Capitulo 26

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Al día siguiente, mientras el sol apenas comenzaba a asomarse, Jungkook y Taehyung se despertaron con una mezcla de emoción y tranquilidad. Era el inicio de su luna de miel, y estaban ansiosos por compartir esta nueva aventura, no solo entre ellos, sino también con su pequeño, Gijeog.

Pasaron la mañana empacando con cuidado, asegurándose de llevar todo lo necesario para el viaje. Taehyung revisaba la lista de lo que necesitaban para Gijeog, mientras Jungkook se encargaba de los detalles del itinerario.

-¿Tienes todo listo para nuestro pequeño explorador? -preguntó Jungkook con una sonrisa, al ver a Taehyung organizar las cosas de Gijeog.

-¡Por supuesto! No podemos olvidar sus juguetes favoritos, -respondió Taehyung, riendo.

Una vez que todo estuvo listo, se dirigieron al aeropuerto. Gijeog, emocionado por la perspectiva de volar, observaba todo con curiosidad desde sus brazos.

En el avión, mientras Gijeog dormía plácidamente entre ellos, Jungkook y Taehyung aprovecharon el momento para hablar de sus planes y sueños. Conversaron sobre los lugares que visitarían y las experiencias que querían compartir como familia.

Llegaron a su destino Noruega, un lugar pintoresco junto al mar, donde la brisa fresca y el sonido de las olas les daban la bienvenida. Su alojamiento, una acogedora villa con vistas al océano, era el escenario perfecto para crear nuevos recuerdos.

Durante los días siguientes, exploraron playas, disfrutaron de comidas locales y se perdieron en la belleza del lugar. Gijeog, con su energía interminable, se convirtió en el centro de sus aventuras, riendo y jugando en la arena.

Por las noches, después de acostar a Gijeog, Jungkook y Taehyung disfrutaban de momentos tranquilos bajo las estrellas, recordando lo afortunados que eran de tenerse el uno al otro y de poder compartir esta experiencia como familia.

El viaje fue más que una luna de miel; fue un tiempo para fortalecer su vínculo y soñar con el futuro. Con cada día que pasaba, su amor se hacía aún más profundo, y sabían que esta era solo una de las muchas aventuras que compartirían juntos.

A medida que avanzaban los días, Jungkook y Taehyung se sumergieron en la cultura local. Visitaron mercados coloridos, donde compraron recuerdos y probaron delicias tradicionales. Gijeog se divertía especialmente con los vendedores, que siempre tenían una sonrisa y una golosina para él.

Una tarde, decidieron hacer un recorrido en barco para explorar las islas cercanas. Mientras navegaban, el sol brillaba intensamente, reflejándose en el agua cristalina. Gijeog, fascinado por el movimiento de las olas, señalaba emocionado cada vez que veía un pez saltando.

-Mira, Gijeog, delfines, -dijo Taehyung, señalando un grupo que nadaba cerca del barco.

Jungkook capturó el momento con su cámara, asegurándose de preservar cada recuerdo de esta experiencia inolvidable.

Por las noches, organizaban cenas románticas en su villa. Con Gijeog dormido después de un día lleno de aventuras, disfrutaban de velas encendidas y conversaciones profundas sobre lo que significaba para ellos esta etapa de sus vida.

Un día antes de partir, decidieron volver a la playa para ver el atardecer juntos. Sentados en la arena, con Gijeog jugando cerca, contemplaron cómo el cielo se transformaba en un lienzo de colores cálidos.

-Este viaje ha sido perfecto, -dijo Jungkook, entrelazando sus dedos con los de Taehyung.

-Sí, y es solo el comienzo de tantas cosas maravillosas, -respondió Taehyung, sonriendo.

Con el sonido de las olas como música de fondo, se dieron cuenta de que habían creado recuerdos que atesorarían para siempre. Y, más importante aún, se habían reafirmado su amor y el compromiso de crecer juntos como familia.

Al regresar a casa, llevaban consigo no solo recuerdos y fotografías, sino también un renovado sentido de unidad y la certeza de que, sin importar lo que el futuro trajera, lo enfrentarían juntos.

Al regresar a casa, llevaban consigo no solo recuerdos y fotografías, sino también un renovado sentido de unidad y la certeza de que, sin importar lo que el futuro trajera, lo enfrentarían juntos

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De regreso a casa, la rutina se estableció rápidamente. Jungkook y Taehyung se sumergieron en la alegría y el desafío de ser padres, disfrutando cada momento con Gijeog mientras este crecía y exploraba el mundo a su alrededor. Con el primer cumpleaños de su hijo acercándose, la emoción en el hogar aumentaba.

Ambos comenzaron a planear la celebración, queriendo hacer de ese día algo especial. Se sentaron juntos en la mesa de la cocina, rodeados de notas, ideas y dibujos que Gijeog había hecho.

-¿Qué te parece un tema de animales? Le encantan los peluches, -sugirió Taehyung, su voz llena de entusiasmo.

-¡Me encanta! Podemos decorar con globos y hacer un pastel en forma de león, -respondió Jungkook, imaginando la escena.

Decidieron invitar a amigos y familiares, asegurándose de que cada detalle estuviera pensado para que fuera un día inolvidable. Pasaron las semanas siguientes preparando todo: decoraciones, juegos y una lista de canciones que incluiría las favoritas de Gijeog.

El día del cumpleaños llegó, y la casa se llenó de risas y alegría. Las decoraciones llenaban cada rincón, y el aroma del pastel recién horneado inundaba el aire. Jungkook y Taehyung estaban ansiosos, pero también emocionados por ver la reacción de su hijo.

Cuando los invitados comenzaron a llegar, Gijeog, vestido con un pequeño traje de león, se iluminó al ver a sus amigos y familiares. La fiesta fue un bullicio de actividades: juegos, risas y, por supuesto, la hora del pastel.

Finalmente, llegó el momento de cantar "Feliz Cumpleaños". Con todos alrededor, Jungkook y Taehyung sostuvieron a Gijeog mientras soplaban las velas. El pequeño, al ver el pastel, soltó una risa contagiosa que llenó de alegría el corazón de todos.

Con cada pedazo de pastel que compartían, la felicidad se multiplicaba. Taehyung tomó un momento para mirar a su pareja y su hijo, sintiéndose inmensamente agradecido por la familia que habían construido juntos.

-No puedo creer que ya haya pasado un año, -dijo Jungkook, sonriendo al ver a Gijeog jugar con un nuevo juguete.

-Y lo mejor está por venir, -respondió Taehyung, abrazando a Jungkook y mirando a su hijo con amor.

La celebración continuó hasta la tarde, llena de juegos y risas, y cuando finalmente se despidieron de los invitados, Jungkook y Taehyung se sintieron satisfechos. Habían creado un día lleno de amor y felicidad, un reflejo perfecto de su vida juntos.

Mientras Gijeog se dormía esa noche, Jungkook y Taehyung se sentaron en el sofá, exhaustos pero felices. Sabían que, aunque el tiempo pasara, siempre recordarían este primer año como un período de amor incondicional y descubrimiento, y estaban ansiosos por ver qué les depararía el futuro como familia.

 Sabían que, aunque el tiempo pasara, siempre recordarían este primer año como un período de amor incondicional y descubrimiento, y estaban ansiosos por ver qué les depararía el futuro como familia

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Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste
💕🥰

El Arte Del MasajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora