Mia estaba sentada, casi inmóvil, intentando mantener la calma. Su corazón latía con fuerza, tanto que pensaba que Kevin y Thomas podían oírlo. Sabía que cualquier error, cualquier gesto que revelara su miedo, podría desencadenar una tragedia. Kevin había estado hablando sin parar, justificando sus acciones de una manera que le helaba la sangre. Pero ahora, el ambiente se había vuelto más tenso. Kevin estaba cada vez más enfadado con su hermano, y Thomas... Thomas la observaba de una forma que la hacía estremecer.
—¡Thomas! —gritó Kevin, alzando la voz—. Te dije que no la toques. ¡Ella no es como las otras! Mia es perfecta, y no la vas a tocar, ¿me oyes?
Thomas se quedó quieto, su mirada fija en Mia, con una sonrisa torcida en el rostro. Parecía ajeno al enojo de su hermano, o tal vez disfrutaba verlo tan alterado. Mia podía sentir la tensión en el aire, y aunque no sabía exactamente qué planeaba Thomas, estaba segura de que no le importaba demasiado lo que Kevin dijera. No era solo su comportamiento errático, había algo mucho más oscuro detrás de sus ojos.
—¿Perfecta? —Thomas se rió, un sonido áspero y perturbador—. No existe nadie perfecto, Kevin. Y tú lo sabes. ¿Por qué crees que ella sería diferente? Las otras mujeres también eran especiales... hasta que dejaron de serlo.
Mia sintió cómo sus manos temblaban bajo la mesa, pero no podía dejar que lo notaran. Sabía que tenía que jugar con la mente de ambos, mantener la calma y ganar tiempo. Al fin y al cabo, los refuerzos debían estar cerca, o eso esperaba.
—Thomas, por favor —dijo Mia, intentando suavizar el ambiente, aunque sentía que su voz temblaba ligeramente—. Kevin te cuida porque te quiere, te protege porque le importas. Yo... yo no soy una amenaza para ti. Solo quiero ayudar. Déjame ayudarte.
Thomas la miró durante unos segundos, su expresión inestable, como si estuviera considerando lo que decía. Pero antes de que pudiera responder, Kevin dio un paso al frente, su rostro lleno de ira.
—¡Ella no está aquí para ayudarte! ¡Está aquí porque me pertenece! —Kevin gritó, empujando a Thomas hacia atrás—. No entiendes nada. Siempre has sido un problema, Thomas. Siempre tengo que estar limpiando tus desastres.
Thomas frunció el ceño y empezó a acercarse lentamente a Mia, con esa misma sonrisa extraña. Kevin, claramente molesto, dio otro paso al frente, interponiéndose entre su hermano y Mia.
—No la toques, Thomas. No quiero hacerte daño, hermano, pero si te atreves a tocarla...
—¿Me vas a matar? —Thomas se rió de nuevo, pero había un brillo peligroso en sus ojos—. Kevin, siempre has sido un cobarde. No tienes las agallas para hacerlo. Yo siempre hago el trabajo sucio por ti, y lo sabes.
La tensión entre los hermanos era palpable. Mia, atrapada en medio, sabía que si la situación empeoraba, podría ser la chispa que desencadenara una explosión violenta. No podía contar con Kevin para protegerla, al menos no por mucho más tiempo. La violencia entre ambos era cada vez más inminente, y ella empezaba a temer lo peor.
De repente, en medio de la pelea, la puerta de la pequeña chabola se abrió de golpe. Morgan y Reid irrumpieron, armas en mano, con los ojos inyectados de adrenalina. Reid, casi al borde de las lágrimas, se encontró con la mirada de su hermana.
—¡Mia! —exclamó Reid, sintiendo un alivio inmediato al verla viva, aunque la angustia no desaparecía por completo.
Kevin se giró hacia ellos, su expresión cambiando rápidamente de ira a confusión y miedo. Thomas, sin embargo, no retrocedió ni un centímetro. Miraba a los agentes como si fueran una simple molestia.
—Nada de armas, ¡al suelo! —dijo Morgan, con voz firme, mientras se posicionaba entre Mia y los hermanos.
Kevin levantó las manos, en señal de rendición. A pesar de lo que había hecho, parecía asustado, como si la llegada de los agentes le recordara que no tenía escapatoria. Pero Thomas no estaba dispuesto a ceder.
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Mentes Criminales: La hermana de Reid (Derek Morgan)
FanficMia Reid, hermana del genio del FBI Spencer Reid, lucha por mantener su vida profesional y personal en equilibrio mientras se enfrenta a una compleja serie de ataques en la ciudad costera donde trabaja. Su mundo se tambalea cuando Derek Morgan, un c...