𝗛𝗮𝗶𝗸𝘆𝘂𝘂!! | ハイキュー!!
Lugar donde podrás encontrar diversos escenarios con tu personaje favorito de Haikyuu!!
D I S C L A I M E R:
✓Ningún personaje me pertenece, todos son propiedad de Haruichi Furidate.
✓A excepción...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ser un modelo mundialmente reconocido conllevaba mucho trabajo: entrevistas, pasarelas, sesiones de fotos, campañas publicitarias, eventos, viajar y poner una sonrisa todo el tiempo.
Y ser la representante de un modelo mundialmente reconocido conllevaba el doble de trabajo: buscar campañas, cumplir con horarios, asistir a reuniones ejecutivas y determinar qué era lo mejor, leer contratos, buscar modistas y sastres, cuadrar el horario de toda una semana, aprender malabares para no tirar el café mientras corrías respondiendo llamadas, aguantar malos tratos de publicistas, ver cada maldita entrevista para que no editaran nada, dejar el glamour por la comodidad, viajar, tener el maldito itinerario aprendido en la cabeza y... De hecho, la lista nunca terminaba, y mientras más conocido se hacía, más trabajo había.
Desde que habías empezado a trabajar como representante, sabías que sería pesado, no obstante, en un inicio solo habías representando a pequeñas celebridades que eran fáciles de controlar y mantener contratos, pero desde que Haiba Lev había llegado a tu vida, la comodidad y paz eran dos cosas que ya no conocías.
Al inicio, creíste que era el trabajo de tus sueños, ¿representar a un modelo que crecía con día? ¿Quién no quisiera eso? Además, era alguien amable, a pesar de su enorme altura, era alguien que siempre te escuchaba y seguía todo al pie de la letra, no por nada había crecido tanto en el mundo del modelaje en tan poco tiempo, no obstante, de un tiempo para acá, parecía que estabas tratando con un niño de cinco años y no con un hombre de veinticuatro.
—Por la tarde tienes una sesión de fotos y la presentación del perfume que representas. —Tu voz, a comparación de cómo lo fue antes, parecía no tener ningún tipo de emoción mientras enlistabas los pendientes de ese día—. También te invitaron al after party del evento, tu hermana estará ahí.
—Mhm, déjame descansar un momento, por favor —pidió él, dándose vuelta en su lugar y acomodando su cabeza sobre tu regazo.
—Tienes un día muy ocupado, Lev.
—Solo cinco minutos.
A pesar del tiempo que llevabas trabajando con él, aún no te acostumbrabas del todo a esta faceta suya donde parecía una persona con dependencia emocional y requería estar a tu lado todo el tiempo, era complicado, porque eso solo te significaba más trabajo, pues no podías irte de un lugar para atender otro pendiente cuando ya te estaban llamando para que fueras a verlo, en el mundo de los espectáculos, las personas más guapas, eran considerados unos dioses.
Haiba Lev era uno de ellos.
No es que aquello te molestara, al contrario, mientras más reconocido fuera, recibiría mejores contratos y la paga sería aún mejor para ti, sin embargo, a pesar de que el resto de las personas pensara que ser modelo era cosa fácil, la realidad era que no, las clases de modelaje nunca se detenían y ensayar para una pasarela era tan divertido como estresante, y a pesar de que él y tú convivían en el mismo lugar casi todo el tiempo, parecía que eran de dos mundos diferentes, pues mientras él estaba frente a una cámara, tú estabas tras bambalinas, asegurándote que todo saliera bien para no arruinar su imagen, aunque pareciera que le dabas mucho trabajo, en realidad, no aceptabas ningún contrato sí él no quería, tu intención no era agobiarlo de trabajo, solo te encargabas de recibir contratos y propuestas, valorar pros y contras, decirle cuál creías que era mejor y dejarlo escoger, y aunque no te gustara, debías aceptar en muchas ocasiones.