XXV

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Una suave llovizna aún empapaba las ruinosas paredes de Harrenhal cuando ____, Jace y Rhaenyra salieron al campo.

—¿Él se quedará aquí?—____ miró a Daemon, quien no parecía listo para irse.

—Cuidaré el fuerte, señorita.—le sonrió con cierta burla.

—Ni se te ocurra pasarte de listo... príncipe consorte. Te lo quité una vez, puedo hacerlo de nuevo.—lo escuchó reír.

—Que brava...—

Cregan y Ben se acercaron, dispuestos a despedirse.

—Que tu viaje sea seguro, milady.—Cregan la abrazó fugazmente, pues sabía que tenía cerca a cierta persona que los miraba con atención.

—Gracias, lord Stark... Espero que las reconstrucciones sean llevaderas.—le sonrió.

Al separarse, ____ miró a Ben, notando que su semblante no era muy alegre. Lo abrazó enseguida.

—Quita esa cara larga, que con la lluvia es incluso más deprimente.—dejó un besito disimulado en su cuello antes de separarse.

—¿Volverás pronto?—

—Lo más pronto que pueda, si.—____ presionó sus manos—. Cuida de nuestra gente, Benjicot... Y cuídate tú.—

—... Tú cuídate también.—Ben le sonrió con cierto pesar antes de alejarse.

—Bueno...—____ exhaló, relajando tensiones—. ¿Cómo diablos nos vamos?—

—Puedes venir conmigo.—Jace llamó su atención—. Vermax lo hará encantado.—

____ miró de reojo a Ben. No se veía muy de acuerdo con eso.

—Será mejor que venga conmigo.—Rhaenyra intervino—. Syrax es más estable al volar.—

—Me parece bien.—____ le agradeció con una sonrisa.

La joven acomodó su bolso en la espalda,  aceptando la mano que la reina le tendía ya desde el lomo del dragón.

—¿Nerviosa?—

—Esto puede ser la cosa más genial que hice en mi vida.—la reina sonrió al escuchar el tono emocionado de la joven.

Los dos dragones alzaron vuelo, y en solo unos minutos desaparecieron en las nubes.

—¿Volvemos ya? Tenemos trabajo que hacer.—Cregan llamó la atención de Ben, quien asintió vagamente.

Mientras bajaban la colina, Cregan se debatió si era buena idea cuestionar aquello. Pero le ganó la curiosidad.

—¿Se conocen desde hace mucho?—miró de reojo al joven, quien no volteó en ningún momento.

—Desde pequeños, por intervalos.—

—Pero se nota que su relación es muy fuerte. Ella te tiene mucha estima, es evidente.—

Ben lo miró finalmente, deteniéndose un momento.

—... ¿Tú también quieres pedir su mano?—

—¿"También"?—Cregan frunció el ceño confundido.

—El príncipe también le tiene... estima.—

Cregan no pudo evitar que las comisuras de sus labios se curvaran en una sonrisa.
Ver a Benjicot Blackwood tener un brote de celos era divertido.

—Pues al menos de mi parte, entendí que pedir su mano solo me daría un firme rechazo.—siguió caminando—. Perdí contra ti hace tiempo, me temo que su afecto y atención han estado contigo desde el principio.—Ben sonrió sin darse cuenta.

—¿Tú crees?—

—Algo me dice que le haría frente a un ejército solo para salvarte... Pero creo que eso ya lo ha hecho... ¿No?—

Cregan cruzó las puertas del castillo, y Ben tardó un momento en seguirlo.
Se sentía bien.

Generalmente no le importaba mucho la opinión de los demás, pero esto era diferente.

No se sentía suficiente.

Ahora tenía a un lord tan imponente como lo era un Stark, admitiendo que se hizo a un lado porque era en vano entrometerse.
Si, definitivamente se sintió bien.

~•~

Los días fueron pasando y la reconstrucción iba cada vez mejor. El resto de hombres asentados en Howling Peaks hizo presencia en Harrenhal, instalándose y poniéndose a trabajar enseguida.
Reconstruyeron los puntos vitales del castillo, desviándose luego a lugares ya menos vitales. Ben se enfocaría en el cuarto de la chica.

—¿Cómo vas con esto?—

Cregan entró al lugar, encontrándose a Ben echando abajo una columna.

—Esto estaba fracturado, lo haré de nuevo. Reforzaré el techo, las goteras ya están tapadas... Luego la chimenea... Y luego el insectario.—

—¿y qué es eso?—

—Una casa para insectos.—

El joven entonces recordó los bichos bolita que ____ dejó al cuidado de Ben... Los habían reemplazado tres veces en ese lapso. Estaban seguros de que ella no lo notaría.

—¿Daemon no te pidió buscar más ovejas?—

—Daemon pide muchas cosas, que yo quiera hacerlas es muy diferente... Estoy ocupado.—

—... Iré por ti a hacerlo, no quiero problemas con él.—

El Stark dejó el lugar, y Ben no se detuvo en ningún momento.

Terminaría ese cuarto lo más rápido posible, pues no se sabía con exactitud cuándo volvería la chica.
Aunque Ben esperaba que fuera más pronto que tarde.

~• El Cuervo En La Nieve (Benjicot Blackwood x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora