Capítulo 80 ~ Haciéndose escuchar

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Sejuleu observó el mapa en silencio y luego giró la cabeza para dirigirse a Kuahel.

— Necesitaríamos una cantidad ingente de madera para construir torres de asedio que pudieran hacer frente a murallas tan altas. Sólo la tarea de transportarla hasta Pamela Plateau sería agotadora.

— Debemos llevar todas las armas disponibles — replicó Kuahel, echando un vistazo a todos los presentes con sus ojos siempre sin vida —. Hay negadores de magia instalados en las murallas, lo que significa que será difícil traspasarlas con magia. Tendremos que recurrir a las armas físicas para capturar la ciudad.

— Pero ya tenemos demasiado equipaje incluso sin las torres de asedio — dijo Agnes —. Si a eso añadimos provisiones y forraje, necesitaríamos más hombres para transportarlo todo, lo que significa aún más provisiones. Sólo ese asunto ya supone un quebradero de cabeza.

Richard Breston soltó una risita.

— Qué preocupación tan innecesaria. Al final de esta guerra, las bocas que necesitan alimentarse se habrán reducido a la mitad. Te aseguro que nuestros suministros actuales son más que suficientes.

Agnes expresó su desdén ante el comentario insensible del hombre. No era la única que encontraba despreciables sus palabras; algunos de los otros caballeros presentes también le lanzaron dagas. Aun así, Breston no prestó atención a sus miradas desdeñosas. Recogió el mapa y le echó una mirada desganada.

— El informe dice claramente que en esta ciudad habitan unos trece mil monstruos. ¿Esperas tan pocas bajas por nuestra parte incluso después de conocer esas cifras? ¿No es demasiado optimista?

— Creo que estás siendo demasiado pesimista — replicó Sejuleu con rigidez —. Al menos deberíamos intentar minimizar nuestras bajas.

— Las palabras de Sir Richard pueden sonar duras... pero tiene razón — dijo el caballero de mediana edad a la derecha de Breston —. Tampoco veo la necesidad de aumentar nuestro suministro de alimentos.

Por el atuendo del hombre, Maxi dedujo que debía de ser el oficial al mando de la unidad de lanceros de Arexian. El caballero volvió la cabeza hacia Kuahel y añadió.

— Además, el Consejo de los Siete Reinos ya ha impuesto a sus nobles que paguen esta costosa guerra. Exigirles más fondos será recibido con resistencia.

— Una situación desafortunada pero inevitable si la guerra se prolonga — comentó otro caballero. Parecía tener un rango superior al del primer orador —. Luchamos para proteger la paz de los Siete Reinos. ¡Es deber del Consejo proveer a nuestro ejército de suministros suficientes cuantas veces lo necesitemos!

— Les aseguro que no deben preocuparse por el corte de suministros — respondió tranquilamente Kuahel —. Aun así, lo mejor sería encontrar la forma de capturar la ciudad lo antes posible. Hay pocos recursos disponibles en la Meseta, y no hay garantías de que el grupo de suministros llegue siempre a tiempo. Si el asedio se prolonga, no dudo de que el Consejo ordenará la retirada, haciendo que esta campaña sea un fracaso — Sus ojos penetrantes miraron a cada uno de los rostros de la mesa —. Debemos capturar la ciudad en medio mes.

— ¡Es ridículo! ¿Cómo vamos a capturar una fortaleza rodeada de altas murallas gigantescas en sólo quince días? exclamó Breston con un bufido. Empezó a dar golpecitos con su cuchillo en el mapa. — Ya estamos en desventaja geográfica. Los monstruos tienen ventaja por estar en terreno más elevado. Por suave que sea, una pendiente es una pendiente. Requerirá el doble de esfuerzo mover las torres de asedio, y afectará a las catapultas. Y eso sin tener en cuenta las ilimitadas capacidades regenerativas de nuestro enemigo. ¡Cada ataque nos dejaría con muchas bajas mientras ellos se curan enseguida! Los monstruos sabrán que el tiempo está de su lado. Recuerda mis palabras; intentarán alargar esta batalla.

Debajo del Roble ~ Libro 08 [Temporada dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora