XI

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¿Ben?

¿Me escuchas, Ben?

Por favor, resiste...

No te vayas.

El Blackwood abrió los ojos con pesadez, y la borrosa visión tardó unos segundos en enfocarse. Era el techo de su cuarto.
Frunció el rostro adolorido al sentir un profundo dolor en su abdomen, y entonces los recuerdos de la batalla llegaron a su mente.

—Padre...—

Su mirada recorrió el cuarto, encontrando a ____ dormida en una silla del rincón. Una manta cubría sus piernas, y un libro descansaba sobre las mismas.

Entonces lo recordó.
Ella llegó a la batalla. Lo salvó.
Mató a los Brackens a sangre fría...

¿Realmente lo había hecho?

La sola idea de que la niña amante de los insectos, tan inocente a sus ojos haya cometido tales actos...

Pensó que tal vez fueron solo delirios.

Intentó sentarse, pero el dolor lo hizo quejarse. ____ despertó enseguida al escucharlo.

—Ben...—la chica se levantó apurada, acercándose a la cama—. Gracias a los dioses...—tomó su mano, y un brillo de alegría iluminó sus ojos.

—¿Qué pasó? ¿Qué haces aquí? La pelea...—

—La batalla del molino ardiente... ya tiene nombre, si.—

—¿Qué hacías ahí?—

—Pues fui a ayudarte... Lo había prometido.—presionó su mano con cariño—. Llegué tarde, de todos modos. Pero pudimos darles un empujón.—

—¿Ganamos?—

—... La pérdida de ambos lados fue inmensa... No creo que haya un ganador en si.—

—... ¿Mi padre?—

____ ladeó la cabeza apenas, y Ben no quiso preguntar más. De todas formas, sabía lo que había pasado.

—Lo siento mucho, Ben... Tu padre era un gran hombre.—el chico no dijo nada—. Debatimos si era prudente darle sepultura sin ti presente pero... No despertabas y los días pasaban. Así que con la gente del pueblo yo-

—¿¡Cuánto tiempo estuve en cama!?—la chica lo miró preocupada al ver que intentaba levantarse.

—Una semana, Ben.—

Cuando el chico comenzó a removerse, ____ notó la mancha escarlata en las sábanas. Y se aterró.

—Ben, la herida... Debes quedarte quieto. Llamaré al maestre para que-

—Tengo que cumplir mis responsabilidades. Estoy bien, puedo levantarme.—

Puedo levantarme, hermanita. Ya me siento mejor...

____ exhaló con pesadez, pues la imagen de su hermano llegó a su mente.

—¡No! Te quedarás ahí.—

Ben se llevó un buen susto cuando la chica lo tomó de los hombros y lo obligó a acostarse. Intentó levantarse, pero la chica ejercía demasiada fuerza, y él tampoco estaba en condiciones de luchar demasiado.

—Juliard también dijo que estaba bien, y murió al otro día... asi que no te atrevas a mentirme, Blackwood.—

El chico se calmó enseguida al ver los indicios de un posible llanto. No quería verla mal, mucho menos por su culpa.

—Bien, bien... No me moveré...—_____ respiró con dificultad, intentando controlar su angustia.

—Te conviene... No quiero tener que amarrarte.—

~• El Cuervo En La Nieve (Benjicot Blackwood x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora