En un mundo donde los colores tienen el poder de la vida misma, Paco, un misterioso gato negro de ojos verdes, debe descubrir su verdadero propósito mientras enfrenta fuerzas oscuras que amenazan con consumir Floor. Junto a su fiel amigo Pedro, un v...
"El miedo se disipa cuando te atreves a enfrentar lo desconocido."
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El viento azotaba con fuerza mientras Paco, Pedro, Paula, y Gangi avanzaban a través de las oscuras tierras que rodeaban la fortaleza de Max Caos. La atmósfera era opresiva, cargada de una energía oscura que parecía susurrar advertencias en cada rincón. El cielo, cubierto de nubes negras, apenas dejaba pasar la luz de las lunas gemelas de Floor, creando una penumbra casi total. En la distancia, la imponente Fortaleza de Max Caos se alzaba como una oscura silueta recortada contra el horizonte, rodeada de espirales de sombras vivientes que serpenteaban en el aire.
La misión era clara: rescatar a Chucky y Penélope, quienes habían sido capturados por Max Caos durante el asalto a la Casa de la Cascada. Los miembros del Team Rainbow sabían que esta vez no habría lugar para errores. Max Caos había demostrado ser un adversario implacable, y ahora que estaba más cerca de obtener el control total sobre Floor, su fortaleza estaba aún más vigilada y llena de trampas.
-Lo que nos espera adentro no será fácil -murmuró Paco, con la mirada fija en la fortaleza, sus ojos verdes brillando con la luz de la determinación. El gato negro ya había luchado en múltiples formas, pero esta vez, la amenaza era personal. Max Caos, su hermano, había llevado la corrupción al límite, y rescatar a sus amigos era tan solo el primer paso hacia el enfrentamiento final.
Pedro, caminando al lado de Paco, mantenía su arco bien ajustado en la espalda, listo para usar sus flechas especiales en cuanto fuera necesario. Paula, con su cámara mágica al cuello, caminaba cerca de ellos, usando su lente para escanear cualquier peligro oculto en las sombras. Y Gangi, siempre inquieta, mantenía sus sentidos alerta, su energía nerviosa casi palpable mientras avanzaba con agilidad entre los terrenos rocosos.
-No podemos fallar -dijo Pedro, rompiendo el silencio tenso-. Si Chucky y Penélope aún están vivos, Max los estará usando para atraernos. No tenemos margen de error.
Paco asintió, y con una señal de su cabeza, el equipo comenzó a moverse con más cautela. El terreno comenzó a cambiar a medida que se acercaban a la fortaleza. El suelo, antes rocoso, ahora estaba cubierto de una capa de cenizas negras que parecían extenderse por kilómetros. Grandes estatuas de antiguos guerreros caídos, esculpidas en piedra oscura, se alzaban en el camino, como una advertencia de lo que les esperaba dentro.
Finalmente, llegaron a la entrada principal de la fortaleza. Dos enormes puertas de metal negro, adornadas con intrincadas marcas que parecían respirar una energía maligna, bloqueaban su paso.
-¿Es un truco? -preguntó Gangi, observando las puertas con desconfianza-. Esto parece demasiado fácil.
Paula, siempre cauta, levantó su cámara y escaneó las puertas. -Hay algo detrás de esto... -murmuró-. Max no dejaría su fortaleza desprotegida.
Paco dio un paso adelante, transformándose rápidamente en su forma de coyote negro. Sus agudos sentidos le permitieron detectar algo extraño en el aire. -Es una trampa, pero no del tipo que esperábamos. Hay magia antigua protegiendo estas puertas.
