Capítulo 7: Conversaciones y Protección

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La luz del sol se filtraba por las ventanas, iluminando suavemente la habitación donde Katherine y Vinnie habían dormido. A pesar de la paz que sintió con Vinnie a su lado, la inquietud de la pesadilla aún rondaba su mente. Mientras Vinnie seguía durmiendo, Katherine se levantó con cuidado, procurando no despertarlo. Necesitaba hablar con alguien, y sabía exactamente quién.

Tomó su teléfono del escritorio y salió al balcón para disfrutar del aire fresco de la mañana londinense. Marcó el número de su hermana, Kylie, quien contestó casi al instante.

—¡Katherine! —la voz de Kylie sonaba alegre—. ¿Cómo va todo por allá?

Katherine sonrió al escuchar a su hermana, pero había algo en su tono que reflejaba su preocupación.

—Está bien, Kylie... pero tuve una pesadilla horrible anoche —respondió, mirando las calles que poco a poco comenzaban a llenarse de vida—. Soñé que estaba sola en Londres, todo estaba oscuro y vacío, y... tú no estabas. Todo era tan aterrador.

Kylie guardó silencio por un momento, sopesando las palabras de su hermana.

—¿Estás bien ahora? —preguntó, su tono más suave y comprensivo.

—Sí, estoy bien. Vinnie se quedó conmigo, me ayudó a calmarme, pero no puedo dejar de pensar en ti —dijo Katherine, mordiéndose el labio—. Quiero que te cuides mucho, Kylie, especialmente ahora con el bebé.

Kylie dejó escapar una pequeña risa cálida.

—Oh, Katherine, estaré bien. No te preocupes por mí. Travis y yo estamos siendo súper cuidadosos, y tengo un gran equipo de médicos que me cuidan. Tú solo disfruta de tu viaje, pero agradezco que estés tan pendiente de mí.

Katherine asintió, aunque su hermana no podía verla. Sentía una mezcla de alivio y responsabilidad. Quería estar allí para Kylie, pero también sabía que tenía que concentrarse en su propio camino.

—Está bien, pero prométeme que te cuidarás mucho —insistió Katherine.

—Te lo prometo, pequeña —dijo Kylie con ternura—. Ahora, tú también disfruta de tu tiempo en Londres. ¿Tienen algo planeado para hoy?

Katherine se rio suavemente.

—De hecho, sí. Tenemos el día libre, y creo que vamos a salir a explorar un poco.

Después de hablar un poco más sobre el embarazo y otros temas familiares, Katherine se despidió y volvió a la habitación, donde Vinnie ya estaba despierto, desperezándose.

—¿Todo bien? —preguntó él, mirándola con una sonrisa tranquila.

Katherine asintió y le lanzó una mirada de gratitud.

—Sí, hablé con Kylie. Está bien, pero necesitaba contarle lo de mi pesadilla. Gracias por estar ahí anoche.

Vinnie se encogió de hombros, con su habitual actitud despreocupada, pero en sus ojos había una calidez sincera.

—No tienes que agradecerme. Sabes que siempre estare para ti.

Más tarde, el equipo del Hype House decidió aprovechar su día libre para relajarse. Después de varios días de promoción intensa, merecían un descanso. Decidieron ir a un restaurante popular en el centro de Londres, recomendado por algunos de los seguidores que tenían en la ciudad.

El lugar estaba lleno de vida, con música suave de fondo y mesas llenas de conversaciones y risas. El grupo se instaló en una mesa amplia cerca de las ventanas, con vistas a las calles bulliciosas. Katherine se sentó junto a Vinnie, quien parecía más atento de lo normal.

Durante la comida, Katherine notó cómo Vinnie se mantenía cerca de ella, siempre asegurándose de que estuviera cómoda. En un momento, cuando unos fans del equipo los reconocieron y se acercaron a pedir fotos, fue Vinnie quien se colocó entre ellos y Katherine, protegiéndola de cualquier posible incomodidad.

—¿Estás bien? —le preguntó Vinnie, mientras los fans se retiraban tras tomarse las fotos.

—Sí, estoy bien —respondió Katherine, sonriendo—. Gracias por estar tan pendiente de mí.

Vinnie se encogió de hombros de nuevo, como si fuera lo más natural del mundo.

—Solo quiero asegurarme de que estés a salvo.

A lo largo del día, Katherine empezó a notar pequeños gestos de Vinnie. Cada vez que caminaban por las calles, él se aseguraba de que ella estuviera a su lado, manteniéndola cerca cuando cruzaban una calle llena de gente o cuando alguien del grupo se distraía con los turistas. Incluso en el restaurante, cuando notó que Katherine no alcanzaba algo en la mesa, él se lo pasó sin que ella tuviera que pedirlo.

La dinámica entre ambos había cambiado un poco desde la noche anterior. Katherine se sentía segura a su lado, sabiendo que Vinnie siempre estaba allí, velando por ella, incluso cuando no lo pedía. Mientras el día transcurría entre risas y charlas ligeras, Katherine comenzó a preguntarse si ese vínculo entre ellos era más profundo de lo que ella había imaginado.

Cuando el sol empezó a bajar y el equipo decidió regresar al hotel, Katherine se quedó atrás con Vinnie, disfrutando del momento.

—Hoy te has convertido en mi guardián, ¿no? —le dijo, medio en broma, pero con una chispa de sinceridad.

Vinnie la miró y sonrió de lado, con ese aire despreocupado que tanto la calmaba.

—Siempre lo he sido —respondió él, con suavidad.

Y en ese instante, Katherine supo que, sin importar dónde estuvieran, siempre podría contar con Vinnie para estar a su lado, protegiéndola, no solo de las sombras de una pesadilla, sino de cualquier cosa que la vida les pusiera enfrente.

4o

La hermana de las kardashians-jennersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora