como carnada.
Y claro, Harry iba a castigar a su omega.
No podía ser que Louis fuera tan descarado, provocándolo de esa forma cuando ambos sabían bien que Harry tenía toda la intención de hacerlo pagar.
Y no solo con un beso o una mirada, sino de una forma que Louis recordaría cada vez que tratara de caminar al día siguiente.
Pero no había respuesta.
Louis siempre haría lo que quisiera, porque lo sabía.
Sabía que Harry, con todas sus amenazas, terminaría besando el piso por donde él caminara.
El paseo en el coche era otra de esas travesuras. Por órdenes estrictas de Harry, Louis tenía los ojos vendados.
"Para hacerlo más interesante", había dicho Harry, pero Louis estaba casi seguro de que solo era para ponerlo nervioso.
No podía ver nada, pero sabía que estaban en el coche de Harry, y la sensación de sus dedos entrelazados con los de Harry sobre su regazo lo hacía sentir protegido. Seguro.
Harry tarareaba una canción con esa deliciosa voz grave que tanto le gustaba a Louis, el sonido reverberaba por todo el coche, acariciándole los oídos.
Louis se sentía en el paraíso, a pesar de estar privado de su visión. No necesitaba ver cuando podía sentir así de bien.
—Te amo —dijo, su voz suave pero cargada de intención.
Harry sonrió, bajó su mano y besó con ternura los nudillos de Louis. —Yo también te amo, mi amor. Solo no comas ansias, ¿sí? Estamos a punto de llegar.
Harry juró con una seguridad que hizo que Louis sonriera, su nariz captando el ligero aroma salado de la playa.
Sabía que Harry planeaba algo grande.
La mano derecha de Harry descansaba firmemente en su cintura, mientras la izquierda cubría sus ojos.
Louis sentía el calor del pecho de Harry pegado a su espalda, tan familiar y reconfortante.
Podía oír a alguien abrir una puerta frente a ellos, probablemente uno de los empleados de Harry.
Sabía que Harry le daba el día libre a todo el mundo esta noche.
La brisa fresca del aire acondicionado chocó contra su piel en cuanto entraron.
—Te voy a quitar la venda ahora, mi amor —murmuró Harry contra su cuello, dejando un beso lento y ardiente allí—. Sé que me dijiste que nada cursi, pero lo siento, te amo demasiado como para no hacer esto especial.
Louis apenas pudo contestar antes de que la venda cayera al suelo.
Lo que vio hizo que su corazón saltara.
Un camino de velas lo guiaba hacia una cama gigantesca en el centro de la habitación, con sábanas blancas perfectamente estiradas, decoradas con pétalos de rosa.
Y en el centro, un par de esposas brillaban, prometiendo una noche inolvidable.
Louis sonrió. Esa sonrisa que Harry conocía tan bien, la que decía sin palabras: "Fóllame ya".
—No digas nada —dijo Harry, con esa mirada intensa que hacía que las rodillas de Louis temblaran—. Solo arrodíllate.
Louis lo hizo sin pensarlo dos veces, sus piernas doblándose con tanta facilidad y disposición que Harry sintió una oleada de calor recorrer todo su cuerpo. Verlo tan entregado siempre lo volvía loco.
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No Judgement
Fanfiction"Y básicamente, ahora eres mi novio." Louis sonrió y ladeó su cabeza. Harry abrió la boca y miró a Luke y Louis como si a los chicos le hubieran crecido veinte cabezas más a cada uno. "¿Cómo carajos hicieron eso en un fin de semana?"