Mi omega

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En medio de su reunión con los 16 guardaespaldas que había contratado para proteger a su omega, Harry fue interrumpido por la llamada de su asesor financiero.

"Señor Styles, disculpe la interrupción, pero la tarjeta a nombre de Louis Tomlinson acaba de realizar un gasto considerable que requiere su aprobación."

Harry se rió para sí. Sabía perfectamente que Louis tenía su propia tarjeta.

Pero a su omega siempre le resultaba mucho más divertido usar la de Harry, especialmente cuando estaba molesto con él.

"¿Qué compró esta vez?" preguntó con una mezcla de diversión y curiosidad. En el fondo, no le importaba en lo más mínimo, siempre y cuando eso hiciera feliz a su chico.

"Uh, bueno... parece que compró más de cien pares de zapatos y ropa en Adidas, con un total de 62 mil dólares. Ah, y también algo en Nike. Usted no había autorizado un gasto tan alto, así que pensé que sería prudente llamarlo."

"Claro, Travis," Harry casi podía ver la mirada de su asesor al otro lado de la línea, llena de preocupación. "Autoriza todo. Solo está... dándose algunos gustos." Colgó con una sonrisa, sacudiendo la cabeza.

Minutos después, Louis lo llamó justo cuando Harry terminaba la reunión y salía del edificio.

"Mi amor, ¿te estás divirtiendo en tus compras?" contestó, subiendo a su Audi mientras uno de sus empleados cerraba la puerta.

"Muchísimo, cariño," respondió Louis con un tono descaradamente coqueto. "Y ya te perdoné por lo de esta mañana, pero ahora necesito que vengas a ayudarme. ¿Dónde estás?"

Harry se rió por lo bajo, disfrutando de esa actitud mandona que tanto le fascinaba.

"Estoy llegando a la tienda ahora mismo," respondió mientras aparcaba frente a la entrada.

Al bajar, su mirada fue directamente hacia Louis, y su omega, tan radiante como siempre, lo saludó con un abrazo rápido pero firme alrededor de la cintura.

"Hola, mi amor." Harry lo recibió con un beso en la nariz, mientras los empleados comenzaban a cargar las decenas de bolsas al maletero.

"Hola, precioso," respondió Louis, su sonrisa tan brillante que Harry sintió un cosquilleo en el estómago.

"¿Qué hacías en casa de Nigel con los 16 guardaespaldas que contrataste para que me vigilaran?"

Harry parpadeó sorprendido. "¿Desde cuándo sabes eso?" preguntó, abriendo la puerta para que Louis subiera al auto.

Louis rió, entrelazando sus dedos con los de Harry sobre su regazo.

"Cariño, 16 hombres vestidos de negro siguiéndome en tres camionetas idénticas... digamos que no son precisamente sutiles."

"Vaya," Harry chasqueó la lengua, conteniendo una carcajada. "Yo que pensé que estaba siendo misterioso. ¿Me lo imaginas con un traje de espía?"

Louis le guiñó un ojo. "Seguro te verías sexy."

Harry encendió el motor, sintiendo el calor del coqueteo de Louis atravesarlo. "¿Y ahora adónde vamos, señorito Tomlinson?"

"A la casa hogar de siempre," respondió Louis, acercándose para darle un beso en los nudillos de manera tierna.

Harry asintió, conduciendo hacia el lugar que Louis tanto adoraba, disfrutando de cada segundo de su presencia.

"Por cierto," añadió Harry de repente, con un brillo travieso en los ojos. "Tengo planeado secuestrar a Prince y...darle un lección."

No JudgementWhere stories live. Discover now