Capítulo 1: Heredero del Linaje

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Sariel Pacelli 25 

El eco de mis zapatos resonaba en los pasillos de mármol, cada paso marcado por el peso del legado que estoy destinado a llevar. Las paredes del antiguo palacio, cargadas de historia, parecen observarme como testigos silenciosos de los secretos y traiciones que habían construido el poder de los Monarcas.

El imponente retrato de mi Padre Niccolò Pacelli, el hombre cuya sombra aún se cernía sobre la familia, un monarca que había gobernado con puño de hierro y una sonrisa de serpiente. "El poder no se concede, se toma", había dicho una vez y esas palabras eran la piedra angular de todo lo que ahora represento.

Sin embargo, ¿esto esta bien?, algo no se siente bien. El poder que herede no es el problema, sino la parte de mí mismo que siento que desvanecerá si continuo ese camino.

—Estabas aquí hijo. Llegaras tarde con a la reunión del congreso y el príncipe heredero.

La voz que conozco muy bien hizo volviera de mis interminables pensamientos, al voltear ahí estaba mi madre, la mujer que había vivido en carne propia las consecuencias de que su esposo tome el poder a la fuerza.

—Si. Vine a ver a papá...Después de todo estaría Orgulloso de que tomara su lugar en el parlamento

—Eres diferente a él. — Dice segura— Tu eres lo mejor de ambos, por lo que llegaras lejos.

Esos ojos cansados luego del funeral, ¿Cómo es que proyectan tanta seguridad y confianza en mí?, ¿por qué es tan diferente cuando no tiene el alcohol cerca?

—Sariel —me llama— ¿Qué pasa?, estas muy disperso, ¿aun te duele su muerte?

—No, no nos preocupamos por los muertos —digo seguro— tu me preocupas mamá, No estaré para cuidarte, ¿Qué hare si vuelves a caer con el alcohol?

—Te preocupas por cosas sin sentido

No se si creer en esas palabras, no es la primera vez ni la ultima que me miente acerca de este tema, pero estoy agotado como para comenzar una discusión con ella, aun necesito su ayuda para dejar todo el tema de herencia zanjado. Si tan solo pudiera creerte mamá. Respiro profundo antes de hablar acercándome a ella para tomar sus manos

—Mamá, Necesito que sigas ayudándome con todo el tema de la herencia y el trabajo.

—Por supuesto tienes mi apoyo... yo...

—Intervengo— Escucha te necesito Sobria, Solo somos tu y yo ahora, Olvida la sombra de mi padre, enfócate en el hijo que esta delante de ti.

—Hijo

—No más —La presiono— Prométeme que pase lo que pase vas decírmelo y no harás nada a mis espaldas de nuevo.

—Prometo que lo hare, pero todo sería diferente si Susana estuviera mi lado, ella siempre fue buena chica conmigo

Problema tras problema, si no fuera suficiente con todo el trabajo que tengo encima debo lidiar con una ex que mi madre adora, Admito que la ayudo a dejar el alcohol por un tiempo, pero, También robo muchas de sus joyas para venderlas en el mercado negro, tuve suerte en poder recuperarlas a tiempo.

—Olívate de ella, jamás dejare que se te acerque de nuevo

—...

El hecho de que no me responda, significa que aun se niega a creer que la chica en la que confió le robara y traicionara así, pero no tengo tiempo para esa charla de nuevo.

—Ahora vamos, te llevare a casa, antes de ir al parlamento.

Y así fue comenzamos esta nueva etapa, este listo o no es lo de menos en este momento, tengo a muchos que cuidar y que dependen de mi además de que depositaron su confianza en mí como para defraudarlos.

Los Orígenes del PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora