Capítulo 43: Enfrentando Las Sombras

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"La vida es como un río: fluye, cambia y se transforma a cada momento."

Los cielos de Floor estaban oscurecidos, cubiertos por nubes densas que giraban en un torbellino de energía maligna. Un aire espeso envolvía el ambiente, como si el mundo mismo contuviera la respiración ante la inminente batalla. Para el Team Rainbow, este era el momento de la verdad: la batalla que decidiría el destino de Floor y el alma de Max Caos.

En la Casa de la Cascada, el equipo se preparaba en un tenso silencio. Las aguas que solían fluir con calma ahora rugían, como si supieran que la tormenta se acercaba. Paco, el líder del equipo, estaba en un rincón, mirando al horizonte con los ojos entrecerrados. Sentía la energía de Max Caos creciendo, su sombra envolviendo todos los rincones de Floor. Pero también sentía algo más: la luz dentro de sí mismo. Había cambiado, había crecido. Su pelaje negro brillaba con destellos de colores que parecían luchas internas, reflejando el caos y la esperanza que bullían en su interior.

A su lado, Pedro se preparaba, afilando la espada de bambú que había sido su compañera en tantas batallas. La espada irradiaba una luz suave, pero impenetrable, como si estuviera cargada de la energía vital de Floor. Junto a ella, las flechas mágicas, cada una con un propósito, esperaban en su carcaj. Pero la Flecha Arcoíris, esa que habían guardado para el momento final, brillaba con una intensidad que parecía estar esperando su destino.

Pedro miró a Paco, que seguía absorto en sus pensamientos.

-¿Estás listo? -preguntó con una calma que no reflejaba la tormenta que se avecinaba-. Esta será la batalla más difícil de nuestras vidas.

Paco asintió, aunque sabía que las palabras no podían abarcar el peso de lo que estaba por venir.

-Lo estoy, pero... -Paco hizo una pausa, su mirada fija en el horizonte-. No estoy seguro de estar listo para lo que tendré que hacer con Max. Siempre quise salvarlo, pero... -su voz se quebró un poco-. Hoy, puede que no tenga otra opción.

El silencio entre ellos era denso. Ambos sabían que la batalla no era solo por Floor, sino por el destino del hermano de Paco, alguien que había sido devorado por la oscuridad, y tal vez, irremediablemente perdido.

El Avance de la Oscuridad

De repente, el suelo tembló. Desde la distancia, un rugido ensordecedor resonó, como un trueno distante pero que se acercaba a una velocidad alarmante. Max Caos y su ejército de sombras habían llegado.

Las criaturas de sombras, deformes y macabras, avanzaban como una ola negra que se extendía por el campo. El equipo, sabiendo que no había tiempo que perder, se puso en posición. Junior, siempre calculador, activó sus trampas, que comenzaron a lanzar ráfagas de luz cegadora que frenaban temporalmente el avance de los siervos oscuros.

Blanca y Jhon Weyn se mantuvieron juntos, formando una defensa. Blanca levantó barreras de luz resplandeciente, mientras Jhon invocaba columnas de fuego para incinerar a los enemigos. Sus ojos, normalmente calmados, ahora ardían con la determinación de quienes habían perdido demasiado.

-¡No pueden pasar! -gritó Blanca, con la voz firme pero desgarrada por el dolor que aún sentía por Ed.

Al otro lado del campo de batalla, Paula y Gangi se mantenían en la retaguardia. Paula utilizaba su cámara mágica para revelar las debilidades ocultas de las criaturas de sombra, mientras Gangi, con sus ladridos ultrasónicos, aturdía y desorientaba a los enemigos, dándole al equipo el respiro que necesitaban para contraatacar.

El combate era intenso. Cada miembro del equipo estaba luchando con todo lo que tenían, pero las sombras no cesaban. El poder de Max Caos era evidente en cada criatura, en cada sombra que intentaba devorar la luz que aún quedaba en Floor.

El Rostro del Caos

Y entonces, las sombras se separaron, abriendo paso a la figura que todos temían ver. Max Caos se acercaba, su presencia era como un eclipse total, una oscuridad tan densa que parecía devorar la luz misma a su paso. Su forma ya no era la de un simple felino. Se había transformado en una bestia grotesca, con su cuerpo envuelto en una niebla negra que se retorcía y ondulaba. Sus ojos, azules pero apagados, miraban con un odio frío y calculador.

Paco lo miró, su corazón latiendo con una mezcla de tristeza y resolución. Aquél no era el hermano que había conocido, el ser lleno de luz con el que había compartido los primeros días en Floor. Este era algo más, algo corrompido por la oscuridad.

-Paco, -gruñó Max, su voz reverberando con una profundidad que sacudió el aire-. Siempre fuiste el favorito. Siempre tan lleno de luz. Pero todo eso termina hoy. Este mundo será mío. El caos... es todo lo que queda.

Paco avanzó con paso firme, sabiendo que las palabras ya no serían suficientes para salvar a Max.

-No tienes que hacer esto -intentó una última vez-. Aún hay tiempo. Puedes regresar. El Team Rainbow puede ayudarte, Max.

Pero Max solo soltó una risa amarga.

-¡Redención! -rugió-. Ya no hay redención. Solo destrucción. Solo caos.

Con un rugido aterrador, Max desató un ataque devastador de sombras. Tentáculos oscuros se extendieron en todas direcciones, envolviendo a Paco y al equipo en un mar de oscuridad.

-¡Cuidado! -gritó Pedro, bloqueando con su espada de bambú uno de los tentáculos que se dirigía hacia él.

Las sombras eran implacables. Blanca y Jhon seguían luchando, pero los ataques de Max eran cada vez más feroces. Rita, en su forma de Mariposa de Cristal, sobrevolaba el campo, lanzando destellos de luz para contrarrestar la oscuridad, pero incluso su poder comenzaba a flaquear ante la abrumadora fuerza de Max Caos.

La batalla parecía no tener fin. El Team Rainbow estaba agotado, y Max solo se volvía más fuerte con cada segundo que pasaba. Fue en ese momento, cuando Max lanzó un ataque directo hacia Pedro, que el sacrificio más grande ocurrió.

Justo cuando las sombras estaban a punto de alcanzar a Pedro, Zafiro, el majestuoso dragón marino, apareció de repente, interponiéndose entre las sombras y su amigo.

-¡No! -gritó Paco, viendo cómo las sombras atravesaban el cuerpo de Zafiro.

Con su último aliento, Zafiro lanzó una inmensa ola de agua, desviando el ataque de Max y salvando a Pedro de una muerte segura. Pero el precio fue su propia vida. El dragón cayó al suelo con una calma solemne, sus ojos brillando con la misma sabiduría que siempre había mostrado.

-Siempre he creído en ti, Paco... -dijo Zafiro con una voz débil-. Eres el único que puede salvar este mundo.

Paco corrió hacia él, con lágrimas en los ojos, incapaz de detener el inevitable final. Zafiro, el dragón que había sido una fuente de sabiduría y fuerza, comenzaba a desvanecerse en el aire, regresando al agua de Floor de donde había nacido.

-Zafiro... -susurró Paco, con el corazón destrozado-. No...

Pero Zafiro sonrió, una última sonrisa llena de paz.

-Cumple tu destino, Paco. Trae la luz de vuelta a Floor.

Con esas palabras, el cuerpo de Zafiro se desintegró en el aire, convirtiéndose en una lluvia de pequeñas gotas que cayeron suavemente sobre el campo de batalla. La lucha seguía, pero ahora el sacrificio de Zafiro pesaba en el alma de cada miembro del equipo.

Sabían que el momento final estaba cerca. Y cuando llegara, la Flecha Arcoíris y la Pantera Arcoíris serían el toque de gracia que pondría fin al reinado de Max Caos.

Paco el Gato 🐈‍⬛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora