III

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Cuando ____ dejó a Ben aquella mañana, prometió volver lo más pronto posible.
Pero por desgracia lo "pronto" se terminó alargando más de lo esperado.
Edward volvió semanas después con el mineral prometido, pero su heredera no estaba con él.

—Mi hijo estaba delicado de salud, ____ decidió acompañarlo hasta que mejorara.—Edward notó la decepción en el rostro de Ben, quien de verdad ansiaba la vuelta de la chica.

—Puedes escribirle, será entretenido para ambos.—Sam alentó a su hijo—. Pero no sé si los cuervos llegan hasta tan arriba... ¿Ed?—

—Criamos lechuzas de nieve, les dejaré una.—el hombre palmeó el hombro de Ben sonriente—. Estoy seguro de que ____ apreciará mucho una carta tuya.—

Ben no estaba muy seguro de aquello.
Escribir no era algo que le hiciera mucha gracia, y su caligrafía no era la más pulcra.
Pero la idea de poder hablar con su amiga fue más fuerte, y esa misma tarde envió el primer mensaje.

~•~

"Te estaba esperando, tu padre me dijo que tu hermano esta enfermo ¿Cómo está?"

___ rió bajito al leer aquello, y no tardó en tomar un papel y escribirle de vuelta.

~•~

Ben llenaba los comederos con alimento para el ganado, cuando escuchó un suave siseo detrás. Se sorprendió al ver la lechuza blanca parada en una cerca.
Dejó sin mucho cuidado la bolsa de alimento en el suelo, tomando el mensaje en la pata del animal.

—Eso fue rápido... Eres genial.—miró al ave, quien parecía estar esperando algo—. Supongo que debo darte algo de comer.—

Ben buscó algo de carne para el ave, quien comió a gusto y se alejó volando, subiendo al cuarto del niño y descansando en la jaula que Edward le había dejado días atrás.
El joven se acomodó al sol de la tarde, emocionado por leer aquello.
Lo primero que notó fueron los dibujos de insectos decorando los bordes del papel.

"Querido Ben, no me gustaría empezar esta carta burlándome de ti pero no me lo dejas sencillo. Si vas a escribirme, al menos saluda antes.
Y creo que un niño de dos años
tendría letra más prolija.

Ben rió con aquello, tomando nota mental de saludar la próxima vez... Y practicar su escritura.

Mi hermano sigue delicado de salud, por desgracia su corazón no tiene la misma fortaleza que los nacidos en Howling Peaks.
Pero tengo fe en que mejorará.
¿Cómo vas tú? ¿Perdiste más ovejas?
Espero tu respuesta"

El par de niños le tomó un gusto enorme a las cartas, incluso Edward les pidió que no sobre exigieran al pobre Hedwig, que volaba de un lado a otro sin descanso. Les plantearon días y horarios.
El intercambio se mantuvo por semanas, hasta que un día, Ben dejó de recibir respuesta.

~•~

—Juliard falleció.—

El par de Blackwood miró a Edward con cierto pesar.
Ben quiso preguntar por ____, cómo lo estaba sobrellevando. Ahora entendía porqué no estaba contestando sus cartas.

—¿Seguro de que no quieres quedarte en casa en un momento así?—Sam miró preocupado a su viejo amigo, quien negó enseguida.

—Llorar no lo traerá de vuelta, y debo ocupar la mente en otra cosa.—

—¿____ está bien?—Ben se animó a preguntar—. No me responde hace mucho tiempo.—

—Ten paciencia, Ben... Ella no la está pasando muy bien.—Edward lo miró—. Pero si te deja más tranquilo, puedes escribir una carta y se la entregaré en persona.—

—Gracias, señor...—

~•~

____ limpiaba la nieve de aquella lápida, algo distraída por recuerdos del pasado. Pero escuchó sin problemas los pasos a su espalda.

—¿Fue tranquilo el viaje de vuelta, papá?—no lo miró, siguiendo con su tarea.

—Por suerte, sí.—

—Me alegra oírlo... ¿Va bien el negocio en Riverland?—

—... Tengo algo para ti.—

____ finalmente lo miró, sorprendiéndose al ver lo que Edward le entregaba. Era un pequeño cuadrito con una mariposa en el centro. La chica comenzó a llorar.

—Ben esta preocupado, envíale una carta ¿Si?—____ asintió apenas, presionando aquello contra su pecho.

—¿Le dijiste del nombramiento?—

—No lo creí relevante. No todavía.—

El comercio de los minerales iba más que bien, y Edward necesitaba estar en Riverland para que eso se mantuviera así. Es por eso que ya no podía estar en Howling Peaks tanto como debía, y decidió que lo mejor era que ____ finalmente tomara lugar como señora de las montañas.

Si el contacto que antes mantenía con Ben era poco, ahora con tantas responsabilidades terminó de cortarse.

~•~

El tiempo fue pasando, muchas cosas cambiaron. Y lo que empezó siendo uno, dos, tres meses... se convirtió en años. Howling Peaks cambió mucho en ese extenso lapso, pero a los ojos de ____, aún faltaba mucho por hacer. El último gran avance, era la creación de un asentamiento montaña abajo, donde aquellos que quisieran "cambiar de aires" podrían vivir.

"Derribaremos las cercas que nuestros antepasados nos impusieron. Seremos una casa más en las tierras de Westeros. No más exilio".

Ese fue su lema apenas asumió como cabeza de la casa Andwin, pero a pesar de que todos eran libres de ir y venir como quisieran, ella no volvió a dejar las montañas.

—Tu padre volvió a preguntar por ti ¿Por qué no quisiste ir esta vez?—

Anna, la madre de ____, la miró con preocupación.

—Estamos asegurando el camino que lleva al pie de la montaña... Tiene que ser cómodo para que los ancianos y niños lo bajen y suban sin problemas... No tengo tiempo para ir con papá.—

—Los Blackwood siguen preguntando por ti, como nueva cabeza de los Andwin deberias-

—Debo priorizar a mi gente, mamá... luego los demás.—____ levantó la mirada de unos planos—. Le prometí a Juliard que daría lo mejor de mi... Déjame cumplir mi promesa.—

La mujer suspiró, entendiendo que hablar con ella era en vano. La terquedad era un rasgo que heredó de su padre.

—Bien, como quieras. Pero descansa cada tanto... No es sano obsesionarse tanto.—

—Si, mamá...—

Anna dejó un beso en la coronilla de su hija, para finalmente salir del cuarto. ____ se levantó de la silla apenas estuvo sola, buscando más planos y listas para alistar los proyectos del día siguiente. Fue en cuanto extendió su mano sobre un estante que notó la mariposa de Ben.

... ¿Qué será de él en estos días?

Recordó las cartas que recibió tiempo atrás, las había conservado todas. Urgó en unos cajones, sacando los pequeños rollitos de papel sin abrir.

—Perdón, Ben... Prometo responder todo esto ahora.—

Abrió el primero, riendo entre dientes apenas empezó a leer.

—Sigue teniendo letra de bebé...—

—

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~• El Cuervo En La Nieve (Benjicot Blackwood x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora