Mentes Criminales: La hermana de Reid (Derek Morgan)

¿Futura familia?

El equipo de la BAU se reunió en la sala de conferencias junto con los jefes de la unidad local. Mia, la hermana de Reid y jefa de la comisaría, estaba al mando de la reunión, sentada en la cabecera de la mesa. Kevin también estaba presente, ubicado cerca de ella. Aunque el tema central de la discusión era el caso en curso, la tensión en la sala era evidente, especialmente para los miembros de la BAU que habían comenzado a sospechar de Kevin.

Morgan tomó asiento al final de la mesa, fingiendo prestar atención al informe de Mia. Sin embargo, su mente estaba dividida entre la reunión y las preocupaciones que le rondaban desde el día anterior. Sus ojos se desviaban constantemente hacia Kevin, quien, aunque parecía relajado, no lograba escapar del escrutinio del equipo. Morgan también observaba a Mia, su jefa y la hermana de Reid. Notaba los sutiles gestos que denotaban que ella había percibido la tensión en el ambiente, aunque mantenía su compostura profesional.

Reid, sentado a su lado, estaba completamente concentrado en Kevin. Como siempre, tenía su libreta abierta, pero esta vez no tomaba notas del caso en sí. Observaba atentamente a Kevin, registrando cada movimiento, cada gesto, buscando algún signo de nerviosismo o de incongruencia en su comportamiento. Había formulado sus propias preguntas durante la reunión, de manera aparentemente inocente, pero diseñadas para analizar las respuestas de Kevin.

—Perdón, Mia —dijo Reid en un tono tranquilo y casi casual—. He estado reflexionando sobre el perfil del sospechoso. Notamos que la persona que estamos buscando tiende a mostrar signos de estrés cuando se enfrenta a nuevas pruebas. ¿Has notado alguna reacción similar en personas cercanas durante la investigación? Podría ser útil para ajustar nuestro perfil.

Kevin miró a Reid por un momento, como si la pregunta no tuviera mucho sentido para él, pero decidió no decir nada. En cambio, Mia, sentada a su lado, se removió ligeramente en su silla. Fue un gesto casi imperceptible, pero suficiente para que Morgan lo captara. Sabía que ella había percibido la tensión, y a pesar de su experiencia y profesionalismo, parecía estar inquieta.

Mia respondió a Reid con seriedad, pensando que su pregunta era puramente académica, aunque en el fondo también parecía sopesar la situación.

—Es un buen punto, Spencer. Podríamos prestar más atención a las reacciones de los testigos y personas implicadas en la investigación. Hasta ahora no he visto nada fuera de lo común, pero definitivamente es algo que tendremos en cuenta.

Reid asintió, satisfecho con la respuesta, pero no dejó de observar a Kevin. En su mente, estaba construyendo una teoría, y cada detalle que recogía lo acercaba más a una conclusión. Mientras tanto, Prentiss y Rossi intercambiaron miradas, comprendiendo el análisis psicológico que Reid estaba haciendo sin levantar sospechas.

Morgan, por su parte, no podía dejar de observar a Mia. Sabía que algo la estaba perturbando, aunque no lo mencionara directamente. Cuando la reunión terminó, Kevin se levantó rápidamente y salió de la sala sin mediar palabra. Mia se quedó un poco más, finalizando algunos puntos con los demás agentes locales. Morgan aprovechó ese momento para observarla: había tensión en su rostro, una preocupación que intentaba ocultar bajo su fachada profesional.

Mientras todos comenzaban a dispersarse, Reid se acercó a Morgan, hablando en voz baja para que solo él pudiera oír.

—¿Viste lo mismo que yo? —preguntó Reid, con un tono que mezclaba preocupación e intriga.

Morgan asintió, manteniendo la voz baja.

—Sí, lo vi. Y Mia también lo notó. Está inquieta.

Reid frunció el ceño, mirando de reojo hacia la puerta por la que Kevin había salido.