Katherine despertó esa mañana sintiéndose agotada, tanto física como emocionalmente. La noche anterior había sido difícil, y aunque intentó distraerse con trabajo, su mente seguía recordando el incómodo momento con Vinnie. La tristeza y la incomodidad seguían ahí, reflejándose en su rostro cada vez que se miraba al espejo. Las ojeras debajo de sus ojos eran un recordatorio constante de las noches sin dormir.
Decidida a no dejar que los demás notaran su malestar, Katherine intentó un truco que su hermana Kim le había enseñado: usar dos cucharas frías para disminuir las ojeras. Después de pasar unos minutos aplicándolas bajo sus ojos, el alivio era mínimo, pero lo suficiente para continuar con su día sin que pareciera que había llorado toda la noche.
A pesar de todo, sabía que su relación con Vinnie había cambiado. Esa mañana, en la cocina de la Hype House, Katherine se dio cuenta de lo incómodo que se había vuelto estar cerca de él. Se mantuvo distante, evitando el contacto visual. Sabía que no quería hacerle sentir mal, pero tampoco podía fingir que todo estaba bien. Cada vez que lo veía, el recuerdo de la noche anterior volvía a su mente, y simplemente le resultaba demasiado difícil.
Aun así, hacía un esfuerzo por ser cordial. No quería crear tensión en el equipo ni hacer que la situación fuera incómoda para los demás. Pero ese vacío entre ellos era palpable, y aunque Vinnie intentaba actuar como si todo estuviera bien, Katherine sentía el peso del cambio.
Decidió que era hora de hablar con alguien sobre lo que estaba pasando. Alguien que la entendiera y le ofreciera una perspectiva diferente. Así que esa misma tarde, buscó a Nikita Dragun, una de las personas más confiables y sinceras que conocía.
Nikita siempre había sido una amiga cercana, una de esas personas con una energía contagiosa y una actitud valiente ante la vida. Cuando Katherine le contó todo lo que había sucedido con Vinnie, Nikita la escuchó atentamente, sin juzgarla.
—Mira, babe —comenzó Nikita, con su típico tono directo—, es súper normal sentirse como tú te sientes ahora. Pero déjame decirte algo: no puedes permitir que este chico te defina. Si él no ve lo increíble que eres, es su pérdida. Lo más importante es que te cuides a ti misma. Y además, ¿quién dice que no podemos usar un poco de este dolor para transformarlo en algo genial?
Katherine la miró, intrigada.
—¿A qué te refieres?
Nikita sonrió, con una chispa traviesa en sus ojos.
—Creo que lo que necesitas es un cambio. Algo que te haga sentir empoderada y completamente tú misma. Un nuevo look, algo que refleje lo fuerte que eres, algo que te haga sentir como la mujer poderosa que eres.
Antes de que Katherine pudiera responder, Nikita ya la estaba arrastrando fuera de la Hype House hacia su auto.
—Vas a confiar en mí —le dijo Nikita mientras conducía—. Vamos a darte un cambio de imagen. Algo que realmente refleje tu esencia. Vas a dejar atrás toda esa tristeza y a renacer como la verdadera Katherine.
Primera parada: un salón de belleza de lujo. Katherine se sentó en la silla, algo nerviosa pero emocionada. Decidió entregarse al proceso, dejando que Nikita y los estilistas hicieran su magia. Después de varias horas de trabajo, Katherine se miró en el espejo y apenas se reconoció. Su cabello, ahora negro como la noche, enmarcaba su rostro de una manera que resaltaba aún más su belleza natural. Los estilistas habían hecho un trabajo increíble, y Katherine se sentía como una versión completamente nueva de sí misma.
—¡Wow! —exclamó, tocándose el cabello—. ¡Me encanta!
Nikita sonrió, satisfecha.
—Te lo dije, babe. Este es el comienzo de una nueva etapa. Pero no hemos terminado aún. Hay algo más que tienes que hacer.
Sin darle tiempo a reaccionar, Nikita la llevó a su siguiente destino: un local de tatuajes. Katherine nunca había pensado en hacerse un tatuaje, pero esa tarde todo parecía posible. Estaba lista para algo radical, algo que marcara un antes y un después en su vida.
—Confía en mí, un tatuaje es la mejor forma de plasmar lo que estás sintiendo —le dijo Nikita mientras entraban al local—. Elige algo que signifique algo para ti, algo que te recuerde que eres fuerte y que puedes con todo.
Katherine pasó un tiempo mirando los diseños antes de decidirse. Optó por algo atrevido: un tatuaje que cubriera casi todo su brazo derecho. Inspirada por su amor por el anime, decidió que el diseño sería una serie de imágenes de Goku, su personaje favorito, en diferentes versiones y colores. Goku representaba fuerza, evolución y la capacidad de superar cualquier obstáculo, todo lo que Katherine quería recordar en ese momento de su vida.
El proceso de tatuado fue largo y algo doloroso, pero Katherine lo soportó con valentía. Cada vez que el artista pasaba la aguja sobre su piel, sentía que una parte de ella estaba dejando atrás el dolor que había acumulado en los últimos meses. El resultado fue impresionante: una obra de arte colorida y detallada que cubría su brazo derecho, desde el hombro hasta el antebrazo, con varias versiones de Goku en sus transformaciones más icónicas.
Cuando terminó, Katherine se miró en el espejo, fascinada por el cambio.
—Esto... esto es increíble —murmuró, admirando su nuevo look.
Nikita la abrazó con fuerza.
—Ahora sí, estás lista para lo que sea, babe. Este es el comienzo de tu nueva era, y no tienes que demostrarle nada a nadie. Solo sigue siendo tú, y lo demás llegará solo.
Katherine sonrió, sintiendo una oleada de confianza que no había experimentado en mucho tiempo. Nikita tenía razón. Este era el comienzo de algo nuevo, algo emocionante. Aunque las cosas con Vinnie no habían salido como esperaba, ahora sabía que el camino hacia su propia felicidad no dependía de él, sino de ella misma.
4o
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La hermana de las kardashians-jenners
Non-FictionKatherine, la hermana perdida de las Kardashian-Jenner. A diferencia de sus famosas hermanas, Katherine es una chica humilde y extrovertida que valora su privacidad y detesta la atención de los medios. Desde una edad temprana, Katherine se sintió aj...