Especial: Aemond

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Permiso, voy a hacer a la rayita súper pro en este shot xd.

Me inventé el final, no son spoilers de nada.

Cuando ____ se topó con el príncipe en aquella iglesia, lo último que esperaba era simpatizar

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Cuando ____ se topó con el príncipe en aquella iglesia, lo último que esperaba era simpatizar.
Empezó dialogando de forma seca, intentando que él entendiera esa hostilidad y no volviera a hablar. Pero Aemond no se daría por vencido.

—Dijo que no tienen vitrales en su hogar... ¿No tienen ventanas?—

—Digamos que nuestra prioridad es que el viento no las arranque. Que se vean bonitas no importa mucho.—

—Es de tierras ventosas entonces... ¿Norte?—

____ lo miró, notando su leve sonrisa.

—¿Piensa adivinar?—

—Suena interesante, señorita.—

Aemond comenzó a caminar vagamente por el lugar, analizando con la mirada a la mujer.

—... Stark no es. Unos rasgos tan delicados como los suyos no son propios de esa casa.—

—¿Acaso trata a los reyes en el norte de feos? Que atrevido de su parte.—

—No son reyes.—la joven se encogió de hombros, sentándose un momento. Aemond se sentó en el mismo banco, a una distancia prudente.

—Tiene algunos cortes en sus brazos, y a pesar de ser delicados, parecen ser trabajados... ¿Guerrera?—

—La mejor, si.—

Ahora Aemond estaba aún más interesado.

—Heridas recientes... ¿Batalla reciente?—

—Para tener un solo ojo hábil, ve muy bien.—

—Comentario descarado el suyo.—

—Lo veo como un halago... ¿Dije acaso que el parche no era atractivo? Todo lo contrario, mi príncipe.—le sonrió con cierta diversión.

—... De verdad tengo curiosidad por sus orígenes... Para visitarla en algún momento.—

—No sé qué tan buena idea sea esa.—

—¿La corona no es bien recibida en tu ventoso hogar?—

—La corona no sé... Usted tal vez sí.—

La extraña charla se vio interrumpida cuando ____ escuchó un alboroto proveniente del cuarto donde Rhaenyra estaba.
Se apresuró a alcanzarla, notando a un guardia que tironeaba de su brazo. ____ deslizó aquella daga de su manga, clavándola en el cuello del hombre y arrancando a su reina de su agarre.
Mientras escapaban de la guardia real, Aemond miraba a la mujer desde la entrada de la iglesia.
Una espada salida de la nada acabó con media docena de sus hombres, y todo sin descuidar a Rhaenyra. Se desvanecieron en la muchedumbre.

~• El Cuervo En La Nieve (Benjicot Blackwood x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora