Capítulo XV: ¿Guerra Civil?

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—¿Cómo que la esfera fue encontrada? —alzó la ceja Alindra.

La noticia había tomado por sorpresa a la clériga y al guerrero, quienes no podían creer lo que estaba contándoles su comandante. Hacía eones que no se sabía nada de las reliquias primigenias.

—El mago que enfrentamos nos lo dijo, él era alguien muy bien colocado en el gremio del cráneo arcano —puntualizó Saya.

Los compañeros de Lance la voltearon a ver, Alindra la barrió con la mirada, mostrando mucho desdén, podía detectar la energía necromántica despedida por la elfa.

—¿No eres tú también parte de algún gremio de ese estilo? —dijo de manera tajante la rubia.

—Soy una maga solamente, no pertenezco a ningún gremio —contestó.

—Apestas a muerte elfa, no sé cómo el teniente Lance puede estar cerca de ti —la voz de Alindra era ácida.

—¿Eso será porque defendí su pequeño fuerte y mate a muchos enemigos? —rodó los ojos con una ligera sonrisa en sus labios.

—Calma por favor compañeras, aquí todos somos amigos —dijo Lance.

Las dos mujeres se veían la una a la otra, si las miradas pudieran matar, ambas estarían yaciendo en el suelo sin vida, se sentía la enemistad entre las dos.

—Creo que lo que más nos concierne es el problema de la esfera —comentó la profunda voz de Jarllic.

Todos lo voltearon a ver y sólo asentían.

—Tenemos alguna idea de ¿dónde pueden estar? —preguntó Alindra sin quitarle la vista de encima a la nigromante.

—El último récord de ella fue lo que sabemos de la montaña K'relac de cuando el grupo de aventureros se adentró en ella, de ahí se volvió a perder toda señal de la misma —mencionó Edrel.

—Desde entonces no se ha sabido de ella hasta hoy en día con los rumores dentro de los gremios de magia y hechicería —comentó Saya.

—Eso lo hace muy difícil de encontrar —rió un poco Jarllic.

El grupo se vio el uno al otro, a pesar de la tensión que se sentía en el ambiente todos sabían que estaban ahí por la razón correcta.

—Pensaba ver si habría algún vestigio o información en los anales de la orden, sabemos que todo se guarda bajo una estricta confidencialidad, pero si le decimos a Sir Rolmar, él nos puede ayudar a investigar las cosas de manera más rápida. Él tiene mucha influencia en la orden —dijo Lance.

EL guerrero y Alindra se voltearon a ver después de lo dicho por el paladín, sus rostros eran sombríos, se notaba gran preocupación en ellos.

Esto claro que no pasó desapercibido por el adalid.

—¿Sucede algo? —preguntó de manera directa.

—Las cosas están un poco difíciles ahorita con la legión —dijo el guerrero.

—¿A qué te refieres?

—Es se están dividiendo por facciones, hay una lucha de poder entre la mesa de los altos —mencionó Alindra.

Esto palideció mucho a Lance, dejándolo un poco sacado de su centro, pero sobre todo preocupado por todo.

—¿Qué sucedió? —preguntó de manera angustiada —, ¿saben algo?

—No mucho, sólo lo último que menciono nuestro maestro Lance —respondió Jarllic.

—¿Quieren decir que la orden tiene problemas? —preguntó de manera inocente Lidaria.

Las Reliquias Primigenias: La Esfera de los PlanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora