"El verdadero poder es dominarse a uno mismo."
El Laberinto de Cristal era un lugar sagrado en Floor, una estructura majestuosa hecha de paredes transparentes que reflejaban la luz de la Perla de Luz en mil colores. Sus caminos enrevesados protegían el mayor tesoro del mundo: la Perla, fuente de equilibrio y esperanza. Sin ella, el caos se apoderaría del mundo, y el Team Rainbow sabía que lo que estaba en juego era nada menos que la existencia misma de Floor tal y como lo conocían.
Paco, Pedro, y el resto del equipo avanzaban rápidamente por el laberinto, sus pisadas resonando en el silencio inquietante que los rodeaba. Las sombras que proyectaban las paredes de cristal habían comenzado a oscurecerse. La luz de la Perla, normalmente fuerte y brillante, parecía apagarse con cada paso que daban, como si la energía de Max Caos estuviera devorando poco a poco su poder.
-No puedo dejar de sentir que esto es una trampa -susurró Blanca, y su voz sonaba muy tensa. La perra setter caminaba con el pelaje erizado, sintiendo la energía oscura que se filtraba en el ambiente.
-Max está aquí, lo noto -dijo Paco, con los ojos verdes brillando de determinación, pero también de preocupación-. No hay otra explicación para esta oscuridad.
-¡Tenemos que llegar al centro antes que él! -gritó Pedro, apretando con fuerza su arco contra su espalda, el sudor corría por su frente mientras aceleraba el paso.
El laberinto, un monumento de cristal prístino, se había vuelto un lugar de pesadilla. Las sombras parecían cobrar vida, estirándose y retorciéndose alrededor del equipo, como si trataran de atraparlos. Junior, el husky inventor, lanzó una mirada hacia una de las esquinas oscuras del laberinto, donde algo parecía moverse.
-Esto no es bueno -murmuró, mientras sus ojos heterocromáticos parpadeaban con ansiedad-. Max debe haber convocado a estas sombras, están tratando de ralentizarnos.
-¡No podemos detenernos ahora! -gritó Gangi, la Border Collie, mientras lanzaba un ladrido ultrasónico hacia las sombras que los rodeaban, dispersándolas momentáneamente.
Pero el laberinto parecía conspirar en su contra. Cada camino que tomaban, cada esquina que doblaban, los llevaba más cerca del centro, pero las sombras crecían más densas, y el peso de la oscuridad se hacía más opresivo. El equipo avanzaba, pero la sensación de ser observados no los abandonaba. La energía que emanaba del corazón del laberinto era inquietante, pesada, como una amenaza constante que los presionaba por todos lados.
Después de lo que parecieron horas de correr y esquivar las sombras, finalmente llegaron al centro del laberinto, pero lo que vieron les heló el corazón.
Allí, sobre el pedestal de cristal, la Perla de Luz flotaba pero con un brillo debilitado y parpadeante, como si luchara por mantener su poder. Frente a la Perla, Max Caos estaba de pie, su pelaje blanco brillaba bajo la luz débil de la Perla, pero había algo oscuro, corrupto, malvado, envolviéndolo. Sus ojos rojos, como brasas ardientes, se clavaron en el equipo cuando entraron en la cámara central.
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Paco el Gato 🐈⬛
AventuraEn un mundo donde los colores tienen el poder de la vida misma, Paco, un misterioso gato negro de ojos verdes, debe descubrir su verdadero propósito mientras enfrenta fuerzas oscuras que amenazan con consumir Floor. Junto a su fiel amigo Pedro, un v...