Haikyuu!! | Escenarios

Oikawa Tōru

Cuando conociste a Oikawa Tōru, te gustó inmediatamente, después lo empezaste a tratar y el gustó se te quitó.

Y es que tratar con una personalidad como la del gran colocador no era cosa fácil, admirabas a Iwaizumi por estar a su lado desde que eran niños, tú tenías un límite de paciencia que cada día Oikawa atentaba con destruir yendo detrás de ti como si lo trajeras con una maldita correa, como si eso no fuera poco, también tenías que soportar malas miradas de las chicas que iban detrás de él solo para poder intercambiar una palabra.

—No te preocupes, Suzuki, te terminarás acostumbrando —te había consolado una vez su amigo cuando llegaste a su clase para esconderte del castaño—. Pero igual tienes mi permiso para golpearlo si te hartas.

Aunque no eras una partidaria de la violencia, solías recurrir a ella con una frecuencia alarmante debido al estrés que Oikawa ocasionaba en ti, sin embargo, como Iwaizumi te había dicho, te habías terminando acostumbrado a la presencia del castaño más pronto de lo que habías pensando, era normal salir de la escuela siempre acompañada de su presencia, era común verlo llegar corriendo hacia ti y abrazándote por los hombros aprovechando la diferencia de altura, aún sin ser manager o parte de la porra del equipo, asistías a sus partidos en cada ocasión, llevándole un presente por ganar.

Aunque a las demás chicas no les gustara, era clara la preferencia que Oikawa Tōru tenía sobre ti.

Aun cuando se veía rodeado siempre de chicas, si tú pasabas a su lado, él no dudaba en dejar a las chicas con una vaga excusa para poder alcanzarte y caminar contigo, si debía estudiar, siempre estabas en el grupo de estudio, si debía cuidar a su sobrino o llevarlo al parque, siempre eras la invitada de honor, de no ser porque vivían en casas diferentes, estabas segura de que, si fuera por él, pasarían las veinticuatro horas del día juntos.

Aunque al inicio había sido insoportable, con el tiempo compartido comenzaste a descubrir facetas diferentes, como la seriedad con la que se tomaba el voleibol, y como era que con cada día que pasaba, buscaba la manera de mejorar cada día, su lado burlón y sarcástico que sacaba solo de vez en cuando para provocar a Iwaizumi, y los sentimientos que habías experimentado por él cuando lo conociste, volvieron a avivarse dentro de ti, debías admitir que, aunque eran solo dos adolescentes de secundaria, Oikawa tenía una facilidad para hacerte sonrojar.

No fue sorpresa para nadie que fuera cercano a ustedes cuando el castaño y tú comenzaron a salir, y para dos jóvenes que estaban en su último año de secundaria, la vida no podía ser mejor: Oikawa era capitán de Kitagawa Daiichi, tú tenías el mejor promedio de la generación, tenían un grupo de buenos amigos y su relación era un primer amor que estaban disfrutando al máximo, no obstante, lo que parecía ser perfecto, estaba a punto de derrumbarse.