En un mundo donde los colores tienen el poder de la vida misma, Paco, un misterioso gato negro de ojos verdes, debe descubrir su verdadero propósito mientras enfrenta fuerzas oscuras que amenazan con consumir Floor. Junto a su fiel amigo Pedro, un v...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La luna brillaba débilmente sobre la Casa de la Cascada, proyectando sombras largas y profundas en el claro que rodeaba el refugio. El suave murmullo del agua cayendo por la cascada era el único sonido que rompía el silencio, una calma momentánea en medio de la creciente oscuridad que se cernía sobre Floor. El Team Rainbow estaba reunido alrededor de una hoguera, con sus rostros iluminados por las llamas danzantes. Sabían que el tiempo estaba en su contra, y que la destrucción de la Perla de Cristal no había sido más que el comienzo.
Paco, sentado en silencio, observaba las llamas con sus ojos verdes brillantes. Su pelaje negro absorbía la luz del fuego, y en su mente, las palabras de su hermano Max Caos resonaban como un eco doloroso. "Este es mi destino. Y Floor caerá conmigo." No podía permitir que eso sucediera, pero en su corazón, el peso de la duda comenzaba a hacerse sentir.
A su lado, Pedro, su inseparable amigo humano, permanecía en silencio, con su arco descansando sobre sus rodillas. Las flechas mágicas que había perfeccionado estaban listas, pero incluso él sabía que ninguna arma podría detener la oscuridad que Max estaba desatando. Junior, el husky siberiano, ajustaba una flecha especial en el arco de Pedro: la Flecha de Fuego. Su ojo gris y azul brillaba con la luz de las llamas, reflejando la intensidad de su concentración. Sabía que esa flecha podía ser clave en su próxima batalla.
Blanca, la setter inglesa de pelaje blanco, se mantenía cerca del fuego, se veía cabizbaja, mientras sus pensamientos volaban hacia Ed, su compañero caído. Las palabras de Max seguían atormentándola, recordándole lo vulnerable que era este mundo sin la Perla de Luz. A su lado, su hijo Jhon Weyn, el setter bretón con su cola en llamas, mantenía la mirada fija en el horizonte. Sabía que la batalla que estaba por venir sería la más difícil hasta ahora. Su control del fuego había sido crucial antes, pero en su corazón, la idea de enfrentarse a Max lo llenaba de una inquietud que no podía sacudirse.
Sobrevolando el campamento, Penélope y Chucky, las dos cacatúas ninfas, realizaban pequeños círculos en el aire. Penélope, con su plumaje dorado, lanzaba ráfagas de viento cálido para mantener a sus compañeros cómodos en medio de la creciente tensión. Chucky, con sus plumas azul hielo, generaba pequeñas brisas frías que complementaban la energía de su compañera, formando una danza de corrientes de aire que reflejaba la unión perfecta entre calor y frío.
Rita, la cabrita mágica, mascaba pensativamente una ramita. Aunque pequeña en tamaño, sabía que su capacidad para generar vida, incluso en los momentos más oscuros, sería esencial. Ya había ayudado al equipo a superar desafíos antes, y estaba segura de que su papel en la restauración de Floor apenas comenzaba.
Gangi, la siempre alerta border collie, se mantenía erguida, mirando al horizonte con su ladrido ultrasónico listo para ser usado en cualquier momento. Había sido clave en desorientar a las criaturas de Max en batallas anteriores, y sabía que su instinto de protección sería crucial para mantener al equipo a salvo. A su lado, Scotty Gold, el cocker spaniel dorado, observaba todo a su alrededor en silencio. Su pelaje dorado resplandecía con un brillo casi etéreo bajo la luz del fuego, y sus habilidades eléctricas, que habían sido un salvavidas en el pasado, estaban preparadas para el próximo desafío.
