Bokuto Kōtarō

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Bokuto Kōtarō era, por decirlo de una manera, extravagante

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Bokuto Kōtarō era, por decirlo de una manera, extravagante.

Aunque nunca fue en el mal sentido.

Lo conociste cuando inició el primer año dentro de la preparatoria, mientras les daban el discurso de bienvenida, lo viste hacerse el tonto con varios compañeros a su lado, por supuesto, fue regañado inmediatamente cuando los descubrieron, y no pudiste evitar reírte cuando viste un puchero en su rostro por el regaño.

Aunque no compartían la misma clase, era inevitable no escuchar del gran Bokuto Kōtarō, no solo por el gran jugador que era en su club, sino por toda la gente que le seguía por el pasillo, era una persona muy sociable —y aunque un poco torpe—, era inevitable no voltear a verlo cada vez que pasaba a lado de tu salón de clases, aunque no eras igual de sociable que él, tenías un grupo consolidado de amigas con las que pasabas la jornada escolar, así que nunca te habías imaginado ser parte de su grupo de amigos.

O al menos así había sido al inicio de primer año, hasta que Yukie lo había enviado contigo para que le ayudaras con algunas de sus materias y que no reprobara el año y sobre todo, que no lo dejarán fuera del equipo, entendiste en ese momento que no había manera de deshacerte de él, aunque nunca habías dado tutorías, por primera vez habías comprobado cuáles eran los límites de tu paciencia para enseñar, y supiste que, si querías una carrera universitaria, definitivamente no sería en la docencia.

Aun así, con el pasar de los días, descubriste que la mejor manera de que Bokuto entendiera algo, era explicar con términos que conociera y que fueran simples de entender, y aunque no conseguiste unas calificaciones perfectas en su historial académico, eran lo suficientemente buenas para que no estuviera en riesgo de quedar fuera del equipo, y aunque en un inicio esa había sido la misión inicial, habían terminado desarrollando una amistad agradable, una en la que te veías orillada en ocasiones a tomar el desayuno con él.

No es que no te gustara pasar tiempo con él, sino que te resultaba extraño ver cómo ignoraba a todos los demás para poder estar en el desayuno contigo, sobre todo porque sus clases estaban lejos y por los promedios que tenían, dudabas que alguna vez fueran a compartir una clase, aun así, descubriste que era divertido pasar tiempo juntos, disfrutabas escucharlo hablar emocionado de sus entrenamientos y los logros que había adquirido, por su parte, te escuchaba hablar sobre tu taller de arte y las diferentes técnicas que estabas poniendo en práctica.

Era un tiempo compartido ameno, y aunque sentías las miradas curiosas de tus compañeros de las clases de ambos, a los dos les daba igual, conforme pasaba el tiempo, saliendo de tu taller, visitabas el gimnasio, utilizando a Yukie como excusa, nunca creíste que tener a tu amiga como manager del equipo fuera a jugar a tu favor, aun así, era divertido ver los ojos brillantes de Bokuto mientras se acercaba a abrazarte y a saludarte, por supuesto, terminaste siendo conocida del equipo y cuando se veían por la escuela, siempre se saludaban, comenzaste a ir a sus partidos y él obligaba a todo el equipo a ir a las exposiciones del taller.

Haikyuu!! | EscenariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora